Guerra civil de Angola
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Las participaciones extranjeras convirtieron a la Guerra civil de Angola en un enfrentamiento entre los dos bloques con todo tipo de armamento. En la imagen T-55 yugoslavos como los empleados por Cuba. |
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Angola (MPLA) |
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La Guerra civil de Angola (1974 - 2002) fue el conflicto más largo de África y uno de los más largos de la Guerra Fría. Se libró por conseguir el poder del país africanos y con él el petróleo, los diamantes y un aliado de importancia en el Atlántico Sur.
El conflicto de Angola enfrentó al gobierno del MPLA y sus aliados de Cuba, Etiopía y la SWAPO, que luchaba por la independencia de Namibia, contra UNITA, el FNLA (después disuelto), Sudáfrica y Zaire. Además los primeros recibieron apoyo de asesores y material soviético y los segundos suministros de Estados Unidos y China; además de algunos mercenarios occidentales.
La contienda se produjo por el rechazo al partido único, pero se perpetuó por el apoyo internacional a cada uno de los bandos y la negación de Jonas Savimbi a compartir el poder. Y terminó sólo tras la muerte de este dejando un millón de muertos, cuatro millones de refugiados y unos 100 000 mutilados, especialmente por las minas antipersonal[1].
Tabla de contenidos |
[editar] La codiciada Angola
El país africano comenzó a ser una posesión valiosa para los europeos cuando los portugueses se asentaron en sus costas para utilizarlas como bases en su circunvalación de África hacia la India y sus especies. Especialmente cuando los holandeses comenzaron a poblar su colonia comercial de El Cabo.
Aquellos asentamientos de navegantes portugueses fueron esgrimidos por Lisboa durante la Conferencia de Berlín para obtener las colonias de Angola y Mozambique más otras posesiones menores. Inicialmente la pretensión lusitana consistía en unir las dos colonias por tierra; intención nada novedosa porque lo mismo trataban de realizar Gran Bretaña con su ferrocarril de El Cairo - El Cabo, o Francia con su línea Dakar - Dibuti. Pero todos estas iniciativas lograron ser impedidas por el canciller alemán Otto von Bismarck que perseguía, como segunda meta de la Conferencia, dividir lo más posible las colonias para hacerlas más difíciles de defender. De este modo obligaría a las potencias a movilizar más soldados desde Europa, especialmente a países que después serían enemigos suyos en la llamada Gran Guerra[2].
Antes incluso de comenzar la Primera Guerra Mundial alemanes y británicos tenían un plan secreto para repartirse Angola y otras posesiones Portuguesas y Belgas sin recurrir a la fuerza. De este modo ambas naciones saldrían beneficiadas y no sería necesario llevar la Guerra al Continente y que los negros pudieran darse cuenta de que los europeos se mataban con la misma saña que cualquier otra raza[3].
Pero Portugal entró en el conflicto del lado de la Triple Entente y conservó sus posiciones en África. Al contrario que Alemania, despojada de todas tras el Tratado de Versalles. Entre ellas el África del Sudoeste Alemana ocupada por la Unión Sudafricana de forma temporal, pero que siempre intentaron que fuese permanente y a la larga una de las causas de la Guerra.
[editar] Los movimientos independentistas
Terminada la contienda europea los conatos independentistas comenzaron a provocar rebeliones, destacan la de 1922 y 1935. Pero fuer tras la Segunda Guerra Mundial cuando esos brotes anticolonialistas se organizaron para formar movimientos. Portugal durante mucho tiempo fue una metrópoli pobre necesitada de sus colonias por lo que trató de mantenerlas dividiendo a la población y tratando de ganarse a sus élites. Fueron esas élites las que crearon esos movimientos; pero también, y esta es una de las características de por qué duró tanto el conflicto, crearon organizaciones que muchas veces estuvieron del lado de los portugueses y lucharon contra los demás angoleños.
En 1956 se fundó el Movimiento Popular de Liberación de Angola o MPLA entorno a Agostinho Neto de tendencias izquierdista.
