Bandera de Portugal
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La bandera de Portugal aparece indicada en el artículo 11.1 de la Constitución portuguesa.
Fue aprobada por la Asamblea Portuguesa el 19 de junio de 1911, su descripción oficial figura en el Decreto número 150, de 30 de junio de 1911 que es norma a la que remite la propia Constitución Portuguesa para definirla. Ha sido empleada desde la Revolución Republicana del 5 de octubre de 1910.
Es una bandera dividida verticalmente (partida) en dos partes desiguales de dos colores, la más estrecha, pegada al mástil es verde oscuro (2/5) y la más ancha es roja (3/5). Sobrepuesto en la unión de los colores, figura el escudo de armas nacionales, de plata orlado de gules y asentado sobre una esfera armilar manuelina, de oro, avivada de negro.
La altura del escudo nacional equivale a la mitad de la que tiene la bandera, quedando equidistante de los bordes.
[editar] Significado
[editar] Los colores
La bandera probablemente tiene un significado mucho más ambiguo que las explicaciones más tradicionales y populares de su diseño. La creencia más difundida, explicitada especialmente durante el Estado Novo (el régimen autoritario nacionalista ocurrido entre 1933 y 1974, cuando lo puso fin la Revolución de los Claveles), dice que el verde representa la esperanza y el rojo la sangre de los que lo han dado todo por la nación. Esta definición de los colores es la más aceptada actualmente, aunque el sentido original es más bien incierto.
Según otras teorías, el rojo representa el alba y la puesta del sol en la singladura de los barcos portugueses durante la Era de los Descubrimientos en el siglo XVI, mientras que el verde evoca el color de los océanos surcados por los grandes navegantes portugueses.
Otra teoría, por último, dice que el rojo significa la sangre derramada en las batallas contra los sarracenos de los siglos XII-XV y que el verde representaría los campos donde tuvieron lugar estas batallas.
[editar] El escudo heráldico portugués
El escudo tradicional portugués ha estado presente en casi todas las banderas que se han ido sucediendo. Es el símbolo primigenio de Portugal, uno de los símbolos nacionales más antiguos aún en uso, y por supuesto uno de los más antiguos de Europa. Usado hace más de 800 años, aparece en todas las banderas excepto la primera. El escudo, de hecho, tiene las raíces en la primera bandera (1143-1185) y el primer rey de Portugal.
Los cinco puntos blancos (besantes) de los cinco escudetes del centro de la bandera hacen referencia a una leyenda relativa al primer rey de Portugal, Alfonso I. Según ésta, antes de la batalla de Ourique (26 de julio de 1139), el rey Alfonso rogaba al pueblo portugués cuando se le apareció Jesús en la cruz. El rey ganó la batalla y, como muestra de gratitud, incorporó las cinco llagas de Cristo (los estigmas) en su bandera. Este mito, similar al ocurrido con el emperador romano Constantino, parece que fue forjado para obtener el reconocimiento del rey portugués por parte de la Santa Sede. Según otra leyenda, los escudetes representarían a los cinco reyes moros derrotados en la mencionada batalla.
Los castillos, que originariamente eran nueve, son un símbolo de las victorias de Portugal sobre sus enemigos durante el reinado de Alfonso III. También harían referencia a los nueve castillos sarracenos tomados por las tropas portuguesas en 1249; además, el castillo era el emblema del Reino del Algarve, el último en ser conquistado por los portugueses, cuando se delimitaron definitivamente las fronteras. Más adelante, el rey Juan II redujo el número de castillos a la bandera a sólo siete.
[editar] La esfera armilar
El dibujo circular es una esfera armilar que sustituyó a la corona de la antigua bandera monárquica. Representaba el Imperio Colonial Portugués en la época de la Revolución y al mismo tiempo los descubrimientos de los navegantes portugueses por todo el mundo. Era el símbolo de Manuel I el Afortunado (1495-1521), que reinó durante el periodo considerado el de máxima pujanza de Portugal. Además, la esfera armilar era también un símbolo que se usaba con frecuencia en las picotas que presidían las plazas públicas (los llamados pelourinhos).
