Combate naval de Iquique
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Combate de Naval de Iquique | |
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Parte de: Guerra del Pacífico | |
Combate Naval de Iquique, Oleo de Thomas Somerscales |
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Fecha: 21 de mayo de 1879 | |
Lugar: Puerto de Iquique, Perú (actualmente Chile) | |
Resultado: Victoria Peruana | |
Beligerantes | |
Armada de Chile | Marina de Guerra del Perú |
Comandantes | |
Arturo Prat Chacón † | Miguel Grau Seminario |
Bajas | |
135 muertos 62 heridos 1 corbeta hundida |
1 muerto 7 heridos |
El combate naval de Iquique fue un enfrentamiento naval de la guerra del Pacífico. Se llevó a cabo el 21 de mayo de 1879 y en él se enfrentaron el monitor peruano Huáscar y la corbeta chilena Esmeralda. Este combate ocurrió paralelamente al combate naval de Punta Gruesa.
Tabla de contenidos |
[editar] Antecedentes previos
En mayo de 1879 la escuadra chilena, al mando de Juan Williams Rebolledo, se desplazó hasta el puerto de la ciudad de Iquique. El plan original de Williams era bloquear este puerto y evitar su uso por parte de la marina de guerra del Perú como lugar de recalada para sus barcos de abastecimiento, principal vía de suministros para las tropas peruanas que combatían contra el ejército chileno en el desierto. Sin embargo, el bloqueo de Iquique no resultó a la armada peruana un apremio lo suficientemente poderoso para que concurriera a presentar batalla, lo que le restó significación estratégica. Ante la ausencia de la escuadra peruana, Williams opta por cambiar su plan original. El 16 de mayo decide atacar el puerto peruano de El Callao, zarpando con todos los buques disponibles, a excepción de la corbeta Esmeralda, la goleta Covadonga y el transporte Lamar. Williams deja como Jefe de bahía al Comandante Arturo Prat.
Por su parte la primera división naval peruana, es decir el monitor Huáscar, la fragata blindada Independencia y los transportes Chalaco, Limeña y Oroya, acompañados por el monitor Manco Cápac de la Segunda División Naval, zarpa el mismo dia rumbo a Arica escoltando al presidente Mariano Ignacio Prado y a su Estado Mayor. Ambas escuadras se cruzaron en alta mar sin avistarse la una a la otra. Una vez en Arica, los peruanos recibien la noticia de que el grueso de la flota chilena navega hacia el Callao y que tres buques enemigos permanecen bloqueando Iquique. También se informan de que un convoy sureño transporta a dos mil quinientos soldados desde Valparaiso hacia Antofagasta. Debido a esto se dispone que el Huáscar y la Independencia avancen hacia Iquique con órdenes de romper el bloqueo y capturar o destruir las naves chilenas y que luego atacaran el convoy de Valparaíso [1].
[editar] Buques enfrentados
[editar] Corbeta Esmeralda
La Esmeralda era una corbeta de madera de 850 t de desplazamiento construida en 1855. Su armamento estaba compuesto por ocho cañones de 40 lb, cuatro de 30 lb y dos de 6 lb. Su sistema de propulsión era mixto, máquina a vapor y vela. Al momento de entrar en combate sus máquinas estaban en mal estado de mantención y sólo eran capaces de propulsar el buque a una velocidad de 4 nudos.
[editar] Monitor Huáscar
El Huáscar, es un buque blindado de 1.745 t de desplazamiento construido en 1865. Cuenta con un blindaje de 4,5 pulgadas de espesor y su armamento principal estaba constituido, en esa época, por dos cañones de avancarga Armstrong de 300 lb ubicados en una torre giratoria blindada. Su sistema de propulsión era también mixto, máquina a vapor y vela siendo capaz de alcanzar una velocidad máxima de 12 nudos.