En 1957 Holden Roberto dirige la Uniäo das Populaçoes de Angola o UPA que más adelante se convertiría en el Frente Nacional para la Liberación de Angola o FNLA también nacionalista, pero de derechas y en algunas ocasiones colaborador de los portugueses. En sus filar estaba un hombre de talento y al mismo tiempo de los peores de Angola, según su compatriota Angualusa[1], Jonás Savimbi.
Además existían otras organizaciones de menor tamaño, como el Frente para la Liberación de Enclave de Cabinda o FLEC de 1963. El FLEC esta integrado por congoleños del noreste del país entre el Congo-Kinsasa y el Congo-Brazzabil, un enclave rico en petróleo.
Aunque estos grupos se calificaban como panangoleños lo cierto es que basaban su apoyo en tribus determinadas o a lo sumo regiones. Algo menos el MPLA integrado por una importante minoría de mestizos con apellido y educación portuguesa y los demás querían la independencia de su región.
[editar] La Guerra de la Independencia
En febrero de 1961 el ataca la prisión de Luanda y libera cientos de presos. Ese día se considera el comienzo de la guerra que independizaría el país.
En marzo la UPA se levante en el norte del país matando a 6 000 angoleños pro lusitanos y a 2 000 portugueses.
Lisboa reacción enviando un contingente de 60 000 soldados para sofocar la rebelión de su productiva colonia. Lo que lograron tras matar a 50 000 personas. En esta reacción y en estas revueltas estaba el germen de las luchas por la independencia que comenzarían pronto en la Guinéa Portuguesa y Mozambique; pero también está el origen de la guerra civil.
Con la Guerra Fría en un momento de pugna cada uno los movimientos independentistas buscó sus aliados:
- El MPLA encontró apoyo en el antiguo Bloque del Este y Países No Alinéados. Posteriormente también de la Organización para la Unidad Africana.
- El FNLA (antigua UPA) obtuvo recursos de Estados Unidos, Europa Occidental, Zaire, España y Sudáfrica.
Desde sus bases en el Congo Brazzabil la primera y en el Congo Kinsasa la segunda lanzan ofensivas y obligaron a la metrópoli a enviar miles de soldados y realizar una gasto sangrante para la dictadura lusitana.
En 1966 hace su aparición el tercer protagonista del futuro conflicto: UNITA o Unión Nacional para la Independencia Total de Angola creada por Savimbi tras abandonar el FNLA. Uno de los más duraderos y sanguinarios[4] opositores a cualquier poder angoleño que no fuese el suyo.
[editar] El comienzo del conflicto
Después de la Revolución de los Claveles la dictadura portuguesa fue derrocada el 25 de abril de 1974. En aquel momento los oficiales del ejército colonial, cansados de aquella guerra, no desearon seguir con la lucha y Angola y Mozambique pronto seguirían la senda de sus posesiones en la India.
Las negociaciones abiertas del gobierno portugués con los tres movimientos principales de la guerrillas MPLA y los demás grupos, especialmente el FNLA de donde saldría UNITA, establecieron un período del transición y el comienzo de un proceso para la implantación de un sistema democrático en Angola, Acuerdos de Alvor, Enero de 1975.
Desgraciadamente la independencia no supuso para los angoleños un periodo de paz; sino la guerra más larga de su continente. Mucho antes del día de la independencia, el 11 de noviembre de 1975, los tres grupos nacionalistas que habían luchado contra el colonialismo portugués lucharon entre sí para el control del país, y particularmente de la capital, Luanda.
