Rock de Argentina
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El rock argentino (en Argentina rock nacional) es un género musical muy amplio aplicado a cualquier variedad de rock, punk, heavy metal y pop argentino.
El momento en el que el rock argentino comenzó a formarse como género musical puede situarse a mediados de los años ‘60, cuando varios grupos underground empezaron a componer canciones sobre la situación social del momento (recordar que en 1966 se había instaurado en la Argentina una dictadura militar, la “Revolución Argentina”, que duraría hasta 1973). El rock & roll, sin embargo, arribó a la Argentina casi una década después del arribo de la rockabilly (mediados de los años ‘50) estadounidense, y el mayor impulso al primer rock nacional fueron las llamadas “invasiones inglesas”. Durante ese tiempo y hasta el despegue del rock argentino, los grupos locales se dedicaban a simplemente reversionar éxitos del rock & roll en inglés. Desde entonces, el rock argentino tuvo un constante e ininterrumpido crecimiento a través de los años ‘70 y los ‘80, cuando se transformó en un género internacional.
Una de las características del rock nacional es que es cantado prácticamente siempre en castellano. La música rock es hecha en muchos países diferentes, pero casi siempre sus letras son en inglés. El rock argentino fue una de las primeras formas de rock, en el mundo, cantada en un idioma no anglosajón en ser exitosa fuera de su país. Hoy en día es extremadamente raro que una banda argentina de rock cante en otro idioma que no sea el castellano, especialmente si quiere ganar popularidad.
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[editar] 1958-1964: Prehistoria del rock argentino
El rock and roll surgió en los EEUU sobre una base de rhythm & blues; ganando popularidad en los años ‘50, con músicos como Elvis Presley y Bill Haley (quién visitó la Argentina en 1958), y despertando el interés de varios artistas argentinos en imitar esos sonidos.
Un importante fenómeno para el rock argentino en sus comienzos fueron las bandas mexicanas de rock de fines de los ‘50 y comienzos de los ‘60.
Grupos como Los Teen Tops, Los Blue Caps y Los Locos del Ritmo crearon adaptaciones en castellano de clásicos de Elvis, Chuck Berry, Little Richard, Buddy Holly y otros. Muchos artistas de la época admitieron que esas bandas mexicanas tuvieron una cierta influencia en los comienzos del Rock Nacional.[1],[2],[3] Litto Nebbia dice en su libro Música progresiva argentina que se unió a una banda en 1961 en Rosario y que en ese momento existían muchos grupos influenciados por el rock mexicano. Las bandas estadounidenses eran la fuente de la música y las mexicanas las que tomaban ese sonido y lo exportaban al resto de la región. Fue en este contexto en el que apareció el primer ídolo fulgurante del pop argentino, Billy Cafaro, quien tuvo un efímero pero resonante éxito con sus singles «Pity Pity» y «Personalidad» [4],[5].
Las bandas de garage argentinas comenzaron a aparecer en los primeros dias del rock & roll. En 1963 Sandro y los de Fuego grabaron una serie de versiones de temas de rock clásico, pero cantándolas en castellano; convirtiéndose en uno de los grupos de mayor éxito comercial del momento. Luego Sandro continuaría la carrera como baladista que lo llevaría a la fama.
[editar] 1964-1975: El período clásico
[editar] Invasiones inglesas y uruguayas
Durante sus primeros años, las bandas argentinas se limitaron a imitar y adaptar a los artistas de rock estadounidenses. En 1964, y como en el resto del mundo, el fenómeno Beatles cayó como una bomba en Argentina. Los Jets fueron unos de los imitadores más populares en el país, llegando a grabar varios discos con adaptaciones de las canciones del cuarteto de Liverpool.[6] Si se comparan, las invasiones inglesas (con bandas como los Beatles y, especialmente, los Rolling Stones, que influyen a bandas argentinas hasta el día de hoy) fueron mucho más trascendentes para el rock argentino que la ola de rock & roll clásico estadounidense.
Las curiosas invasiones uruguayas de 1964-1965 contribuyeron también al rock nacional en sus orígenes. Inspiradas en bandas como los Rolling Stones y los Beatles, muchos músicos jóvenes de Montevideo, Uruguay comenzaron a emular sus sonidos. Dos bandas en particular, Los Shakers y Los Mockers,[7] tomaron el estilo de los Beatles y los Rolling Stones, respectivamente, cantando en inglés.
A mediados de los años ‘60, cuando las invasiones inglesas estaban en su pico de popularidad, muchas bandas uruguayas empezaron a tener un éxito similar en la Argentina. Los sellos discográficos comenzaron rápidamente a contratar bandas uruguayas de rock para promover en la Argentina, como Los Walkers, Los In y The Seasons. Programas musicales argentinos como Escala musical también fueron un trampolín hacia la popularidad para muchas de estas bandas.[8] Así, los grupos uruguayos se beneficiaron al moverse a la Argentina, donde existía un mercado de consumo y una industria musical mucho más desarrollada que en su país de origen.
De entre todos estos grupos, Los Shakers destacaron en particular, ya que, si bien estaban inspirados en los Beatles, su sonido destacó por cuenta propia, a lo que habría que sumar la calidad de muchas de sus composiciones.[9] Los Shakers comenzaron a presentarse en vivo en muchos programas de televisión de Argentina y del extranjero. Debido a su decisión de no desarrollar las letras de sus canciones en castellano, su popularidad decayó. Hoy en día son considerados como una de las bandas más destacables de los años “Beatleros”.
[editar] Mediados y fines de los años ‘60
Hacia 1965, el rock se desarrollaba rápidamente en la Argentina. Cuando las invasiones uruguayas y británicas todavía estaban fuertes, otras corrientes empezaron a contribuir al incipiente rock argentino. En la televisión, programas como Ritmo y Juventud y El club del clan, con cantantes como Palito Ortega y Chico Navarro, introdujeron un pop alegre y romántico.
Pero fue en la escena underground donde las piezas fundamentales del rock argentino emergieron. En los primeros bares de jazz, como «La cueva» y «La perla del once», artistas como Moris, Pajarito Zaguri, Javier Martínez, Miguel Abuelo y Tanguito se juntaban a mediados de los años ‘60 para intercambiar ideas. Los Beatnicks, de los cuales Moris y Martínez eran miembros, comenzaron a llevar al rock argentino en la lenta transición de simples imitadores a un estado musical más creativo. Formados en Villa Gesell, en 1966 grabaron el que es considerado como el primer single del rock argentino: «Rebelde» / «No finjas más».[10]
El hito definitivo del rock argentino fue el grupo Los Gatos, banda que creó su propio material. Después de tocar en «La cueva» durante un par de meses (y siendo sus integrantes arrestados por la policía varias veces debido a razones políticas), la banda lanzó dos singles en 1967: «La balsa», una canción compuesta por Tanguito y que vendió en torno a las 200.000 copias, y «Ayer no más». Al año siguiente se publicó el primer número de la revista de rock Pinap, y se fundó el primer sello discográfico argentino de rock: Mandioca. En 1969 cuatro grandes festivales de la autodenominada “música beat” se llevaron a cabo: los conciertos June Sunday, Festival Nacional de Música Beat, Festival Pinap y Festival de Música Joven.