La esfera fue introducida por primera vez en la bandera por Juan VI (1816-1826) como símbolo del Reino de Brasil cuando declaró este país uno de los reinos del Reino Unido de Portugal, Brasil y Algarve. Fue sacada de la bandera después de la muerte del rey, ya que durante su reinado Brasil había conseguido la independencia. De hecho, el hecho de retirar la esfera armilar de la bandera fue una de las voluntades testamentarias del rey, más que una maniobra de su hijo Pedro, el futuro emperador Pedro I de Brasil, con el fin de mantener este territorio dentro de la familia.
[editar] Evolución de la bandera portuguesa
[editar] 1095 - 1139/1143
La ostentación de bandera era algo relativamente reciente en esta época. Las banderas derivaban de los escudos de armas usados por los señores feudales (el primer escudo convertido en bandera parece ser el del Reino de Jerusalén, por concesión del Papa Urbano III).
El escudo del Condado Portucalense era el del conde D. Henrique, el cual consistía en una simple cruz azul sobre fondo plateado (idéntico, curiosamente, al escudo de la ciudad de Marsella).
La historicidad de esta bandera es discutible, pues gran parte de sus referencias surgen en el marco de las grandes conmemoraciones patrocinadas por el Estado Novo Portugués en 1940, especialmente en la Exposição do Mundo Português.
[editar] 1139/1143 - 1185
La primera bandera portuguesa era la utilizada por el primer rey de Portugal en su escudo durante las batallas. Era una cruz azul sobre fondo blanco, y también era el emblema de su padre Enrique de Borgoña, conde de Portugal (1093-1112).
Tras la Independencia de Portugal, aunque sin pruebas históricas que corroboren tal teoría, Alfonso I habría superpuesto a la cruz azul de su escudo los besantes (o monedas), indicando así que el dueño de ese escudo podía acuñar moneda — señal de clara reivindicación de autonomía frente a Alfonso VII. No obstante, no era ese el único motivo: lo besantes ofrecían mayor solidez al escudo de armas del país. De acuerdo con la tradición, esta inclusión de los dineros estaría relacionada con el Milagro de Ourique, según el cual Jesucristo se habría aparecido al primer rey luso, dándole la victoria. De esta forma, Afonso Henriques habría incluido en su escudo de armas las treinta monedas por las que Jesús fue vendido (o según otra teoría, sus cinco llagas). Nótese, no obstante, que el supuesto Milagro de Ourique fue forjado siglos más tarde por los monjes de Alcobaça…
[editar] 1185 - 1245/1248
Las armas reales constaban de cinco escudetes sobre campo argén, dispuestos en cruz y apuntando hacia el centro. Los cinco escudetes representan las cinco heridas que recibió el rey Alfonso I en la batalla de Ourique, o bien los cinco reyes moros derrotados en esta misma batalla, o incluso las cinco llagas de Cristo ya mencionadas.
El sucesor de Afonso Henriques, Sancho I sustituiría la cruz azul por cinco quinas del mismo color. Dice la tradición que, del escudo que Afonso Henriques recibiera de su padre, con una cruz azul, a la cual superpusiera los besantes, no quedaba más que los pliegos que representaban las monedas y pequeños pedazos de tejido azul a ellos pegados, dando así la impresión de los cinco escudetes de quinas que aún hoy posee la bandera. La cruz azul desaparecería, así, definitivamente. Los escudetes eran cinco, puestos en cruz, incluyendo cada uno un número indeterminado de besantes.
[editar] 1245–1248 a 1383–1385
De acuerdo con las prácticas heráldicas de la época, por no ser hijo primogénito de Alfonso II, al heredar el trono de su hermano Sancho II por imposición del Papa Inocencio IV, Alfonso no podría usar «armas limpias», esto es, usar el escudo de su padre sin introducir alteraciones. Se cree que la introducción del bordado rojo y dorado tuviese que ver con el hecho de que su madre (Urraca de Castilla) fuera castellana o, menos probablemente influenciado por su boda con Beatriz de Castilla.
No obstante, la tradición fijó otra historia, corroborada por muchos cronistas a lo largo de la historia portuguesa (Duarte Nunes do Leão, Frei António Brandão, etc.) — la de que los castillos representaban las fortalezas tomadas por Alfonso III a los moros en el Algarve. Estos representan, así, la integración del Reino Moro del Algarve en la Corona de Portugal. Estos cronistas se refieren a varios castillos, sin especificar cuántos eran, citando entre los de Albufeira, Aljezur, Cacela, Castro Marim, Estômbar, Faro, Loulé, Paderne, Porches y Sagres, por lo que, aunque escriban en una época en la que ya estaba fijado en siete el número de castillos, aluden a un número superior. Fue en esta teoría en la que se basó la comisión para el diseño de la nueva bandera republicana en 1910, basándose para justificar la presencia heráldica y el significado de los siete castillos en el bordado.
