Caso Dreyfus
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El Caso Dreyfus fue un escándalo político francés que tuvo lugar entre la última década del siglo XIX y la primera del siglo XX (1894-1906); este escándalo, causado por la injusta condena del militar judío Alfred Dreyfus, dividió a la sociedad francesa de la época y marcó un hito en la historia del antisemitismo en Francia.
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[editar] Posibles antecedentes: La Libre Parole
En 1892, algunos años antes de la condena de Dreyfus, se fundó el diario "La libre Parole" (La palabra libre, en francés), que lanzó una campaña de denuncia contra los oficiales de ascendencia judía, a los que consideraba traidores en potencia. Aunque en el mismo año de su fundación este diario renunció a la campaña debido a los duelos entre oficiales del ejército y algunos articulistas y sus allegados, dicha campaña creó parte del ambiente necesario para que estallara el caso Dreyfus.
[editar] Escándalo, condena y rehabilitación
En 1894 el Servicio de Inteligencia francés descubrió, en la papelera del agregado militar de la embajada alemana, una carta sin firma que anunciaba el envío de documentos secretos. La investigación llegó a la conclusión de que Dreyfus era culpable sin mayores indicios que un leve parecido caligráfico.
Como consecuencia de dicha investigación, Dreyfus fue arrestado el 15 de octubre, en un ambiente de exaltado antisemitismo, y encarcelado en la prisión de Cherche-Midi, donde se le sometió a consejo de guerra y, el 22 de diciembre, siendo condenado por traición, lo que le acarreó la expulsión del ejército el 5 de enero de 1895 y la deportación de por vida al presidio de la Isla del Diablo (en la Guayana francesa).
Dreyfus nunca admitió las acusaciones, lo que unido a que el procedimiento judicial que le condenó mostró graves irregularidades (el informe del Servicio de Inteligencia nunca fue comunicado a la defensa), flagrantes contradicciones y manipulaciones a los más altos niveles, provocó que su familia siguiera intentando probar su inocencia. Estos intentos de rehabilitar a Dreyfus fueron descalificados, especialmente por la extrema derecha francesa, como maniobras del grupo de presión judío, desleal con Francia y que intentaba desacreditar al ejército y a las más altas instituciones de la nación, provocando que el país se viera radicalmente dividido entre sus defensores y sus detractores.
A partir de 1895, cuando fueron descubiertas pruebas de que Alemania aún seguía recibiendo documentos secretos franceses, se iniciaron nuevas investigaciones (destacando especialmente la de Georges Picquart), que, aunque al principio pretendían descubrir un nuevo traidor, acabaron concluyendo que el responsable inicial de las filtraciones fue el mayor Ferdinand Walsin Esterhazy y que Dreyfus había sido víctima del antisemitismo del anterior jefe de Inteligencia. Sometido a juicio, Esterhazy fue declarado inocente en 1898 debido a la protección de militares reaccionarios. Dreyfus fue repatriado y sometido a un segundo consejo de guerra, celebrado en Rennes el 30 de junio de 1899, que nuevamente le encontró culpable, aunque atenuó la pena a 10 años de cárcel.
Sin embargo, y tanto a raíz de estos descubrimientos como de la campaña a favor del reo, el presidente de la República, Loubet, concedió el indulto a Dreyfus el 19 de septiembre de 1899, aunque sin reconocer la inocencia de éste. Dreyfus siguió luchando por demostrar su inocencia, lo que consiguió finalmente el 12 de julio de 1906, cuando la Corte de Casación anuló definitivamente el jucio. Fue reintegrado al Ejército con todos sus honores, y se le concedió tanto la Legión de Honor como un mando de artillería en Vincennes.
[editar] La opinión pública francesa ante el caso
La opinión pública francesa se dividió en relación a este tema, enfrentando a los partidarios de revisar el caso -dreyfusards- con los de cerrarlo. En el grupo de los dreyfusards destacaban los liberales, de convicciones democráticas y republicanas, los socialistas y los anarquistas, los intellectuales como Émile Zola y Octave Mirbeau, defensores del Estado de derecho y de los derechos del Hombre, mientras que en el bando opuesto destacaba, a su vez, la derecha nacionalista, de corte antisemita y tendencias autoritarias. Inicialmente, la opinión pública fue mayoritariamente contraria a Dreyfus y apoyó la condena, obligando incluso a algunos diarios a cambiar su línea editorial ante el brusco descenso de subscriptores. Sin embargo, a medida que aparecían nuevas pruebas, los partidarios de Dreyfus cobraron fuerza, especialmente cuando el escritor Émile Zola, el líder socialista Jean Jaurès y el radical Georges Clemenceau encabezaron la causa de los dreyfusards a partir de la publicación (el 13 de enero de 1898), en el periódico L’Aurore de una carta abierta de Zola al presidente de la República, Félix Faure, titulada J'accuse («Yo acuso»), en la que acusaba al tribunal que juzgó a Esterhazy de haberle declarado inocente a sabiendas de que era culpable y que tuvo el efecto de una bomba política.
[editar] Consecuencias del caso Dreyfus
Aunque tanto la extrema derecha como los liberales (principales detractores y defensores, respectivamente, de Dreyfus) mantuvieron su protagonismo tras la exoneración de éste, la victoria de los liberales restó empuje a la extrema derecha, a pesar de la fundación del movimiento fascista Action Française (Acción francesa, en francés) de Charles Maurras en 1898, y promovió la ley de separación entre la iglesia y el estado en 1905.
Sin embargo, una de las consecuencias más importantes de este caso vino dada por la presencia de un periodista austriaco, Theodor Herzl, que, asignado al caso como corresponsal extranjero, y según su propio relato, quedó horrorizado ante el antiseministo surgido durante el juicio de Dreyfus, lo que le llevo a postular el movimiento sionista. Algunos historiadores cuestionan esta afirmación del propio Herzl, y sitúan el nacimiento del sionismo como consecuencia de políticas antisemitas en la Austria natal de Herzl.