Durante este tiempo se formó Almendra, de Luis Alberto Spinetta —una de las bandas más importantes de esta etapa— y Manal, un exitoso grupo con orientación hacia el blues. Junto con Los Gatos, estas tres bandas son consideradas como la trilogía fundacional del rock argentino.[11] Sin embargo, ninguno de estos grupos tendría una historia muy larga; de hecho, muchas de estas bandas se disolvieron a principios de los años ‘70.
Almendra se separó en 1970. Spinetta formó entonces Pescado Rabioso, y los demás miembros Color Humano y Aquelarre. A principios de la nueva década, destacaron también Vox Dei, cuya mezcla de hard rock y melodías sutiles refrescó el movimiento. Su álbum La Biblia es uno de los discos definitivos de comienzos de la década.[12]
Esta primera escena del rock argentino estuvo caracterizada por una gran cantidad de cambios en las formaciones de las bandas, y hasta intercambios de miembros entre ellas, o miembros de diferentes grupos formando agrupaciones nuevas.
A comienzos-mediados de los años ‘70 se produjo un recambio generacional [13], en donde la primera generación de bandas de rock argentino le pasaría la posta a una nueva camada de artistas que diversificaron aún más al rock argentino, tomando cada vez más independencia creativa del rock estadounidense e inglés.
[editar] Rock acústico y heavy
A comienzos de los ‘70 se produjo la primera diversificación real del rock nacional. En realidad, la división se había producido un tanto antes, cuando algunas bandas comenzaron a tocar un rock más pesado; mientras que el mundo entraba a la época del heavy metal. Entre estas bandas estaban Pescado Rabioso, Vox Dei y Billy Bond y la pesada del rock. Pero de todas las bandas de heavy metal, Pappo’s blues se convertiría en la banda de metal y blues más influyente de su época, llegando a obtener reconocimiento en el exterior (y hasta tocando con B.B. King en la ciudad de Nueva York).
Otra importante, pero subestimada banda de heavy de la época es El Reloj, que con el paso del tiempo se volvería más progresiva.
Por otro lado, el primer festival B.A Rock contó con varios de los artistas y bandas que encabezaron el movimiento acústico del rock: Gustavo Santaolalla formando Arco Iris; León Gieco que combinaría el rock y el folk; Sui Generis y el comienzo de la carrera musical de Charly García; Raul Porchetto y Pedro y Pablo, entre otras bandas. Estos grupos no solo se inclinaron hacia el folclore argentino en busca de inspiración, sino también hacia otros sonidos latinoamericanos.
La proliferación de estas bandas y su creciente popularidad, sumado al hecho de que a comienzos de la década se dio el auge del movimiento hippie en la Argentina, llevaron al acusticazo de 1972 [14]. En ese año también murió Tanguito, aplastado por un tren. La película Tango Feroz retrataría su vida. 1972 traería al Rock Argentino una ola de violencia en algunos recitales, como el que ocurrió en el Luna Park en octubre, cuando la policía irrumpió en un recital a reprimir. Billy Bond comenta que
«Eran momentos de represión, eran momentos en que el sistema estaba apretando mucho, era una cosa muy pesada, el rock and roll, era una cosa absolutamente marginal, era una cosa que era de otro mundo y te trataban como si fueras guerrillero.»[14]
Varias bandas de rock acústico ganaron popularidad, como Vivencia, Pastoral y Alma y Vida. El éxito del acusticazo llevó al rock argentino a una nueva era.
Mientras los años ‘70 avanzaban, el rock acústico continuó como uno de los estilos más populares en el país, con las bandas arriba mencionadas -y otras- dominando las listas y los gustos musicales. Y por primera vez en su historia, el rock argentino comenzó a aparecer en el exterior: Sui Generis y Pastoral ganaron cierta popularidad en otros países de Latinoamérica y el segundo grupo hasta llegó a editar un EP en Japón [15].
[editar] Fin de Sui Generis
Sui Generis, banda integrada por Charly García y Nito Mestre, comenzó a pasar de un rock clásico y acústico a un sonido más eléctrico y visceral. Paralelamente, en la escena underground argentina, había bandas nuevas con un sonido diferente del rock acústico y el pesado; influenciadas por un sonido acústico más experimental, el tango y el rock progresivo inglés. El rock progresivo argentino alcanzaría su pico de popularidad en 1975.
En ese mismo año, Charly García y Nito Mestre decidieron terminar con Sui Generis, dando dos conciertos despedida en el Luna Park el 5 de septiembre de 1975 ante 30.000 personas [16]. Historiadores han llegado a ver a los conciertos despedida de Sui Generis como el final del período "clásico" del rock argentino. El rock acústico pasaba a la historia: las bandas se disolverían o cambiarían su sonido, y aquellas que perduraron perdieron popularidad y/o se convirtieron en grupos de culto.
También, varias bandas argentinas dejarían el país e irían a Europa, especialmente a España [15], entre las que se cuentan Moris y Aquelarre. La dictadura franquista en España estaba casi en su final, y el rock español se encontraba en su infancia, con bandas como Triana, Tequila y Asfalto. En España, los grupos de rock componían sus canciones principalmente en idioma inglés y no fue hasta la llegada de bandas argentinas y sus canciones en castellano que las agrupaciones locales empezaron a componer en su propio lenguaje; cambiando por siempre el desarrollo de la música rock en España [17]
El período clásico del rock argentino estaba casi completamente finalizado hacia 1976, año del último golpe de estado que sufriría la Argentina. A partir de ese tiempo, el rock argentino pasó a una etapa de mayor sofisticación, experimentación y una música más conceptual. Sin embargo, unas pocas bandas acústicas como Pastoral y Nito Mestre y Los Desconocidos de Siempre seguirían teniendo éxito.
[editar] 1975-1984: El período medio
[editar] Rock progresivo
Hacia 1973 la banda Contraluz combinó el rock con matices progresivos y folk. Este sería uno de los grupos más influyentes en los años previos al estallido del rock progresivo y sinfónico [18].