Como se ha visto cada uno de ellos se sostenía gracias al apoyo extranjero, dando al conflicto una dimensión internacional. En el país se unían los intereses soviéticos por conseguir un aliado más y un puerto practicable para su flota, muy necesitada de ellos y sobre todo en esa parte del mundo; por su parte Estados Unidos deseaba impedirlo, lo mismo que China ya enfrentada abiertamente con la URSS y aún más Sudáfrica. Este país trató de evitar tener gobiernos comunistas estables junto a sus fronteras; pero también quería evitar que la guerrilla de SWAPO pudiera asentarse en Angola desde la que podría atacar con mucha más rapidez y profundidad las posesiones de Pretoria en Namibia. Mientras el gobierno portugués mantuvo el control de la colonia sus buenas relaciones con el gobierno racista del sur impedían las infiltraciones de SWAPO, pero los nuevos gobernantes apoyados por Moscú estaban dispuesto a tolerar utilizar su territorio como base para los independentistas namibios[5].
Ante esta actitud UNITA recibió ayuda de Sudáfrica para ocupar la máxima cantidad de terreno fronterizo con Namibia que pudiera. Así mismo las Fuerzas Armadas de Sudáfrica contaban con un poder que no lo podía igualar ninguna nación vecina[6]. Y Pretoria estaba dispuesta a utilizarlo invadiendo Angola para terminar con los asentamientos de SWAPO y con el propio gobierno del MPLA si fuera preciso. Siguiendo esta intención la invasión comenzó el 9 de agosto de 1975 y las incursiones sudafricanas pronto llegaron casi a la mitad del país sin mostrar ningún indicio de pararse allí.
El Zaire, apoyó al FNLA, y también invadió este país, en julio de 1975. El FNLA contó además con la ayuda de China, de mercenarios Portugueses e ingleses y nuevamente de Sudáfrica.
Ante la posibilidad, apuntaba un análisis cubano, de ver a un aliado arrollado por la potencia de tropas bien armadas y financiadas, la URSS contactó con sus aliados y logró que Cuba ofreciera hombres; después de todo su ejército era el más poderoso del área y se había mantenido fiel pese al enfado de Fidel Castro por la retirada de los misiles[7]. No obstante Richard Gott informa que esta intervención, más tarde se añadiría Etiopía con el envío de 18 000 soldados, no fue planificada por Moscú; sino decisión personal del propio Castro[8]. Por su parte los soviéticos pagarían la intervención en bien de un internacionalismo proletario.
Esta precipitación la recoge Frank Delgado en su canción Veterano. Para él ANgola sólo había sido un nombre oscuro hasta que un día comenzó a hablarse de él y ser noticia en su país:
Y sin que mediaran muchas explicaciones
confusos y con la ropa de camuflaje
Un día subimos a los aviones[9]
En octubre de ese mismo año ya llegaban los primeros transportes aéreos con grandes cantidades de armas y soldados.
La intervención de las naciones socialistas logró detener el avance de los pro-occidentales, no sólo por el número de soldados sino también por el gran armamento desplazado. Delgado recuerda que uno de los peligros de la guerra eran los pasos inseguros de los blindados cuando avanzaban en caravana[9].
El MPLA controlaba la ciudad de Luanda y las regiones de la costa, llamadas el Lobito y el Benguela. SWAPO logró establecerse allí y comenzar sus incursiones dentro del que luego sería su país; incursiones que no pararían hasta después de la firma de la paz.
Estados Unidos había apoyado inicialmente al FNLA solamente, pero no se demoró en hacerlo también con UNITA cuando se produjo la escisión. En este caso la ayuda fue mantenida hasta 1993. Su estrategia fue durante mucho tiempo quizá fue dividir Angola.
Las tropas cubanas continuaron sus ofensivas arrinconando y casi destruyendo a los grupos rivales del MPLA. Este movimiento se convirtió en partido único proclamándose como presidente António Agostinho Neto
[editar] Comienza la mayor guerra de África Subsahariana
Las relaciones diplomáticas del Brasil fueron establecidas rápidamente con la nueva república que se instalaba. La decisión de reconocer como legítimo el gobierno de Nieto de Augustín fue tomada por Geisel el 6 de noviembre de 1975, antes de la fecha oficial de la independencia de Angola.
Ya en 1976 las Naciones Unidas reconocieron el gobierno del MPLA como el representante legítimo de Angola, pero no fue seguida ni por Estados Unidos ni por Sudáfrica.