Se desconoce el número exacto, bien de castillos en el bordado, bien el los bezantes de los escudetes.
[editar] Crisis de 1383-1385
En 1383, con la muerte de D. Fernando, es aclamada reina de Portugal en algunas localidades su hija D. Beatriz, entonces casada con el rey Juan I de Castilla. Éste monarca ordenó incluir las armas de Portugal en las suyas, colocándolas por debajo del escudo de Castilla (como se observa en la imagen de la izquierda), tal y como se desprende de la Crónica de Juan I de Fernão Lopes: «Vinha o arcebispo de Toledo com capa bem rica, e mitra na cabeça, e todos os conegos, e clerezia da cidade rezando, e traziam a bandeira das armas de Castella, e os signaes de Portugal, e concertos em baixo» (venia el Arzobispo de Toledo con capa bien rica, y mitra en la cabeza, y todos lo canónicos y clérigos de la ciudad rezando, y traían la bandera de las armas de Casilla, y los símbolos de Portugal, insertados por debajo). (capítulo LV).
Sucedió, que al salir de la Catedral de Toledo, donde fue aclamado al grito de «Real, real, por el Rey D. Juan de Castilla y de Portugal» por los dignatarios castellanos y los miembros del séquito de doña Beatriz ahí presentes, cuando la bandera era transportada por el alférez João Furtado de Mendonça, que seguía a caballo, «descosió el viento los símbolos de Portugal, que había abajo, y quedaron colgados, y el caballo en el que iba el alférez chocó con en un canto de la catedral, y se partió un omóplato, cayendo con el. Algunos de los que esto vieran, lo interpretaron como una mala señal diciendo entre sí, que nunca debía ser rey de Portugal el rey de Castilla y dijeron al rey de Castilla que no era buena señal lo que había ocurrido con los símbolos de Portugal. Y el luego mandó poner los símbolos en escudos iguales.» (Fernão Lopes, Crónica de D. Juan I, capítulo LVI). La bandera de Portugal y Castilla tomó entonces el aspecto con el que aparece representada a la derecha (idéntica a las armas constantes en los documentos conservados de la época de Beatriz como reina de Portugal).
Esta bandera no ha sido tradicionalmente considerada como una de las banderas históricas del país. Por ello, si se considera que doña Beatriz reinó de jure en Portugal, es legítimo que figure en la galería de banderas nacionales. Pero, a pesar de no haber sido izada jamás en Lisboa, como capital del reino, que siempre se mantuvo fiel a Juan de Avís, es cierto que estuvo en las alcazabas de varias plazas que reconocieron a doña Beatriz como reina legítima, especialmente en Santarém, donde doña Beatriz y su marido se instalaron en una tentativa de obtener el reconocimiento de facto, de su realeza.
[editar] 1385 a 1475 y 1479 a 1485
Con el ascenso al trono del Maestre de la Orden de Avis, Juan I, se produjo una nueva quiebra en la continuidad dinástica, ya que no era hijo legítimo de Pedro I; de esta forma, para distinguirse de su predecesor (su hermanastro D. Fernando I), añadió a las armas nacionales la flor de lis verde, que era el símbolo de la Orden de Avis, quedando cada una de las cuatro puntas visible sobre la bordadura de los castillos.
Es la primera bandera cuya historicidad está comprobada — todas las anteriores son reconstrucciones. Es también en esta época cuando surgen las primeras referencias al uso del término «quina» para designar a los escudetes de las armas nacionales.
Esta bandera sería el origen de la bandera de la organización de juventud salazarista: la Mocidade Portuguesa.