Tal vez el primer gran grupo sinfónico/progresivo fue Crucis. Su música atrajo seguidores en la escena underground, para luego comenzar a tocar en lugares más grandes. Hacia 1975 su música comenzó a gustar cada vez más en el público, al punto de que el mismo Charly fue a ver uno de sus conciertos para «comprobar su perfomance» [19].
Espíritu, banda formada en 1973, sería un grupo seguido internacionalmente en la última parte del apogeo del rock sinfónico. Su primer disco, Crisalda, es citado como su mejor álbum. El Reloj, una banda proveniente del heavy metal, se hizo más progresiva con su disco homónimo de 1975.
Una grupo sinfónico que tendría un gran año en 1976 sería ALAS, con artistas como Rodolfo Mederos y Pedro Aznar en su formación. Luis Alberto Spinetta encabezaría su tercera banda, Invisible, en ese año. Su música sinfónica teñida de tango le otorgaría la atención de la crítica. Reino de Munt, otra banda de rock progresivo, contaría con Raul Porchetto y un joven Alejandro Lerner [15] en sus filas.
Charly García formó La Máquina de Hacer Pájaros, su primera banda post-Sui Generis, otro exponente de rock progresivo. Otros grupos sinfónicos y progresivos de la época son Tórax, Ave Rock, Anacrusa y Materia Gris. Mientras tanto, Arco Iris continuó expandiendo su folk/rock sinfónico. Junto con Contraluz sería el mayor exponente del subgénero.
El 24 de marzo de 1976 el gobierno democrático fue desplazado por un gobierno militar, abriendo uno de los períodos más obscuros de la historia argentina, lleno de represión, censura y "desapariciones". El rock argentino, al igual que la sociedad toda, sufriría el período de mayor censura de su historia. La música rock era vista como subversiva por los militares, y en un discurso de 1976 el almirante Massera denunció a los músicos de rock y a sus fans como potenciales subversivos. Antes del fin de la década el rock se popularizó cada vez más en la escena underground [20].
A pesar de esto, la música continuaría su desarrollo. Los heavies de Vox Dei y Pappo's Blues mantuvieron su popularidad. Otra banda heavy, Plus, hizo su debut en 1976 y disfrutó del éxito hacia fines de la década.
[editar] Fines de los años ‘70
El rock argentino continuó con su sonido sinfónico durante el fin de la década; sin embargo, los años ‘77 y ‘78 estuvieron marcados por la separación de varias bandas. En la cúspide del rock progresivo, Crucis y Espíritu se convirtieron en los dos grupos más conocidos del período. La Máquina de Hacer Pájaros también contó con popularidad, siendo su primer disco un gran ejemplo de buen rock progresivo. En 1977 Crucis se separó, al igual que Pappo’s Blues. Aquellare retornó de España, pero luego de un tour se separaría.
Sin embargo, 1977 sería el año en que una banda de La Plata llamada Patricio Rey y sus Redonditos de Ricota comenzaría a tocar. Con su particular rock y los extraños atuendos con los que se presentaban a tocar, los “Redondos” se convertirían con el paso del tiempo en una de las bandas más importantes del rock argentino moderno, convocando masas y ganándose un lugar junto a las otras grandes bandas del rock nacional.
1977 fue un año de bandas de éxito pasajero: Orion’s Beethoven era una banda de rock progresivo que venía tocando desde 1969, pero que tuvo su momento de fama ocho años después y Soluna (segundo grupo de Gustavo Santaolalla), que si bien con la grabación de su único disco, Energía Natural (con participación de Charly en los teclados), no logró gran éxito comercial, sí se ganó la aprobación de la crítica [21]. Ninguna de estas bandas logró mantener su popularidad y Soluna se disolvió en 1977 [21].
A fines de la década, aún más bandas dejaron de existir. Luego de dos exitosos álbumes, el grupo de Charly García, La Máquina de Hacer Pájaros, se separó, al igual que Invisible. Pastoral, uno de los pocos grupos acústicos todavía exitosos, se separaría en 1978, al igual que ALAS. El rock argentino sufrió una de las peores crisis desde su concepción y los medios hablaban abiertamente de la muerte del rock nacional [21]. Sin embargo, en la “sequía” de 1978 el rock argentino tuvo a su primera “superbanda” exitosa: Serú Girán.
[editar] Serú Girán
Charly García, Oscar Moro, David Lebón y Pedro Aznar lograron con Serú Girán alcanzar una gran popularidad con su propio estilo de rock, llegando al público de las clases bajas tanto como a los de los sectores medios-altos [22].
En parte debido a que el grupo vivió por tres meses en el nordeste de Brasil, el primer álbum de la banda estuvo claramente influenciado por la música brasileña, combinada con el rock progresivo y el jazz.
Pero en el primer concierto de la banda para promocionar el disco se dio una de las anécdotas más extrañas del rock argentino: en el show, los fans no entendieron los extraños trajes que la banda usaba (completamente blancos, excepto por Charly, que estaba con una chaqueta negra y zapatos); y luego cuando el grupo tocó “Disco Shock”, una sátira de la música disco, la gente se lo tomó en serio. Silbidos y abucheos siguieron, y lo que debería haber sido un gran concierto se convirtió en un fiasco, con los fans clamando por canciones de Serú Girán. La gente no entendió el mensaje y circularon toda clase de rumores acerca de la orientación sexual de los miembros de la banda [22].
Serú Girán lanzó su segundo disco, intitulado La Grasa de las Capitales en 1979. El álbum fue bien recibido por la prensa especializada y cimentaría su lugar como la mejor banda de la época. El tercer disco del grupo, Bicicleta (1980), fue recibido tibiamente al principio, pero con el tiempo se ganaría el lugar de mejor álbum del grupo. Ambos álbumes se van alejando del rock sinfónico del primer LP, mientras que el panorama musical en general se vuelve más visceral y “simple”, con menos arreglos. Serú Girán no se mantendría al margen de estos cambios, mientras el rock argentino escribía los capítulos finales del rock sinfónico y progresivo.
[editar] Guerra y vientos de cambio
La nación todavía se encontraba bajo control militar hacia comienzos de los años ‘80. El inicio de la década mostraba a un Serú Girán con un sonido menos pretencioso, pero que seguía en lo más alto de las listas. Vox Dei entró en su tercera década de existencia y la popularidad de León Gieco como solista seguía creciendo.
Una de las últimas bandas importantes del período del rock progresivo fue Tantor, un grupo mucho menos sinfónico y más experimental y progresivo, con influencias del jazz. Su primer álbum sería un éxito en la escena progre y la banda continuaría hasta mediados de la década, siendo una de las últimas bandas de esta etapa [23].