Cerca de 300 mil portugueses habían abandonado el país entre1974 y 1976, lo que agravó de forma dramática la situación económica.
En mayo de 1977, un segmento del MPLA dirigido por Nito Alves, lanzó un golpe de estado, que fue ahogado en un baño de sangre. En el final de ese año, el MPLA a través de su I Congreso, se proclamó como un partido Marxista-Leninista.
La guerra continuó llegando a todo el territorio angoleño hasta entonces liderado por el FNLA y la escindida UNITA. UNITA empezó para ser banishes de su cuarto-general en el Huambo, siendo sus fuerzas dispersadas e impulsadas para las malas hierbas. Más adelante, sin embargo, el partido se reagrupó, iniciando una guerra larga y devastadora contra el gobierno del MPLA.
UNITA fue presentado como contra-marxista y pro-occidental, pero también tenía raíces regionales, principalmente en la población de Ovimbundu del sur y centro de Angola.
Nieto de Augustin, murió en Moscú el 10 de septiembre de 1979, pasando a ser presidente del gobierno uno de sus ministros, el ingeniero José Eduardo Dos Santos.
[editar] Contra Sudáfrica y UNITA
Al principio de los años 80, el número de muertos refugiados no paró de aumentar. Las infraestructuras del país fueron destruidas consecutivamente. Los ataques de Sudáfrica no pararon. En agosto de 1981, habían lanzado la operación “Smokeshell” que usaba 15.000 soldados, tanque y aviones, avanzando más de 200 kilómetros en la provincia del Cunene (sur del país). El gobierno de Sudáfrica justificaron sus invasiones para destruir las bases de SWAPO en la región, el movimiento independentista de Namibia. Lo que resultaba verdad en parte, pero también formaba parte del apoyo a UNITA para crear de una “zona liberada” bajo su administración. Estos conflictos solamente terminaron en diciembre de 1988, con la firma de los Acuerdo Trilateral de Nueva York entre (Angola, Sudáfrica y Cuba, donde se pactó entre otros la independencia de Namibia y la retirada de los llamados asesores cubanos, más de 40 000[1].
En 1985 el apoyo estadounidenses y sudafricano llegó a uno de sus más altos niveles al recibir Ronald Reagan a Sabimbi en la capital de Estados Unidos con honores de jefe de estado.
En 1989, antes de la caída del bloque de la Unión Soviética, los acuerdos de la paz entre el UNITA y el MPLA parecían tener más éxitos que los intentos anteriores. Después de todo la soledad de la guerrilla era cada vez mayor cuando hasta Estados Unidos había reconocido como gobierno legítimo al del MPLA de Dos Santos. En junio de 1989, en Gbadolite (Zaire), UNITA y el MPLA establecen una tregua habían establecido una nueva tregua. La paz duró solamente dos meses. El FNLA terminó por disolverse tras pasarse paulatinamente muchos de sus miembros al partido gubernamental y reducir este sus recelos hacia ellos.
En finales de abril de 1990, el gobierno de Angola anunció el recomienzo de las conversaciones directas con el UNITA, mientras el fuego que cesaba. En el mes siguiente, el UNITA reconoció a José Eduardo Dos Santos como el jefe de estado. El fin del apoyo de la Unión Soviética aceleró el proceso de la democratización. Al final del año, el MPLA anunció la introducción de reformas democráticas en el país. El 11 de mayo de 1991, el gobierno publicó una ley que autorizó la creación de nuevos partidos, para poner fin al monopartidarismo, y la descentralización de parte de la administración.
[editar] UNITA reanuda la guerra unilateralmente
En 31 de mayo de 1991, con la mediación de Portugal, Estados Unidos, la Unión Soviética y las Naciones Unidas, se firmaron los Acuerdos de Estoril, en opinión de Carlos Caranci parecía el final de la guerra civil y la llegada de la democrácia[1].