[editar] 1475 a 1479
En 1474, fallece el rey de Castilla Enrique IV. El rey dejó como heredera a su hija Juana, llamada la Beltraneja por sus detractores, que apoyaban a la hermanastra del rey, Isabel como candidata al trono. Con la esperanza de hacer valer los derechos de su hija, el difunto rey pedirá a su cuñado Alfonso V que se casase con su sobrina, como forma de legitimar su débil posición de heredera. En 1475, Alfonso de Portugal accede y se casa con Juana, uniendo a su título el de la corona de Castilla (Rey de Castilla, de León, de Portugal, de Toledo, de Galicia, de Sevilla, de Córdoba, de Jaén, de Murcia, de los Algarves de aquende y de allende los mares en África, de Gibraltar, de Algeciras, y Señor de Vizcaya y de Molina) y procede también a cambiar sus armas, exhibiendo un escudo dividido en cuatro cuartos, con las armas de Portugal en los cuartos I y IV, y las de Castilla en el II y III. Al año siguiente, cuando invade Castilla y es derrotado en la Batalla de Toro, es esta bandera la que transportan sus huestes y es esta bandera la que defiende con valentía el alférez Duarte de Almeida, perdiendo ambas manos en la defensa del estandarte nacional. Es esta bandera la que acompaña también al rey de Portugal en su viista a Francia, donde intenta desesperadamente obtener auxilio de Luis XI para seguir la lucha contra los Reyes Católicos.
[editar] 1479 a 1485
Tras la firma del Tratado de Alcaçovas, en 1479, con la renuncia de Alfonso V, en nombre propio y en el de su mujer Juana, a la Corona de Castilla, se volvió a usar la anterior bandera nacional.
[editar] 1485 a 1495
Un siglo antes, Juan II había sido el responsable de la elaboración de un escudo de armas tal y como hoy se conoce, en sus trazos generales. Fue también el último rey portugués en usar una bandera armorial. Así, en 1485 (según el relato de Rui de Pina en su crónica de D. Juan II) ordenó la supresión de la flor de lis de la Orden de Avis de la bandera (por creer que estaba al margen de la identidad nacional que el escudo de los castillos y quinas comenzaba a transmitir). Estableció igualmente la colocación vertical de las quinas laterales del escudo, debido a que los escudetes derribados podrían ser heraldicamente considerados como señal de bastardía o derrota, lo que no era el caso. Finalmente, ordenó la fijación definitiva del número de castillos bordados en siete y de los besantes en casa quina en cinco, dispuestos en aspa (esta última se debió, en parte, a la gran devoción que tenía el monarca en las cinco llagas de Cristo). Pese a ello, su sucesor Manuel I volvería a las fórmulas antiguas.
[editar] 1495 a 1521
Diez años más tarde, Juan II es sucedido por su primo, el Duque de Beja, Manuel I, que impuso cambios en la bandera para diferenciarse de su antecesor.
De esta forma, hizo asentar las armas reales sobre una bandera blanca de formato cuadrangular ((hasta aquí la bandera no era más que el escudo de armas — una bandera armorial). El escudo volvió a ser cargado en la bordadura con un número superior a siete castillos (aunque también haya representaciones con siete), terminando en forma de cuña. De igual manera ocurría con los escudetes de su interior. Por fin, Manuel ordenó que sobre el escudo se colocase una corona real abierta, símbolo de la autoridad regia y de la centralización del Estado que tanto él como su antecesor habían llevado a cabo.
También hay referencias a que, durante el reinado de Manuel, debido a la intensa actividad marítima, fue frecuentemente usado como pabellón naval portugués la bandera de la Orden de Cristo, ya que ésta era la gran orden ligada a los viajes de expansión.
[editar] 1521 a 1578
Con la subida al trono del hijo de Manuel I, Juan III se produjeron algunas alteraciones menores en el formato y en la composición del escudo, siguiendo para ello el gusto humanista, típico de la época. Se estableció un formato redondo en la parte inferior del escudo, acompañando a las quinas la misma alteración. Fue en este reinado donde el número de castillos volvió definitivamente a ser siete.
[editar] 1578 a 1580
Poco antes de embarcar para África y perder la vida en la Batalla de Alcazarquivir, Sebastián I de Portugal ordenó un cambio aparentemente insignificante, pero de gran significado político — procedió a la sustitución de la corona abierta por una corona real cerrada. Este pequeño cambio simbolizaba el refuerzo de la autoridad regia a través de la conquista de Marruecos y de la obtención de un título imperial, que simbolizaba la corona cerrada. De igual manera, al gusto de la época manierista, se volvió a establecer una forma ojival para el escudo. Esta parece haber sido la primera bandera portuguesa con formato rectangular, pues anteriormente todas habían sido cuadradas.