Serú Girán se fue de gira a Brasil en 1980, donde la recepción que tuvieron fue tan positiva que los organizadores les pidieron para tocar otra vez al día siguiente, pero junto con el grupo de jazz-rock Weather Report, entre otros. Posteriormente, en Buenos Aires, tocaron en La Rural, juntando aprox. 60.000 personas y coreando “No se banca más”, en alusión al gobierno militar. También tocaron junto al proyecto de Spinetta Spinetta Jade. Spinetta Jade era una especie de combinación entre jazz y rock, bastante infrecuente en el país en ese momento. Hacia los dos últimos álbumes su sonido se fue haciendo algo más pop y con más influencias de la música electrónica (samplers y sintetizadores) [24].
Serú Girán lanzó su cuarto álbum, Peperina en 1981, pero a finales del año Pedro Aznar decidió unirse al Pat Metheny Group en los Estados Unidos. El 6 y 7 de marzo de 1982, Serú Girán tocó por última vez en el Luna Park. Un momento memorable fue la primera y única interpretación de la canción “No llores por mi Argentina” (sin relación con el musical Evita), un tema lleno de simbolismo y de melancolía.
La economía Argentina se encontraba en plena recesión hacia 1982, y el descontento contra el gobierno militar iba en aumento. El 2 de abril de 1982 el gobierno de facto inició la guerra de las Malvinas, como un intento desesperado por mantenerse en el poder mediante la manipulación del apoyo popular a través de una larga reivindicación del pueblo argentino, como son las Malvinas. Miles de jóvenes fueron mandados a la guerra, mal equipados, en pésimas condiciones y desinformados. Luego de cientos de muertes y duros combates, los ingleses finalmente lograron recapturar las Islas Malvinas. Luego de la derrota militar, solo era cuestión de tiempo para que el gobierno militar se retirara del gobierno.
[editar] 1984-1990: Nuevo rock nacional
[editar] Final de la dictadura
La guerra se convertiría en uno de los capítulos más obscuros de la historia argentina reciente, pero tuvo el paradójico efecto de revitalizar el rock argentino.
En mayo de 1982 el Festival de la Solidaridad Latinoamericana juntó a todas las grandes bandas del rock argentino. El recital tuvo el objetivo de apoyar a las tropas que luchaban en las islas, aunque era también una forma encubierta de protesta contra la guerra y un llamado a la paz [25]. Paralelamente, el rock en inglés era censurado en la radios y los programadores debían llenar con algo el espacio que dejaba el rock en inglés, y ese algo era el rock nacional [26] [27].
En los últimos días del rock sinfónico, un gran número de bandas influenciadas por la movida post-punk y new wave comenzaron a aparecer. Patricio Rey y sus Redonditos de Ricota, banda que comenzó a tocar allá por 1977, fue ganando escala nacional. En 1979, en La Plata, Federico Moura formó una banda pionera de la new wave llamada Virus. En Buenos Aires, tres jóvenes influenciados por el post-punk inglés comenzaron a intercambiar ideas, armando una banda con el nombre de Soda Stereo.
En 1980 comenzó a tocar la banda pionera del punk rock en Argentina, Los Violadores. Miguel Abuelo retornó de Europa y formó Los Abuelos de la Nada, que contaría entre sus filas a un joven Andrés Calamaro. En 1981, Miguel Mateos, luego de hablar con Freddie Mercury, ganó la oportunidad de telonear a Queen en su show en Buenos Aires, con su banda Zas. En los bares de Mendoza una banda de pop-rock llamada Los Enanitos Verdes comenzaría a tocar como un trío hacia 1979. Un italiano criado en Inglaterra llamado Luca Prodan llegó a la Argentina para combatir su adicción a la heroína y terminaría formando Sumo.
También surgirían varios solistas que lograron consagrarse y mantener su popularidad hasta el día de hoy. Algunos de estos son Juan Carlos Baglietto (que tenía confianza en un joven músico rosarino llamado Fito Paez), Alejandro Lerner y Celeste Carballo. En la escena del heavy metal, Pappo fundó Riff y surgieron V8 y La Torre. También aparecieron una serie de bandas más enfocadas en el aspecto “humorístico” de la música, como Los Twist, Sueter y las Viudas e Hijas de Roque Enroll [28]. Por el lado gótico, La Sobrecarga llevaría la posta.
Paralelamente, Almendra y Manal se volvieron a juntar. Charly García y Luis Alberto Spinetta continuaron con sus carreras solistas y Moris retornaría de España.
En tanto, Argentina entró en 1983 en una nueva etapa de su historia, con la inauguración del gobierno democrático de Raúl Alfonsín. Entrar en democracia significó la desaparición del aparato represivo y de censura del gobierno militar, por lo cual la libertad de expresión volvió a florecer. Las canciones que criticaban al gobierno militar se multiplicaron, algunas con letras alegóricas, como «Tiempos Difíciles» de Fito Paez (cantada por Baglietto), «Maribel se durmió» de Spinetta (dedicada a las Madres de Plaza de Mayo [29]), «Sólo le pido a Dios» de León Gieco o «Los Dinosaurios» de Charly García. Criticas más directas contra el gobierno militar provinieron de bandas punk como Los Violadores (con canciones como «Represión») y de heavy metal como V8.
Finalmente, sectores del rock nacional comenzaron a pasar del sonido “solemne” y progresivo del rock sinfónico a una música más irreverente y accesible, lo cual ayudaría al rock nacional a expandirse en el exterior.
[editar] Invasiones argentinas
En 1982 Omar Chabán abrió el café Einstein, por donde tocaron en sus comienzos bandas como Sumo, Soda Stereo y Los Twist. Tanto Sumo como Soda contaban con formaciones ligeramente diferentes en sus primeros días; por ejemplo Sumo contaba con una chica inglesa, Stephanie Nuttal, en la batería. Cuando la guerra entre la Argentina e Inglaterra estalló, ella volvió a su país natal [30]. También en 1982 Charly García lanzó su disco debut como solista: Yendo de la cama al living.
En 1983 el Compact-Disc (CD) se introdujo en las bateas argentinas. En 1984 Patricia Sosa y su banda de heavy La Torre fueron votados como banda del año, Del 63 de Fito Paez como disco del año y el single «Solo quiero rock and roll» como la canción del año [31]. A otra banda con una chica en la voz, Los Twist, también les estaba yendo bien, pero sufrió un gran golpe con la partida de Fabiana Cantilo.