Las elecciones de septiembre de 1992, habían dado la victoria al MPLA (el cerca de 50% de los votos). UNITA (con cerca de 40% de los votos) no reconoció los resultados electorales, pese a considerarla los observadores europeos como notablemente limpias. Un baño de sangre tuvo éxito casi inmediatamente, recomenzando el conflicto armado, primero en Luanda, y separándose rápidamente al territorio restante.
UNITA primero estableció su capital en mesetas centrales con las jefaturas en el Huambo (vieja Lisboa nueva), en el este y el norte del diamantífero. Desde allí propuso dividir el país en dos, cosa no descabellada al ser Angola un país artificial creado por el colonialismo[1], pero la propuesta no fue aceptada.
En 1993, Consejo Seguridad de Naciones Unidas embargó las transferencias de armas y combustible para UNITA lo que obligaba a Savimbi a negociar un nuevo acuerdo.
En noviembre de 1994, finalizaron los Acuerdos de Lusaka, Zambia, entre el UNITA y el gobierno de Angola (MPLA). UNITA utilizó el acuerdo de la paz de Lusaka para obstaculizar más pérdidas territoriales y para fortificar sus fuerzas militares. Savimbi afirmó su descontento con las condiciones y comenzó nuevamente la guerra. La razón de esta vuelta a un conflicto que cada vez se veía más interminable, según Caranci, la imposibilidad de Savimbi de vivir dentro de un país en paz. Se produjeron masivas deserciones y cambios de bando mermando los efectivos de que disponía el líder guerrillero. Además entre 1996 y 1997 el gobierno adquirió grandes cantidades de armamentos y de combustible para poder aguantar una escalada militar y comenzó a recibir el apoyo de Occidente, con el reconocimiento de Estados Unidos incluido, qué marcó a la declinación política y militar del UNITA.
Sin embargo la intervención de Angola en la Segunda Guerra del Congo le concedió a Savimbi un respiro para reoganizarse. Esta reorganización fue sumamente cruel como han denunciado varios testigos[4]. Se realizaron movimientos forzosos de poblaciones, ejecuciones masivas (especialmente por UNITA), violaciones de mujeres tanto por soldados aislados del ejército angoleño (cosa extraños en las anteriores etapas de la guerra) como por los hombres de UNITA.
Durante cuatro años se volvió a la guerra cada vez más cruel y sanguinaria. En 1999 la ONU retiró a los cascos azules dejando abandonada a su suerte al país africano. En 1999 el gobierno de Dos Santos lanzó una ofensiva para recuperar las zonas más productivas, en 200 proclamó una amnistía para los seguidores de UNITA.
En la capital se decía que la única solución para la guerra pasaba por capturar o matar a Savimbi, pues la situación, pese a todo, parecía haber llegado a una situación de tablas. Pero el 22 de febrero de 2002 Savimbi cayó abatido en un tiroteo con las tropas gubernamentales y su cadáver fue exhibido a los periodistas.
Menos de dos meses después ya se entablaban conversaciones para llegar a la paz en un país minado, arrasado, pero muy rico en recursos naturales.
[editar] Conclusiones de la Guerra
Según Historia de la Guerra el conflicto de Angola estuvo salpicado por multitud de anécdotas propias de la Guerra Fría. Del mismo modo Agustín Zamora comenta los extraños compañeros de cama que llegaron a establecerse:
- Las tropas cubanas defendieron las minas de diamantes de Cabinda a cambio de la soldada pagada por la multinacional estadounidense que las explotabla. Las guerrillas que amenazaban estas explotaciones estaban financiadas por la CIA.
- La URSS financió la expedición cubana. Pero la CIA informó que Angola estaba pagando cantidades por cada soldado, cada oficial y cada arma enviada en forma de petroleo, diamantes y en menor manera maderas preciosas y oro, quizá también marfil.
- Fidel Castro afirmó ir a la guerra en defensa del gobierno proletario de Angola; pero Alexandre de Marenches, jefe de los servicios secretos franceses durante el mandato de varios presidentes, informó que los soldados de La Habana estaban defendiendo pozos petrolíferos de la multinacional estadounidenese American Gulf Company y esta empresa pagaba parte de la factura expedicionaria cubana.