El decreto de Sebastián I relativo a la bandera, determinó también que, el número de castillos en el bordado de la bandera se estableciese definitivamente en siete, tal y como ya había ordenado Juan II.
[editar] 1580 a 1640
Durante la Unión Ibérica, mientras que el Reino de Portugal permanecía, de jure, separado de los demás dominios de la Casa de Austria, se mantuvieron las armas y la bandera. Este hecho tuvo lugar en el principio de la unión dinástica, en la cual, todos los reinos de la Península Ibérica se mantuvieron bajo un mismo rey.
Donde sí se produjo un cambio fue en las armas de la Casa de Austria que reinaba en España, con la superposición del escudo portugués al conjunto León-Castilla/ Aragón-Cataluña-Nápoles-Sicilia). Esta posición del escudo portugués en el conjunto armorial de los dominios de la Corona Española fue uno de los puntos más debatidos entre el cardenal Enrique I y Felipe II (a través de sus ministros plenipotenciarios Cristóbal de Moura y el Duque de Osuna). A partir del momento en que el rey portugués comprendió que sería imposible resistir a la presión castellana para la absorción de Portugal, el viejo cardenal pidió al monarca español que el escudo de armas portugués ocupase uno de los lugares más relevantes en sus nuevas armas. Los embajadores de Felipe rechazaron esta propuesta, por considerar que Su Majestad Católica no podría «hacer tan notable agravio a los dominios más antiguos de su monarquía»[1] (Castilla y Aragón), pero que, no obstante, daría a lar armas de Portugal el lugar de pieza más honrosa del escudo. Siendo así, terminaría por colocarlas en un punto digno del escudo.
Nótese que esta bandera, no obstante, no era la bandera de un país o Estado. Representa eso sí, el poder de una familia real sobre sus varios dominios europeos. Curiosamente o no, su utilización en Portugal fue poco expresiva, habiéndose utilizado solamente con motivo de las visitas de Felipe II a Tomar y de Felipe III a Lisboa en 1619. Quedan aún hoy en día algunos ejemplares de la bandera en algunas piezas de artillería que se conservan en el Museu Militar y en el Museu da Marinha.
Por otro lado, la bandera de los Austrias de España (la cruz roja en forma de aspa de la Borgoña) se convirtió en cooficial, junto con el pabellón marítimo portugués.
A veces, en ciertas representaciones (de origen desconocido) surge la bandera adoptada por Sebastián I rodeada por 16 ramos de olivo (con 10 ramilletes visibles y otros 6 ocultos), dando un realce particular al escudo portugués. Así, si la conservación de armas y de bandera nacional parece demostrar el respeto de los monarcas españoles por las costumbres e independencia de Portugal, tal y como se acordó en las Cortes de Tomar, la presencia de los elementos vegetales podría representar las siguientes teorías:
- La alegría demostrada por el nuevo rey en obtener el dominio de Portugal (o al revés, la alegría de las clases dirigentes portuguesas, encantadas con una unión que preveían benéfica, sobretodo a nivel económico.);
- la relativa paz con que se hiciera la fusión de la corona de Portugal a los dominios de los Austrias o el deseo del nuevo rey de que la paz volviese a reinar en Portugal.
- ser un símbolo de la victoria de Castilla, demostrando así la conquista y sumisión de Portugal. Esta interpretación parece poco consistente, teniendo en cuenta el esfuerzo que hizo Felipe II para pacificar el país y no herir su orgullo.
- por fin, como Filipe II entró en Elvas, con el fin de encontrase con las Cortes de Tomar y así ser jurado rey en el mes de diciembre de 1580, precisamente cuando los campesinos festejan la cosecha de las olivas, hay también quien sugiere que el nuevo monarca decidió añadir a la bandera portuguesa aquel elemento vegetal en recuerdo a ese viaje, o que fueran los ramos de olivo una invitación al pueblo portugués para potenciar la agricultura.
Según parece, dicha bandera habría sido adoptada en 1616.[2][3].
[editar] 1640 a 1667
Con la restauración de la Independencia, es decir, con el fin de la Dinastía Filipina, la bandera permaneció inalterada excepto por un pequeño detalle estético — se volvió al escudo portugués redondo. En esencia, esta fue la base de la bandera usada por Portugal hasta el Liberalismo. Durante este periodo, fue también utilizada la bandera de la restauración, que era la bandera de la Orden de Cristo con fondo verde.
