Reconquista
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Este Artículo se refiere al proceso desarrollado en la península Ibérica entre los siglos VIII y XV, otros significados de la palabra ver Reconquista (desambiguación).
Se denomina "reconquista" al período de la historia de los reinos cristianos de la Península Ibérica comprendido entre los años 718 (fecha probable de la rebelión de Pelayo) y 1492 (final del reino de Granada) y caracterizado por su coexistencia con el Islam en territorio peninsular.
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[editar] Análisis modernos del Término
El término, es históricamente inexacto, pues los reinos cristianos que «reconquistaron» el territorio peninsular se constituyeron con posterioridad a la invasión islámica, como parte de los esfuerzos de algunas de estas monarquías por presentarse como directos sucesores del antiguo reino visigodo. Un intento de legitimación de estos reinos, que se consideraban verdaderos herederos de sangre y cultura de los visigodos. En el Siglo de oro hubo poetas que definían y denominaban a los españoles como "godos" (como dijo Lope de Vega: "ea, sangre de los godos") y durante las guerras de independencia en América Latina, eran también así llamados por los patriotas americanos (de allí procede el uso que se le da en Canarias para referirse al español peninsular).
Según esta visión (no compartida por varios historiadores), la Reconquista es, además, un concepto parcial, pues transmite sólo la visión europea de este complejo proceso histórico, soslayando el punto de vista de los andalusíes; por otro lado, excepto en algunos momentos puntuales, no hubo claramente en el lado cristiano, una conciencia de «reconquista».
Es posible que el origen del concepto de "reconquista" fuera la definición de los historiadores musulmanes, que hablaron de la «conquista» de Iberia o Al-Andalus. Esto parecería igualmente inexacto, según estos puntos de vista, ya que la caída de la élite gobernante visigoda se hizo con cierta pasividad de una población, la hispanorromana, abrumada ya del dominio político (y de la presión fiscal) a que estaban sometidos por una oligarquía visigoda. Otros historiadores, como Ignacio Olagüe Videla en su controvertida y cuestionada La Revolución islámica en Occidente (1974), consideran que la invasión militar islámica es un mito, sosteniendo que la creación de Al-Andalus fue el resultado de la conversión de gran parte de la población hispana al Islam.
También puede deberse al intento de los reinos cristianos (especialmente Castilla) de justificar sus conquistas europeas, considerándose herederos exclusivos de los godos. Curiosamente, se usa normalmente el término «conquista de Granada» en lugar del de «reconquista de Granada».
En su "España invertebrada", Ortega y Gasset afirmaba que "Una reconquista de seis siglos no es una reconquista".
Algunos autores han propuesto con poco éxito, el término alternativo de "conquista cristiana", sin las implicaciones ideológicas del término "reconquista" y más acorde con la precisión histórica.
No obstante, la expresión "reconquista" continúa siendo utilizada y considerada apropiada actualmente por la mayoría de los historiadores y estudiosos, tanto en España como internacionalmente, para designar este período histórico.
[editar] Historia política
En 711 se produjo en la Península Ibérica la primera invasión de los musulmanes procedentes de África del Norte. Entraron por Gibraltar (que precisamente debe su nombre actual a Tarik, general que desembarcó) y que el propio Roderic o Roderico (Don Rodrigo), uno de los últimos de los reyes visigodos, fue a rechazar, perdiendo la vida en la Batalla de Guadalete.
En el 713 cayó Toledo y en el 714 Zaragoza. Tarik fue llamado a Damasco, entonces capital del califato, para informar y nunca más volvió. Su lugar lo ocupó el gobernador Abdal-Aziz, comenzando el emirato independiente.
A partir de este momento comenzaron una política de tratados con los nobles visigodos que les permitió controlar el resto de la península. En el 716 Abdal-Aziz fue asesinado en Sevilla y comenzó una crisis tal que en los siguientes cuarenta años se sucedieron veinte gobernadores. En este año 716 los árabes comenzaron a dirigir sus fuerzas hacia los Pirineos, para tratar de entrar en el Reino Carolingio.
La reconquista se divide entonces en 2 partes
[editar] El foco asturiano
En el año 718 un noble llamado Pelayo se sublevó. Fracasó, fue hecho prisionero y enviado a Córdoba (los escritos usan la palabra Córdoba, pero esto no implica que fuera la capital, ya que los árabes llamaban Córdoba a todo el califato).