[editar] Inicio del combate
A las ocho de la mañana del 21 de mayo los blindados peruanos alcanzaran su objetivo y de inmediato se aproximaron para neutralizar a los buques chilenos que se encontraban en la entrada de la bahía. Casi a la misma hora el vigía de la Covadonga, avista a los buques peruanos dando el aviso. El capitán de corbeta Carlos Condell de la Haza comunicó el hecho al capitán de fragata Arturo Prat Chacón, comandante de la Esmeralda. En el monitor Huáscar al avistarse los buques chilenos, se iza bandera de combate, acción que es imitada en la Independencia. Grau ordena un disparo de advertencia entre las naves chilenas. No obstante su inferioridad, los buques chilenos rehúsan rendirse y se disponen a dar combate. Al comprender que no queda más remedio que resolver la situación por la vía de las armas, el comandante Grau arenga a su tripulación:
“Tripulantes del Huáscar. Ha llegado la hora de castigar a los enemigos de la patria y espero que lo sabréis hacer cosechando nuevos laureles y nuevas glorias dignas de brillar al lado de Junín, Ayacucho, Abtao y 2 de Mayo. ¡Viva el Perú!”. — Arenga del capitán de navío Miguel Grau Seminario a la tripulación del Huáscar
A bordo de la corbeta Esmeralda, Prat también arenga a su tripulación:
“¡Muchachos: La contienda es desigual, pero, ánimo y valor. Nunca se ha arriado nuestra bandera ante el enemigo y espero que no sea ésta la ocasión de hacerlo. Por mi parte, os aseguro, que mientras yo viva, esa bandera flameará en su lugar y si yo muero, mis oficiales sabrán cumplir con su deber”. — Arenga del capitán de fragata Arturo Prat Chacón a la tripulación de la Esmeralda
[editar] Desarrollo del combate
Durante los primeros treinta minutos, los buques peruanos se enfrentan en maniobras envolventes contra los dos buques chilenos. Estas maniobreas hacen que la Esmeralda reviente sus calderas lo que le reduce su andar a poco más de 2 nudos. Los buques chilenos concentran su fuegos sobre el monitor Huáscar sin causarle daño al rebotar los proyectiles en la coraza del buque peruano. La Independencia disparaba sin causar ningún daño. Al aproximarse la Independencia para entrar en combate, la Covadonga comienza a alejarse del escenario del combate con rumbo sur. Este hecho es advertido por Grau quien ordena al capitán de fragata Juan Guillermo More Ruiz darle caza. En este momento el combate se divide en dos: uno entre el Huáscar y la Esmeralda y el otro entre la Independencia y la Covadonga (ver combate naval de Punta Gruesa). La Covadonga abandona la rada de Iquique pegada a la costa tratando de evitar ser espoloneada por la fragata Independencia.
Sin escapatoria, debido a lo limitado de su andar, la Esmeralda queda sola en el cerco del Huáscar. Considerando lo anterior, Prat pone su buque cerca de la playa, de manera que los disparos del "Huáscar" pusieran en peligro a la población, lo que obligaría al monitor a disparar con cuidado y por elevación, dificultando su puntería. Cuando el Huáscar había estrechado su distancia a la Esmeralda a 600 metros, se le acerca un bote tripulado por el Capitán de Puerto Salomé Porras y el Práctico Guillermo Checley, quienes informan erróneamente a Grau que la Esmeralda estaba protegida por una línea de torpedos, lo que lo induce a mantenerse a una distancia de 500 metros. El general peruano Juan Buendía ordena emplazar cuatro cañones Krupp de campaña de 9 lb en la playa para batir a la Esmeralda desde tierra cruzando sus fuegos con los del Huáscar.