Mientras tanto, el rey Juan IV por decreto de 25 de marzo de 1646 declara patrona del reino a Nuestra Señora de la Concepción y adopta, como su bandera personal, la bandera nacional con fondo azul.
[editar] 1667 a 1707
En este año tiene lugar el golpe de estado que quita el poder a Alfonso VI y coloca en la regencia del reino a su hermano Pedro II, que procede a un nuevo cambio en la bandera (por los mismos motivos que Alfonso III, Juan I y Manuel I). La corona real cerrada con tres arcos pasa a tener cinco arcos visibles, simbolizando así un nuevo refuerzo a la autoridad regia.
D. Pedro usó como bandera personal las armas nacionales sobre fondo verde.
[editar] 1707 a 1816
Con la llegada al trono de Juan V, los cambios en la bandera son meramente cosméticos, atendiendo apenas al gusto de la época barroca. La bordadura inferior pasa a terminar en cargo contracurvado y se añade una barra púrpura a la corona real. Nótese la importancia simbólica que el color púrpura tenía en la época, ya que era el color imperial por excelencia. A esa alteración no fue ajeno el descubrimiento de oro en Brasil, que posibilitó la financiación de tantas de las obras de ese reinado, incluida la atribución del Papa de la dignidad de Patriarcado a la ciudad de Lisboa (1716) y la concesión del título Su Majestad Fidelísima al rey Juan V y sus sucesores (1744).
El propio Juan V usó las armas nacionales asentadas en un pabellón rojo/púrpura como su estandarte personal. A medida que se aproxima el fin del siglo XVIII, el formato exterior del escudo se torna más intrincado y complejo, de acuerdo con los patrones artísticos de la época, influenciados por el rococó.
[editar] 1816 a 1826
Por decreto del príncipe regente don Juan, firmado el 16 de diciembre de 1815, el Brasil fue elevado a la condición de Reino dentro del Estado Portugués, que pasó a tener la denominación oficial de Reino Unido de Portugal, Brasil y Algarves. Así, se procedió a una nueva alteración en las armas nacionales, sancionada por carta de ley de Juan VI de Portugal el 13 de marzo de 1816. Para representar al Brasil en el marco del nuevo reino, fue puesto detrás del escudo una esfera armilar de oro e campo de azul, sobreponiendo a todo el conjunto la corona real cerrada (del mismo modo que, legendariamente las quinas representaban al reino de Portugal y el bordado de los castillos al reino de los Algarves).
Se recuperó así un viejo símbolo asociado a la imaginería imperial manuelina para representar al nuevo reino. El propio Brasil tuvo derecho a tener bandera propia, que era semejante a la portuguesa, excepto por la ausencia del escudo de armas portugués — o sea, se ceñía apenas a una esfera armilar dorada asentada sobre una bandera azul. De resto, era una variación de la bandera ya antes usada por el heredero de la corona como Príncipe de Brasil.
La armas nacionales, que consistían en el escudo portugués envuelto por el collar de la Orden de Cristo y por dos grifos pasó a tener tres grifos, simbolizando el nuevo reino de Brasil integrado en la Corona Portuguesa.
[editar] 1826 a 1830–1834
Habiendo sido oficialmente reconocida la Independencia de Brasil en 1825 por Portugal (A través del Tratado de Río de Janeiro), tras la muerte del rey Juan VI, en marzo de 1826, se volvió al antiguo diseño de la bandera que había sido adoptada por Juan V en 1707. El motivo del cambio fue que no tenía sentido mantener en las armas nacionales un símbolo que representaba a un país ahora independiente.
Esta bandera fue abandonada en 1830 por la reina María I y del absolutismo hasta su derrota y capitulación en Évora Monte cuatro años más tarde.
[editar] 1830 a 1910
La última bandera de la Monarquía entró en vigor por decreto de 18 de octubre de 1830, emitido por el Consejo de Regencia en nombre de la reina María II de Portugal, consejo ese que se hallaba exiliado en la Isla Terceira, por motivo de las Guerras Liberales.
Este determinaba que la bandera nacional pasase a ser verticalmente bipartida de blanco y azul, quedando el azul del lado del mástil; sobre el conjunto, al centro, deberían asentarse las armas nacionales, cada mitad sobre cada color.