A medida que la década, se hacía cada vez más claro que las nuevas bandas no se parecían a nada de lo antes hecho [32]: Los Violadores fueron pioneros del punk en Argentina; Virus sorprendió con su sonido new wave y synthpop; Sumo, por otra parte, con su rara mezcla de reggae, rock y algo de punk, se ganó un lugar de culto en el rock argentino, considerándosela como una de las bandas definitivas del rock nacional moderno [33], a pesar de que Luca Prodan cantaba principalmente en inglés, lo que dificultó su llegada al público; y Soda Stereo, con su sonido New wave y Post-punk se convertiría en una de las bandas más importantes del rock argentino. Los Abuelos de la Nada y G.I.T. hallaron cierto éxito en el exterior.
Hacia 1985, año en que se formó Los Fabulosos Cadillacs, varias bandas nacionales comenzaron a recibir atención por parte de radios latinoamericanas. El rock nacional comenzó a “escalar” los Andes: primero Chile, luego Perú, Ecuador, Colombia, Venezuela, etc. Zeta Bosio, de Soda Stereo, comentó acerca del fenómeno:
«Nosotros salimos de Argentina y empezamos a ir a Chile, a Perú, empezamos a subir y en algunos países daba la casualidad de que llegábamos nosotros y nunca había ido una banda de Rock... nos decían que acá eso era una cosa del otro mundo y no iba a funcionar... ahora es una alegría ver que funciona y que tiene fuerza propia...» [17]
Muchos de los rockeros argentinos firman con las transnacionales y esto les garantiza distribución latinoamericana.
Soda Stereo es una de las banda más exitosas e influyentes del rock en castellano. En sus comienzos, la banda estuvo influenciada por bandas de la New wave como The Police (generalmente se los conoce como los “Police argentinos”) y Talking Heads. Con su primer álbum, intitulado simplemente Soda Stereo (1984), lograron el éxito nacional; sin embargo, se los acusó de frívolos [34], al igual que a Virus [35] [36]. Su segundo disco, Nada Personal, fortaleció la popularidad de la banda, con hits como «Nada personal» y «Cuando pase el temblor», abriéndoles las puertas al mercado latinoamericano. En 1986 Soda Stereo lanzó Signos, que consagraría su popularidad con éxitos como «Persiana americana». Los miembros se embarcaron en una gira latinoamericana y grabaron el álbum en vivo Ruido Blanco. Con la gira de Signos, los Soda Stereo se convirtieron en estrellas internacionales. El grupo continuaría con su éxito hasta su separación, y luego de esta se convertiría en una banda mítica del rock argentino.
En 1985 hizo su debut discográfico la banda under Sumo, tras haber sido vistos en vivo por un productor de la CBS. La placa se llamó "Divididos por la felicidad", en referencia a uno de los grupos preferidos de Luca, Joy Division. Este primer trabajo vendió 15.000 copias e incluyó el hit «La rubia tarada» (titulado originalmente «Una noche en New York City»), así como «Mejor no hablar de ciertas cosas» con letra del Indio Solari, cantante de los Redonditos de Ricota.
La pequeña onda se convirtió en una ola hacia 1986, y para comienzos de ese año se convirtió en un fenómeno continental, alcanzando América Central, México y cruzando el atlántico hacia España. Los Enanitos Verdes con su pop-rock enérgico lograron un gran éxito. Los Fabulosos Cadillacs, con su mezcla de ritmos latinos, ska y rock se convirtieron en estrellas en su país y eventualmente en Latinoamérica. Rata Blanca, una banda de heavy metal formada en 1987 de las cenizas de bandas de comienzos de los ‘80 como V8, también conquistó al mundo hispano; al igual que solistas como Charly García, Fito Paez y Miguel Mateos. 1986 fue el clímax de una ola de inesperado éxito para el rock argentino.
Este movimiento ayudó a revitalizar al rock mexicano y español ya qué le probaría a los productores y sellos discográficos de esos países que el rock en castellano funcionaba y servía para hacer dinero. En México, las bandas argentinas eran promocionadas por medios como Televisa bajo la frase “Rock en tu idioma” [37]. En Perú, las invasiones argentinas fueron un catalizador que llevó al rock peruano hacia un público aun mayor, convirtiéndose en mainstream [38]. En Chile, donde ya existían algunas bandas (como Los Prisioneros), la ola de bandas argentinas inspiraría e influiría a las bandas locales, hasta el día de hoy [39]. El estallido del rock colombiano se puede rastrear hasta los años ‘80, con muchas bandas locales citando bandas argentinas como influencias directas. En países como Paraguay, Uruguay y Bolivia, los efectos de esta ola fueron aún más profundos.
1988 comenzó con las bandas argentinas más importantes (Soda Stereo, Los Fabulosos Cadillacs, Los Enanitos Verdes, Rata Blanca, Charly García, Andrés Calamaro, Miguel Mateos, Sumo, Virus) girando por América latina, Europa y hasta países de Asia. Ya por este tiempo, la ola de bandas argentinas comenzó a “apaciguarse”, pero su legado dejaría las puertas abiertas del rock argentino al éxito masivo.
[editar] Fines de los ‘80
En 1987 se produjo la muerte de otro grande del rock nacional: Luca Prodan, líder de Sumo, fue encontrado muerto el 22 de diciembre en su habitación, víctima de una cirrosis hepática[40]. Su fallecimiento provocó conmoción entre sus fans y en la escena del rock nacional. Luego de la muerte de Prodan, Sumo se separaría y sus miembros formarían dos nuevas bandas, Divididos y Las Pelotas. De las dos, Divididos lograría mayor éxito comercial, contando con un sonido potente y ganándose el apodo de “La aplanadora del rock”. Las Pelotas, por otra parte, contaría con un éxito comercial más moderado, y transformándose en una banda más underground.
El rock nacional perdería otro prócer: Miguel Abuelo, fundador de Los Abuelos de la Nada, fue diagnosticado de SIDA. Murió el 26 de marzo de 1988 de un paro cardíaco. El líder de Virus, Federico Moura, también fue notificado de tener SIDA. Moura murió el 21 de diciembre de 1988, casi un año después de la muerte de Prodan. Sin embargo, Virus sobrevivió a la muerte de su líder, continuando en los ‘90 como una banda de pop-rock con influencias del Synthpop y el electro-pop
Tres tendencias principales definieron el rock argentino a fines de los ‘80. La primera fue la consolidación de las bandas de las “invasiones argentinas” y su paso a una etapa de mayor madurez. Algunas comenzaron a experimentar con la World music en los dos últimos años de los ‘80. Por ejemplo, Charly García se reunió con su viejo compañero de Serú Girán, Pedro Aznar y grabaron Tango 4. Antes de la muerte de Moura, Virus también había comenzado a experimentar con la música brasileña para su álbum Superficies de Placer.