Sin embargo, consiguió escapar y organizó una segunda revuelta en los montes de Asturias, que empezó con la batalla de Covadonga del 722. Esta batalla se considera el comienzo de la Reconquista y del primer reino cristiano, que fue el reino de Asturias. La interpretación es discutida: mientras que en las crónicas cristianas aparece como una gran victoria frente a los infieles, gracias a la ayuda de Dios, los cronistas árabes describen un enfrentamiento con un reducido grupo de cristianos, a los que tras vencer se desiste de perseguir al considerarlos inofensivos. Probablemente fuera una victoria cristiana sobre un pequeño contingente de exploración. La realidad es que esta victoria de Covadonga, por pequeñas que fueran las fuerzas contendientes, tuvo una importancia tal que polarizó en torno a Don Pelayo un foco de independencia del poder musulmán, que le permitió mantenerse independiente e ir incorporando nuevas tierras a sus dominios.
El reino de Asturias recibió desde el principio el apoyo del Ducado de Cantabria, que estaba en una situación de relativa independencia respecto de los musulmanes. En cualquier caso, los árabes desistieron de controlar la zona más septentrional de la península, dado que en su opinión, dominar una región montañosa de limitados recursos e inviernos extremos, no valía la pena el esfuerzo. Los cristianos de la zona no suponían peligro, y controlar el extremo más alejado supondría más costes que beneficios. De todas formas, la sorprendente expansión del minúsculo estado pronto preocupó a las autoridades califales. Hubo sucesivas incursiones (en tiempos de Alfonso II, se hizo una cada año en territorio asturiano), pero el reino sobrevivió y se siguió expandiendo, con sonoras victorias, como la batalla de Lutos, Polvoraria y la toma de Lisboa en 798.
El reino de Asturias era inicialmente de carácter indígena y fue sometido en sus últimas décadas a una sucesiva gotificación debida a los inmigrantes de cultura hispanogoda huidos al reino cristiano del norte. Asimismo, fue un referente para parte del espacio cultural europeo con la batalla contra el adopcionismo. El reino estuvo por épocas muy vinculado al de los francos, sobre todo a raíz del "descubrimiento" del sepulcro del apóstol Santiago. Esta idea "propagandista" consiguió vincular a la Europa cristiana con el pequeño reino del norte, frente a un Sur islamizado.
El Reino de Asturias tuvo varias escisiones. La primera a la muerte del rey Alfonso III el Magno, que repartió sus dominios entre tres de sus cinco hijos, García, Ordoño y Fruela. Estos dominios incluían, además de Asturias, el condado de León, el de Castilla, el de Galicia, la marca de Álava y la de Portugal (que entonces era sólo la frontera sur de Galicia). García se quedó León, Álava y Castilla fundando el Reino de León. Ordoño se quedó Galicia y Portugal, y Fruela se quedó Asturias.
[editar] El foco pirineaico: formación de los reinos

Se originó a partir de la resistencia carolingia (el caudillo franco Carlos Martel había rechazado la invasión musulmana de Aquitania en la Batalla de Poitiers en 732). Posteriormente su sucesor, Carlomagno, creó la Marca Hispánica (frontera militar del sur) que dio origen a otros tres focos cristianos en la Península: el Reino de Pamplona, los condados catalanes y el Reino de Aragón.
[editar] Navarra
El Reino de Pamplona, posteriormente llamado Reino de Navarra, tuvo como origen la propia familia gobernante, que había pactado con los musulmanes (y hasta se habían convertido al Islam), y luego se rebeló contra ellos. Su primer rey fue Íñigo Arista. Navarra llegó a controlar lo que actualmente es Navarra (su origen) y lo que actualmente es Pais Vasco y a unir dinásticamente los condados de Castilla, dependiente de León pero muy independiente, y Aragón, Sobrarbe y Ribagorza en los Pirineos en tiempos de Sancho el Mayor. A su muerte dividió en tres su reino, quedando Navarra aislada y descolgada de la Reconquista. En 1512, Fernando el Católico la tomó, quedando así Castilla, Aragón y Navarra bajo la misma corona.