Esta lucha, y posteriormente prolongación de la lucha, entre facciones teóricamente mantenidas por los dos bloques enfrentados se mantuvo por poseer el país recursos suficientes para pagar los envíos de armas, al menos en parte. Pese a que no fue Angola quien inventó la formula de diamantes por armas, tan explotada en conflictos como el de Liberia o Sierra Leona[11], sí se convirtió en una de las naciones que más explotó esta fórmula; lo mismo que el uso de intermediarios para blanquear sus diamantes y así evitar los embargos[12].
La participación cubana demostró la capacitación de su ejército. Posteriormente esta fuerza se vería envuelta en varios conflictos internacionales más.
Pese a lo que en ocasiones se ha comentado sobre el ejército sudafricano. Este estaba compuesto en una parta muy pequeña por soldados negros y no fue hasta la caída del régimen racista cuando se ennegreció (en frase de Defensa (Revista) en el apartado de Nuestro hombre en Sudáfrica). Algunas de las fuerzas más destacadas, como los Recces sudafricanos, sólo estaban formados por blancos y en algunas ocasiones dejaban entrar a desertores de la SWAPO[10], útiles por la información y experiencia que podían aportar.
Sudáfrica no perdió la guerra. Su poder armamentístico era demasiado grande; pero fue la presión internacional la que obligó a detener la contienda[13] y, a la larga, a terminar con el régimen, rechazado ya por más de la mitad de la población blanca.
[editar] Bibliografía
- ↑ a b c d e Caranci, Carlos, Angola: termina la guerra de Sabimbi el irreductible, nº 44 de La aventura de la Historia, Arlanza Ediciones, Madrid, junio de 2002, ISSN 1579-427X
- ↑ Vilar, Juan, Berlín, 1884 el reparto, nº 73 de La aventura de la Historia, Arlanza Ediciones, Madrid, noviembre de 2004, ISSN 1579-427X
- ↑ Caranci, Carlos, La guerra del amo blanco, epopeya alemana en Camerún, nº 99 de La aventura de la Historia, Arlanza Ediciones, Madrid, enero de 2007, ISSN 1579-427X
- ↑ a b staff writer, Angola: una población abandonada, http://www.afrol.com/es/especiales/13265, Afrol News, Kroederen, última visita 11 de febrero de 2007
- ↑ Bill y Andrea Revilio, Namibia, New Holland (publishers) Ltd, Köln, revisión española de 1999, ISBN 3-8290-1097-4
- ↑ Zamora, Agustín, Poder nuclear el sueño de la hegemonía mundial, nº 82 de La aventura de la Historia, Arlanza Ediciones, Madrid, junio de 2002, ISSN 1579-427X
- ↑ Irazzabal, Pablo J., Al borde del fin del mundo, nº 48 de La aventura de la Historia, Arlanza Ediciones, Madrid, octubre de 2002, ISSN 1579-427X
- ↑ Gott, Richard, Fidel Castro, el equilibrista, nº 58 de La aventura de la Historia, Arlanza Ediciones, Madrid, agosto de 2003, ISSN 1579-427X
- ↑ a b Delgado, Frank, Veterano, del disco Trova Tur
- ↑ a b Varios, Luchadores de la sabana, nº 21 de Cuerpos de Elite, Editorial Delta, Barcelona, 1986, ISBN 84-7598-184-4
- ↑ Martín, Julio, Balas por diamantes - Cine con historia, nº 91 de La aventura de la Historia, Arlanza Ediciones, Madrid, mayo 2006, ISSN 1579-427X
- ↑ Guerra Civil en Sierra Leona, http://www.afrol.com/es/Paises/Sierra_Leona/esp_guerracivil.htm#up, Afrol News, Kroederen, última visita 14 de febrero de 2007
- ↑ Varios, Historia de la Guerra - The Times (Atlas), La esfera de los libros, Madrid, 2006, ISBN 84-9734-505-3