Una segunda tendencia fue la consolidación del rock “tropical” y la aparición de la nada de bandas de reggae en 1987. Mientras el rock argentino triunfaba en el exterior, en Argentina aparecían varios exponentes del género. En el verano de ese año aparecieron Los Pericos, Los cafres, La Zimbawe y Jafran, entre otras bandas menores. Sin embargo, solo Los Pericos (y los Cafres a partir de mediados-fines de los ‘90) mantendrían su éxito. Por otro lado, dos bandas que no fueron una moda son Los Fabulosos Cadillacs y Los Auténticos Decadentes. Ambas bandas mezclarían el ska, el reggae con ritmos latinos como la murga y algo de rock. Los Fabulosos Cadillacs apuntarían en sus canciones a un mensaje social, mientras que Los Auténticos Decadentes lanzarían un hit tras otro a lo largo de su extensa carrera. Los Fabulosos Cadillacs se separarían en los '90, mientras que Los Auténticos Decadentes continúan con su éxito hasta el día de hoy. Junto con Los Pericos, las tres bandas se convertirían en un los mayores representantes argentinos dentro de la rama del rock tropical, el reggae y el ska.
La tercera tendencia fue producto de la primera. Muchas bandas continuarían su búsqueda de experimentación pero desde un lugar más underground. Entre ellas estaban: Todos tus Muertos, Don Cornelio y la Zona (posteriormente Los Visitantes), Los Brujos, Los Siete Delfines y finalmente Babasónicos, una de las bandas argentinas más importantes en la actualidad. Todas estas bandas formarían parte de la del “nuevo rock” de comienzos de los ‘90.
En el sector del heavy metal, los ya mencionados Rata Blanca dominaban los gustos populares, aun en otros países latinoamericanos, junto con Hermética, JAF y Horcas. La escena del metal era muy saludable, aun para un género que nunca atrajo a grandes masas como lo hacían otros estilos. Una banda importante del underground fue Nepal, una de las pioneras del trash metal. Formada en 1984, fue parte de la primera generación de músicos de trash, y ganó prominencia a fines de la década. Por otra parte, el género contaba con varias revistas dedicadas solo al metal, como Madhouse, Metal, Riff Raff, Revista Epopeya, etc.
Los finales de los ‘80 también fue un período de constante crecimiento para Patricio Rey y sus Redonditos de Ricota. Su popularidad aumentaba e iban camino a convertirse en un clásico del rock argentino moderno, reuniendo masas de seguidores y ganándose la posición de banda de culto para sus fans y la prensa. También fueron conocidos por mantener una postura indie con respecto al negocio de la música [41] [42] [43]. Sin embargo, un aspecto polémico de la banda fueron sus recitales de finales de los '90, conocidos por ciertos episodios de violencia [44] [45] [46] que culminaron con las muertes de varios fans [47]. En 1985 editaron su primer disco Gulp!, con temas emblemáticos como La Bestia Pop, Superlógico y Criminal Mambo entre otros, con la participación del pianista Lito Vitale. El tránsito a la escena musical establecida implicó también el abandono del estilo circense original y la consolidación de un estilo más convencional de espectáculo de rock; de esta época data la máxima de tocar 'solos y de noche', con la que Solari justificó su reiterada negativa a presentarse en festivales.
También fue durante este período cuando Los Ratones Paranoicos empezaron a crear el subgénero “Rolinga”, “Rock chabón” o “Rock barrial”. El subgénero rolinga tiene como principal influencia a los Rolling Stones, una de las bandas extranjeras más populares en la Argentina y formadora de todo un culto.
Finalmente, Divididos, con su potente sonido de guitarras y su “noise melódico” seguía aumentando su popularidad entre el público. En general, los años ‘80 cerraban como una de las mejores décadas para el rock argentino, con grandes bandas ya consagradas a escala nacional e internacional, una saludable escena underground, y una búsqueda y experimentación a todos los niveles.
[editar] 1990-1998: El período contemporaneo
[editar] Canción Animal y el nuevo rock nacional
Luego de lanzar el EP Doble Vida, que ya mostraba un sonido más rockero, Soda Stereo se instaló en el estudio junto a su nuevo productor Daniel Melero, para grabar su cuarto LP, Canción Animal. Este álbum provocaría un gran impacto en el rock nacional.
Canción Animal confirmó que estaba bien que el rock argentino volviera a una actitud más “potente”, siendo las guitarras eléctricas las estrellas del show. De ese álbum, el single «De Música Ligera» se convirtió en un clásico –al igual que el disco- del rock nacional. Canción Animal permitió que bandas como Los Brujos, Peligrosos Gorriones y Massacre lograran salir del underground, tomando su sonido fuertemente guitarrero y haciendolo popular a medida que comenzaba 1991. Hasta grupos de pop-rock como Los Enanitos Verdes tomaron estas influencias hacia principios de los ‘90, particularmente en su álbum Big Bang.
Estas y otras bandas como Todos Tus Muertos, Babasónicos y El Otro Yo fueron denominadas como el “Nuevo rock argentino”. Un término que fue usado poco después para bandas difíciles de catalogar como el neo-surf pop de los Super Ratones (de Mar del Plata) y el pop alternativo de la La Portuaria. El “Nuevo Rock” fue la forma dominante en el panorama musical de la Argentina hasta mediados de los ‘90, cuando lo destrona el “rock suburbano”.
En 1992 Soda Stereo presentó su quinto disco, Dynamo, uno de sus álbumes más experimentales hasta ese momento. Aparentemente tomó a los fans por sorpresa, y fue el menos vendido de los discos del grupo (tampoco ayudó que en el medio de todo esto la banda cambió de compañía discográfica: Sony no promocionaría a una banda que se iba y BMG no promocionaría el álbum de otra compañía) [48].
Una banda que logró en 1992 su primer gran éxito fue Babasonicos, que lanzó en ese año el hit «De-generación», a partir del cual comenzó a recorrer el camino que los llevaría a la cima del rock nacional y que definiría el sonido del rock “sónico” [49]. Juana La Loca era otra banda de la autodenominada escena sónica, qué comenzó a tocar a principios de los ‘90 pero que se hizo famosa unos años después. Los Brujos también tendrían un gran año en 1992, su single «Kanishka» se convirtió en todo un éxito. Los Visitantes igualaron el éxito de Los Brujos al año siguiente con su disco Salud Universal, una combinación de rock guitarrero y tango. Todos Tus Muertos era una respuesta punk al rock argentino de finales de los ‘80, eligiendo ser mucho más directos y explícitos en su sonido y en sus letras. La banda ganó gran popularidad con la aparición del nuevo rock, y se convirtió en una de las favoritas de esos tiempos. Lentamente el grupo pasaría de su sonido punk inicial a un estilo más heterogéneo que incluía ritmos afro-latinos. Otra de las bandas importantes que surgiría en los ‘90 serían Los Caballeros de la Quema. También a principios de la década del ‘90 surge El Otro Yo una banda de Temperley que de manera lograría salir del under para convertirse poco a poco en la insignia del rock alternativo.