[editar] Marca Hispánica
El territorio situado entre el oriente de Navarra y el mar se dividió en condados sometidos a los francos. Los condados catalanes fueron divisiones de la zona occidental Marca Hispánica y los condados de Aragón, Sobrarbe y Ribagorza ocupaban la zona intermedia. Fue una zona de contención militar que tomaron los francos para frenar las incursiones sarracenas. Si bien la intención inicial de estos era llevar las fronteras hasta el Ebro, la Marca quedó delimitada por los Pirineos en el norte y por el Llobregat en el Sur. Con el tiempo se independizó del dominio franco con condes como Wifredo el Velloso y Aznar Galindo.
En la zona de los condados catalanes, el Condado de Barcelona se convirtió muy pronto en el condado dominante de la zona. Con el tiempo, tras la unión dinástica entre el Condado y el Reino de Aragón que daría origen a la Corona de Aragón, los dominios de esta corona se extendieron hacia el sur y el Mediterráneo.
El Reino de Aragón tiene su origen en un condado también dependiente de esta marca, que sería anexionado por uniones dinásticas por Navarra. Tras la muerte de Sancho III de Navarra, su reino fue dividido, nombrándose a su hijo Ramiro rey de Aragón. La muerte de un hermano suyo, Gonzalo, hizo que Ramiro I uniera a los condados de Aragón, Sobrarbe y Ribagorza en el nuevo reino. Poco después, llegó a anexionarse Navarra, aunque tras la muerte de Alfonso I el Conquistador la unión se deshizo. Por esa época, tras una dura lucha con las taifas de Zaragoza, el Reino aragonés llegó al Ebro, conquistando la capital en 1118.
Más tarde se produciría la unión dinástica, con el matrimonio de Petronila (hija única del rey de Aragón) y Ramón Berenguer IV, conde de Barcelona, lo que conformó la Corona de Aragón, confederación que agrupaba al Reino y a los Condados. Hay que destacar que sólo fue una unión dinástica: ambos territorios continuaron con sus instituciones.
La Corona acabaría por unificar con el tiempo lo que hoy es Cataluña, arrebatando a los árabes el resto de Cataluña, la Cataluña Nueva, y anexionándose los restantes territorios, aunque hay que destacar que los diversos condados siguieron disfrutando de cierta autonomía.
[editar] El avance cristiano
[editar] Religión y cultura
En los territorios dominados por los musulmanes continuaban existiendo, separadas pero pacíficamente, comunidades cristianas (con religión, idioma y leyes propias). La tolerancia se perdió a medida que avanzaba la conquista de la península (de los territorios que antes pertenecían al dominio de los visigodos por los estados cristianos del norte, en buena parte herederos de los visigodos) y con la llegada de los almorávides y almohades del Norte de África.
También en los territorios que habían vuelto a pasar bajo el dominio de los reyes cristianos seguían viviendo musulmanes. Así se producía un intercambio cultural importante entre musulmanes y cristianos. Junto con estas dos culturas coexistía la judía. Sabían, además del hebreo, el árabe y el castellano, por lo que tenían un papel importante en la traducción de textos a diversos idiomas (junto con traductores cristianos en la Escuela de Traductores de Toledo). La figura cultural judía más importante es el filósofo Moisés Maimónides. Gracias a la traducción al latín, los textos árabes tendrían difusión en otros países europeos y no fue menos importante el hecho de que los árabes habían conservado y traducido una inmensa cantidad de textos griegos y latinos, que por esta vía volvieron a ser parte de la cultura europea.
Los Reyes Católicos acabaron la reconquista de España a principios de 1492. Ese mismo año expulsaron al rey Boabdil, de la dinastía Nazarí, con la toma de Granada. La tolerancia religiosa que había habido hasta entonces dejó de serlo con la expulsión de los judíos en 1492. Acabó del todo un siglo después, con la expulsión de los moriscos, homogeneizando así toda la península en materia de religión.
Sin embargo, todavía hoy en día quedan en España recuerdos de aquella época: unas 4000 palabras de origen árabe (muchos nombres y sustantivos aunque muy pocos verbos), empleadas lógicamente con mayor profusión cuanto más al sur, monumentos de la época (fortalezas como La Alhambra, mezquitas como la de Córdoba) y elementos artísticos (ornamentos, mosaicos) en iglesias cristianas.
[editar] Véase también
[editar] Enlaces externos
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- Mapa de la Reconquista
- Medievalismo.org, web en varios idiomas.
- Mapa genealógico de los enlaces y descendencia de los reyes cristianos elaborado por Pedro de Ugarte