Doctores de la Iglesia
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Doctor de la Iglesia es un título que la Iglesia (el Papa o un Concilio Ecuménico) otorga oficialmente a ciertos santos para reconocerlos como eminentes maestros de la fe para los fieles de todos los tiempos.
Han ejercido una influencia especial sobre el desarrollo del cristianismo, sentando las bases de la doctrina sucesiva. En el cristianismo primitivo el título se adjudicó espontáneamente a ocho de los Padres de la Iglesia, cuatro de rito latino:
Y cuatro de rito griego:
El Papa Pío V, en el siglo XVI, definió formalmente los criterios para la declaración de la dignidad, y desde entonces otros 25 santos antiguos y modernos han sido reconocidos como doctores de la Iglesia.
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[editar] Doctores orientales
La tradición bizantina recordaba como Padres de la Iglesia en sentido amplio a todos los teólogos previos al siglo VI, la época de la primera estabilización de la doctrina cristiana. De entre éstos, pronto se generalizó una especial veneración por Juan Crisóstomo, Basilio Magno y Gregorio Nacianceno, y ya el emperador León VI el Sabio, instituyó un festival común para los tres el día 30 de enero con el nombre de festival de los tres jerarcas; los sermones leídos tradicionalmente en el festival son obra de Cosme Vestitor, un renombrado orador del siglo X, y las representaciones iconográficas de los tres jerarcas son frecuentes en la arquitectura eclesiástica bizantina.
La Menaea del 30 de enero narra la leyenda de la aparición de los tres doctores al obispo Juan Euquites en sueños, ordenándole conmemorarlos conjuntamente para evitar rivalidades entre sus fieles y seguidores. La inclusión de Atanasio parece posterior, probablemente motivada por la analogía con los cuatro doctores occidentales y los cuatro evangelistas, y siguiendo a Ireneo de Lyon, que había buscado mostrar en varios ámbitos la existencia de cuatro pilares de la Iglesia.
[editar] Doctores occidentales
La tradición escolástica elaboró por su parte la noción de los cuatro doctores, y ésta se vio confirmada ya en 1298 por Bonifacio VIII, que publicó una decretal ordenando honrarlos especialmente. En 1567 su número se incrementó al reconocer también las fiestas de los doctores griegos, y al año siguiente el papa Pío VI les sumó al primer doctor moderno, Tomás de Aquino, dominico como él. En 1588 el papa franciscano Sixto V añadió al también franciscano Buenaventura de Fidanza.
[editar] Doctrinas católica y ortodoxa
Mientras en Oriente la dignidad de doctor no ha estado asociada a ninguna definición formal, y otros teólogos además de los arriba mencionados se honran ocasionalmente con ese título —en especial Gregorio Niceno, León I el Magno, Máximo el Confesor, Juan Damasceno, Simeón el nuevo teólogo, Gregorio Palamás y Marcos de Éfeso—, la Iglesia Católica vinculó el título a tres condiciones: la eminens doctrina, es decir, la eminencia doctrinal en materia de teología y culto; la insignis vitae sanctitas, es decir, un elevado grado de santidad; y la Ecclesiae declaratio, es decir, una proclamación formal por parte de la Iglesia, que Benedicto XIV precisó como afirmada por el Sumo Pontífice o por un Concilio Ecuménico. Ningún concilio ha ejercido esta facultad, sin embargo.
La concesión de la dignidad de doctor de la Iglesia no implica necesariamente la convalidación de la totalidad de la doctrina que el doctor ha sostenido; aunque la Congregación de los Ritos Sagrados, la encargada de la proclamación, realiza un examen de la obra del prospectivo doctor, ésta no se integra necesariamente al dogma proclamado ex cathedra por la Iglesia, y aún en el caso de los doctores más reputados muchas de sus doctrinas han sido declaradas erróneas tras su muerte. Los temas sobre los que los doctores han escrito varían marcadamente; además de teólogos sistemáticos, como Tomás, Anselmo de Canterbury o Alberto Magno, se cuentan entre ellos epígrafos y predicadores, místicos, como Juan de la Cruz y Teresa de Ávila, y aún historiadores y eruditos como Beda el Venerable, cuya Historia Ecclesiastica Gentis Anglorum es una extraordinaria fuente de información sobre la Inglaterra medieval.
La tradición escolástica llama convencionalmente con epítetos que recuerdan al de doctor de la Iglesia a ciertos teólogos; así, Duns Scoto es conocido como doctor subtilis, el "doctor sutil", y Roger Bacon como doctor mirabilis, el "doctor en maravillas", aunque ninguno de ellos es formalmente doctor de la Iglesia y, de hecho, la teología de Scoto ha gozado de poca popularidad fuera de su propio tiempo. Sí son realmente doctores el doctor seraphicus, Buenaventura, el doctor universalis, Alberto Magno, y el doctor angelicus, Tomás.
[editar] Liturgia
Los doctores de la Iglesia son honrados con una liturgia especial en la misa dicha en su honor; esto excluye del nombramiento como doctor a los mártires, puesto que el oficio de la misa se reserva tradicionalmente para honrar a los confesores. El introito de la misa se adopta del de Juan el Evangelista; adicionalmente, el ofocio incluye la lectura del Credo y la antístrofa del Magnificat reza o doctor optime ("oh, excelentísimo doctor"). Estos dos últimos son los rasgos característicos del oficio doctoral, pues en la fiesta de algunos santos —en particular Juan Damasceno, pero también Atanasio, Basilio y Cirilo de Jerusalén— se dicen misas especiales.
[editar] Adiciones
La lista completa de doctores ha recibido añadidos hasta la actualidad, en la que cuenta con treinta y tres nombres.
- En 1720 Clemente XI incorporó a Anselmo de Canterbury;
- en 1722 Inocencio XIII, a Isidoro de Sevilla;
- en 1729 Benedicto XIII, a Pedro Crisólogo;
- en 1754 Benedicto XIV, a León Magno;
- en 1828 León XII, a Pedro Damián;
- y en 1830 Pío IX, a Bernardo de Claraval.
- A lo largo de su papado, este último incluirá también a Hilario de Poitiers (1851), Alfonso María de Ligorio (1871) y Francisco de Sales (1877).
- En 1883 León XII añadiría a Cirilo de Alejandría, Cirilo de Jerusalén y el Damasceno, y en 1899, a Beda el Venerable.
- Benedicto XV proclamaría a Efraín de Siria en 1920;
- Pío XI, a Pedro Canisio (1925), Juan de la Cruz (1926), y Roberto Belarmino y Alberto Magno (1931);
- Pío XII, a Antonio de Padua (1946);
- Juan XXIII, a Lorenzo de Brindisi (1959).
- Pablo VI sumaría a las primeras mujeres, Teresa de Ávila y Catalina de Siena, en 1970
- Juan Pablo II añadiría a Teresa de Lisieux en 1997.
[editar] Los treinta y tres Doctores de la Iglesia Católica
En la siguiente lista aparecen la totalidad de los Doctores de la Iglesia católica, ordenados según la fecha de su proclamación como tales.
[editar] Referencias
- Mayeur, Jean-Marie; Pietri, Charles; Pietri, Luce; Vauchez, André; Venard, Marc (1993), Die Geschichte des Christentums. Religion, Politik, Kultur, Freiburg, Baseil, Wien: Herder. 14 vols.