Un grupo "raro" que apareció a comienzos de los ‘90 fueron los llamados Illya Kuryaki and the Valderramas (aunque también se los conoce como los Valderramas). Más raperos que rockeros, el grupo logró dejar su marca en la escena del rock nacional, ya que combinó el rap con el rock nacional y los ritmos latinos. Dante, uno de sus miembros, es el hijo de Luis Alberto Spinetta.
[editar] Rock suburbano y rolinga
Mientras el “nuevo rock argentino” dominaba, el “rock suburbano” se preparaba para el gran éxito que tendría luego. En su definición más simple, el rock suburbano es franco, simple y centrado en las guitarras, con influencias del blues y de los Rolling Stones (de hecho, todo un subgénero se formaría a partir de la influencia de esta banda: el “rock rolinga” o rock stone) y una estética mucho más simple y sin sofisticación. El movimiento surge como una especie de respuesta a la imagen más diseñada y a la música más pretenciosa del "nuevo rock nacional", y toma su nombre del hecho de que muchas de las bandas que lo formarían provenían de los distintos suburbios de Buenos Aires; el rock suburbano es el “rock chabón” o el “rock barrial”, es decir, el rock que viene de los barrios, generalmente de clase media. Una de las características del rock barrial (y especialmente del rock rolinga) es su estética: sus fans suelen utilizar flequillo, usan zapatillas gastadas, una remera cómoda de alguna banda del movimiento o con la lengua de los Rolling Stones y varios colgantes en el cuello. Por otra parte, cuentan con sus “ritos”, que toman muchos elementos del fútbol: se despliegan grandes banderas y se prenden bengalas (lo que produjo en el 2004 la tragedia del boliche República Cromañón) como en la cancha. Sus fans suelen profesar un fanatismo casi absoluto por la banda a la que siguen.
Sin duda, los precursores del género fueron Sumo (estéticamente) y Patricio Rey y sus Redonditos de Ricota. Luego de la muerte de Prodan, Sumo se separaría, generando dos nuevas bandas: Divididos y Las Pelotas. El tercer disco de Divididos, La Era de la Boludez es un comentario acerca de la sociedad Argentina del momento e hizo a Divididos la banda más fructífera de las dos. Las Pelotas se convertiría en el Lado B luego de que “Divididos fue aceptado como el lado A de la herencia de Sumo” [50], y ganaría sus propios fanáticos en la escena underground, aunque a comienzos de los años 2000 (y luego de su hit «Será») su popularidad ha ido en ascenso.
Un subgénero del rock barrial es el “rock rolinga” o "Rock stone". La diferencia entre ambos géneros no es tan clara, aunque la etiqueta “Rock barrial” se utiliza para bandas que comparten la estética, la música y un origen "barrial" del rock, aunque los grupos no tengan grandes influencias de los Rolling Stones; mientras que la expresión “Rock rolinga” se utiliza para describir a bandas influenciadas directamente por “los Rollings” y por otras bandas “Stone” locales. Los seguidores del rock rolinga pasaron a ser conocidos como “rolingas”.
Tan grande fue el impacto de los Rolling Stones en la Argentina, que influenciaron a cientos de bandas barriales que se agruparon bajo el subgénero “rolinga”. Su estética y su estilo se convirtieron en una marca distintiva, ya que profundizaba la del rock barrial: flequillo también corto -al estilo de Mick Jagger en la década de los 60-, pantalones estilo "bombilla", un pañuelo atado al cuello, alguna insignia de los Rolling Stones como tatuajes, collares, mochilas, etc., zapatillas, remeras ajustadas con el logo de los Rolling Stones o de alguna otra banda “stone”, “cientos” de pulseras, brazaletes y collares, y un desdén por los otros subgéneros del rock, a los que consideran parte del “establishment”. Sus fans, al igual que los del rock barrial, siguen “a muerte” a su banda favorita. La cabeza de este movimiento son Los Ratones Paranoicos, que si bien comenzaron tocando como simples copias de los Rolling Stones, rápidamente encontraron su estilo propio, lanzando un éxito tras otro y convocando masas. Los Ratones Paranoicos serían acompañados a mediados de los ‘90 por Viejas Locas, cuyo líder – “Pity” Álvarez- fundaría posteriormente otra banda de influencias stone: Intoxicados.
El aumento en la popularidad de las bandas de rock suburbano sirvió para el despegue de algunas bandas argentinas de blues que hasta ese entonces se habían mantenido en el circuito alternativo o underground. Memphis La Blusera son indiscutidamente, los padres del género; la banda venía grabando y tocando juntos desde finales de los ‘70. También se incrementó la fama de otra banda similar, La Mississippi. Ambas bandas fueron aumentando su público a medida que pasaban los años ‘90 y son consideradas los indiscutidos líderes del blues en la Argentina.
[editar] El metal de los años ‘90
La última década del milenio fue muy productiva para el heavy metal nacional. En la Argentina siempre existieron bandas de metal: Billy Bond y la Pesada del Rock en los ‘60; Pescado Rabioso y Pappo’s Blues en los ‘70; V8, Riff y otras bandas undergrounds en los ‘80. Pero estas nunca habían estado al frente del rock argentino, sino que generalmente eran eclipsadas por otros géneros, sea el acústico, el rock progresivo o las bandas de los ‘80. Esto cambió en los ‘90.
A comienzos de la década, Rata Blanca, Horcas, Hermética y J.A.F. tenían carreras más que respetables. Rata Blanca tenía proyección internacional. Menos populares en el exterior y archirrivales de Rata Blanca (ambas formadas en 1987 cuando se separó V8) Hermética era, sin embargo, la más popular en casa. Horcas y J.A.F. contaron con cierto éxito (aunque reducido a la escena del género), pero las bandas de metal más populares de los ‘90 fueron sin duda Rata Blanca y Hermética.
Los ‘90 también vieron el surgimiento de A.N.I.M.A.L. (Acosados Nuestros Indios Murieron Al Luchar). En sus canciones defendían a las comunidades aborígenes y el nacionalismo, mientras que también criticaban al actual orden mundial [51]. Su sonido combinaba el hardcore, el heavy metal y el trash. También en los ‘90 surgieron los hard rockers de La Renga, otra de las bandas de heavy más populares. Otro grupo importante de la década fue Tren Loco, quienes viajaron a Japón y ganaron el segundo puesto en un concurso de bandas en el estadio Budokan en Tokio. En el metal underground aparecieron bandas como Alakrán, Jezabel, Jason, Logos y Jeriko, entre otras.