Esta situación se torna insostenible para Prat por lo que resuelve cambiar su posición a otro lugar de la bahía. Grau observa el movimiento de la Esmeralda, y concluye que la información dada por el Capitán Porras es equivocada y que por lo tanto es posible acercarse más al buque adversario. El comandante peruano enfila su buque hacia la Esmeralda dando toda fuerza a sus máquinas para espolonearla por la banda de babor. La corbeta logra evadir el impacto directo del espolón presentando la aleta. Durante esta maniobra el capitán de Prat, consciente que su nave no tiene posibilidad alguna de vencer en un combate convencional decide abordar al Huáscar, espada y pistola en mano . En esta accion es acompañado de un marinero de nombre Arsenio y del sargento Juan de Dios Aldea. El marinero chileno resbala y cae de la cubierta y sólo Prat y Aldea continúan por el castillo de proa hacia la torre de mando, en el trayecto Prat ultima de un balazo al teniente segundo Jorge Velarde, quien le sale a cerrar el paso cumpliendo instrucciones de capturar con vida al capitán chileno. Arturo Prat alcanza a llegar cerca de la torre blindada de mando, donde es alcanzado por bala que lo pone de rodillas. Un marinero sale a cubierta, y le dispara un balazo en la frente que le produce la muerte instantánea. La historia registra que el capitán de navío Grau, intenta impedir la muerte de Prat, pero el fragor de la lucha evita su propósito. El sargento Juan de Dios Aldea es paralelamente abatido por una nutrida descarga de fusileria cuando estuvo próximo a la torre artillada.
El buque peruano maniobra nuevamente sobre la Esmeralda, ahora por el costado de estribor, y nuevamente la corbeta logra evadir un impacto directo del espolón presentando la proa. Esta vez el impacto abre una vía de agua, por la cual se inunda la santabárbara y la sala de máquinas. La Esmeralda queda sin gobierno y sin municiones. Un segundo intento de abordaje por otros doce tripulantes chilenos, al mando del teniente primero Ignacio Serrano, resulta también infructuoso. Serrano es herido por disparos y capturado por la tripulación del Huáscar. Es conducido al salón de oficiales donde fallece por sus heridas.
Desde la Esmeralda, que aún se encuentra a flote, se efectuaban esporádicos disparos. Grau decide un tercer espolonazo. El tercer impacto con espolón es directo y es acompañado por dos cañonazos que dieron a boca de jarro y quiebran a la Esmeralda a la altura del palo de trinquete. La Esmeralda se hunde con su pabellón a tope del mástil.
El combate concluye a las 12:10. En total el Huáscar disparó cuarenta proyectiles. Los chilenos acusaron 135 muertos. Los peruanos perdieron solamente al teniente segundo Jorge Velarde y siete marineros resultaron heridos. De inmediato Grau dispone el salvataje de los 62 sobrevivientes, cuyo último comandante, el teniente segundo Luis Uribe Orrego, agradece el humanitario gesto del comandante del Huáscar.
[editar] Los prisioneros de la Esmeralda
Los sobrevivientes de la Esmeralda son alojados en las cámaras del Huáscar, en donde se les provee por orden del Comandante Grau de ropa seca y alimentos. Posteriormente son desembarcados en el puerto de Iquique en donde el general peruano Juan Buendía los aloja en los edificios públicos del puerto, proveyéndoles de ropa y alimento. Los oficiales sobrevivientes fueron conducidos a la localidad de Tarma, en Perú. Luego del combate, el comandante Grau ordenó que los objetos personales de Prat, diario personal, uniforme, espada entre otros fueran devueltos a la viuda de Prat. Los cadáveres de Prat y Serrano fueron enterrados gracias a la gentileza del ciudadano español Eduardo Llanos, el 22 de mayo en el cementerio de Iquique. Este ciudadano, junto a otros miembros de su colonia, sufragaron todos los gastos necesarios. El cadáver del sargento Aldea fué depositado en una fosa común.
[editar] Tradición y conmemoración del acontecimiento
En el año 1888 los restos del capitán Arturo Prat fueron trasladados a Valparaíso, Chile, donde se les dio sepultura en un monumento construido por sufragio popular. En este monumento, descansan los máximos héroes navales chilenos, y es ahi, donde cada año en el día de las glorias navales, con la presencia del presidente de la república, se honra con desfiles militares a la figura de Prat.
El almirante Miguel Grau Seminario es recordado tanto en Perú como en Chile por su hidalguía y caballerosidad en combate. Muchas calles en Chile llevan su nombre. Sus acciones durante la Guerra del Pacifico lo convirtieron en el mayor héroe naval de la marina de guerra del Perú.