Reza la tradición que la primera bandera constitucionalista habría sido bordada por la propia reina María II de Portugal y traída al continente por los Bravos do Mindelo, cuando desembarcaron en las proximidades de Vila do Conde para conquistar Oporto, donde permanecerían sitiado por algo más de un año.
Se ha generado alguna controversia acerca de las proporciones del blanco y azul en esta bandera; la bandera para uso terrestre era igualmente bipartida de blanco y azul; la de uso naval, esa sí, presentaba el azul y el banco en la proporción de 1:2, un poco a semejanza de lo que sucede con en actual pendón nacional portugués.
[editar] Desde 1910
Tras la revolución republicana, el 5 de octubre de 1910, la Bandera de la Monarquía Constitucional fue abolida y el Estado promovió un concurso de banderas para representar al nuevo gobierno.
Hubo entonces un gran debate para decidir el mantenimiento del azul y blanco de la monarquía o por la adopción del verde y rojo del Partido Republicano Portugués. Aunque muchas de las propuestas para la nueva bandera se centraban en el azul y blanco (como entre otras, la del poeta Guerra Junqueiro), la vencedora fue una bandera roja y verde, colores asociados al PRP desde la fracasada revuelta del 31 de enero de 1891. Los autores del diseño actual del símbolo nacional fueron Columbano Bordalo Pinheiro, João Chagas y Abel Botelho.
Para escoger la nueva bandera el gobierno no esperó a obtener el beneplácito de la asamblea constituyente ni procedió a la celebración de un plebiscito, como fue solicitado por los que estaban en contra de los nuevos colores de la bandera.
Anunciada oficialmente el 30 de junio de 911, estaba basada en la bandera que Machado Santos, el "héroe" de la Rotunda usó, así como en la que pendía del navío rebelde Adamastor, durante la Revolución Republicana. El gobierno ordenó que el nuevo símbolo nacional fuese confeccionado en gran escapa y que fuesen colgadas banderas por todo el país durante las celebraciones del 1 de diciembre, día de la independencia, que ese año pasó a denominarse Dia da Bandeira.
Incluso con dos revoluciones que condujeron a otros dos cambios de régimen, los sucesivos gobiernos republicanos nunca alteraron el diseño de la bandera.
[editar] Heráldica y minorías discordantes
Aunque hoy en día esté profundamente enraizada en el pueblo portugués la "Verde y Rubra" es rechazada por aquellos que discuerdan con la imposición sin consulta al pueblo de colores históricamente ajenos a la identidad nacional, independientemente del régimen de jefatura de Estado en que el país viva, monarquía o república. Los monárquicos, por ejemplo, continúan utilizando la tradicional bandera liberal azul y blanca de 1830, y los nacionalistas prefieren usar la azul y blanca sin la corona, como siendo una bandera republicana.
Otro problema es la cuestión heráldica; en las reglas de heráldica, el verde y el amarillo son dos esmaltes, y como tal nunca deberían entrar en contacto el uno con el otro (la heráldica permite únicamente la yuxtaposición de esmaltes y metales — o sea, de los demás colores con el blanco/plata y el amarillo/oro). Siendo asím muchos estudiosos de la heráldica consideran a la bandera portuguesa (así como, por ejemplo, la Bandera de Lituania y la Bandera del Vaticano), como "errores heráldicos".
[editar] Otras banderas usadas en Portugal
Bandera personal de D. Manuel I |
Bandera personal de D. Manuel I (alternativa) |
Bandera de D. João V rodeada por el collar de la Orden de Cristo (siglo XVIII) |
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Bandera personal de D. João IV |
Bandera personal de D. Pedro II |
Bandera personal de D. João V y de D. Maria II |
Bandera personal de D. Pedro V |
[editar] Véase también
[editar] Enlaces externos
- Commons alberga contenido multimedia sobre Bandera de Portugal.
- Propuestas para la bandera de 1910, en Flags of the World (en inglés)
- La bandera, en la web del Ministerio de Defensa portugués (en portugués)
[editar] Notas
- ↑ VEIGA, Carlos Margaça, A Herança Filipina em Portugal, Lisboa, CTT-Correios de Portugal, 2005, p. 45.
- ↑ Domínio Espanhol.
- ↑ Bandeiras do Brasil imperial.