[editar] Solistas, rock tropical y punk
Los artistas solistas como Charly hacia tiempo que estaban establecidos como grandes figuras del mundo del rock nacional. Las dos grandes estrellas desde los ‘70 fueron (y son, con algunas inclusiones) Charly García y Luis Alberto Spinetta. Charly disfrutó de una prolífica década del ‘80, editando varios álbumes y con sus canciones convirtiéndose en clásicos absolutos del rock argentino. Sin embargo, también atravesó dos internaciones tras un par de colapsos nerviosos. Pero nada pudo pararlo: en 1992 se reunió con Serú Giran - llenando dos River y dejando el álbum doble en vivo Serú ‘92. En los años ‘90 Charly comenzó con su eslogan "Say No More", que con el paso del tiempo se convertiría en su "marca registrada". Spinetta tuvo una carrera algo más desigual, pero siempre contó con el cariño del público.
Pappo continuaba sacando discos mezclando blues y heavy; Miguel Mateos siguió popular en Latinoamérica y España, aunque casi desapareció del panorama local. Mientras, León Gieco, mezclando folclore, música popular, rock y letras comprometidas socialmente, continuaba con su éxito.
La carrera de Fito Paez siguió remontando vuelo. A comienzos de 1990, Páez hace pública su decisión de irse del país y sus palabras causan revuelo nacional. En 1992 lanzó El Amor Después Del Amor, transformándose en el álbum argentino de rock más vendido de todos los tiempos [52]. El título del disco tal vez no es casualidad: Fito acababa de finalizar una relación con la roquera Fabiana Cantilo, y estaba conociendo a la actriz Cecilia Roth. Con su álbum Páez se confirmó como estrella nacional e internacional. Mientras tanto, Andrés Calamaro disfrutaba de cierta popularidad como solista, pero hasta entonces no había logrado un éxito masivo. Calamaro deja la Argentina y se va a España, donde junto con Ariel Roth y otros conforman Los Rodríguez en 1991. Dos años después, el hit “Sin Documentos” le dio finalmente a Calamaro un éxito internacional que haría despegar su popularidad en España y, sobre todo, en la Argentina.
El rock tropical, fusión y de influencias latinas siguió creciendo. 1992 fue el año de “La Pachanga”: el single de los rosarinos Vilma Palma e Vampiros. Su popularidad invadió las radios a comienzos de los ‘90. Bandas como Los Auténticos Decadentes, que tuvieron un gran éxito en 1990 con “Loco (tu forma de ser)”, y Los Pericos reflejaron la tendencia. Los Fabulosos Cadillacs tuvieron un desplome a comienzos de los ‘90, después de haber cosechado elogios a finales de los ’80, pero regresaron al ruedo en 1994 con su disco Vasos Vacíos, que contaba con el mega-hit “Matador”. El single ganaría alcance internacional, ganando los premios MTV a video del año [53] y logrando el 3° puesto de los mejores 100 videos MTV. También a comienzos de la década comenzó a tocar una agrupación caracterizada por su mezcla de rock tropical, algo de cumbia, la cantidad de miembros y, por supuesto, su carismático líder calvo: Bersuit Vergarabat. La Mosca también mostraría el crecimiento del género con su salto a la popularidad hacia mediados-finales de los ‘90.
El punk argentino contaría con una nueva ola de artistas en los años ‘90. Los Violadores habían dominado el punk de los 80, pero en los años ‘90 servirían como inspiración para los punks de Attaque 77 y Flema. Formados en 1986 y 1987 respectivamente, la llegada de Attaque a la masividad vendría de la mano de su clásico “Hacelo por Mí”. Flema nunca fue masivo, pero se convirtió en una banda de culto dentro de la escena del punk underground, entre otras cosas, gracias a su carismático líder anarquista Ricky Espinosa. Poco a poco Attaque 77 se convertiría en una de las superbandas del rock nacional (con su popularidad intacta hasta el día de hoy), sobre todo gracias a su combinación de punk con melodías pop y algunas baladas que le permitieron llegar a las FM. Otra banda del movimiento que surgió en los ‘90 es Dos Minutos, con un sonido punk enérgico. Otra banda de la escena seguía siendo Todos Tus Muertos. Fun People combinó el hardcore melódico con el punk y una actitud indie y anti-machista, además de contar con letras en su mayoría en idioma inglés, algo de veras infrecuente en el rock argentino. Los She Devils fueron pioneros de la escena Queercore en el país [54]. Cienfuegos, una banda de punk que venía tocando desde los ‘80, finalmente produjo algunos álbumes hacia mediados de la década.
[editar] El cisma de mediados de los ‘90
A mediados de los ‘90, se produjeron ciertas segmentaciones en el rock nacional que durarían hasta nuestros días.
Hacia 1996 el “Nuevo rock argentino” estaba perdiendo el rumbo. Para empezar, grupos como Los Siete Delfines y Peligrosos Gorriones perdieron popularidad. Al mismo tiempo, bandas como Massacre y La Portuaria se tomaron descansos de sus grabaciones y no volverían a sacar discos hasta la primera mitad del nuevo milenio. La separación de Los Brujos en 1998, después de ocho años, dejo un gran vacío en la escena. Por otra parte, en 1996 se realizó el último festival "Nuevo rock argentino", que convocaba a las bandas más importantes del movimiento. El festival recién reaparecería en el 2000. Uno de los últimos grandes grupos del “nuevo rock nacional” de los ‘90 fueron los rap/roqueros de Actitud María Marta, quienes tuvieron su momento de fama en 1995. Babasónicos, Todos Tus Muertos y los Valderramas fueron algunas de las bandas del movimiento que lograron mantener su popularidad mientras se aproximaba el nuevo milenio.
1995 fue el año del último álbum de material original de Soda Stereo: el tranquilo y casi “chillout” Sueño Stereo, un álbum por momentos mucho más electrónico que roquero, lo que sería un preludio de los primeros tiempos de Cerati como solista. Soda hizo su última gran gira internacional a través de EEUU y Latinoamérica, agotando las entradas en dondequiera que se presentara [55]. Su último concierto en Buenos Aires, el 20 de septiembre de 1997, donde llenaron el estadio de River con aprox. 70.000 personas, fue lanzado luego como un disco en vivo doble. Tal vez la banda más importante del rock argentino de los últimos 25 años se despidió de su público tocando el tema “De Música Ligera”, con sus últimas líneas –“Nada más queda...”- repitiéndose una y otra vez y con Cerati dando las gracias a todo su público. Fue uno de los momentos más emocionantes y más importantes del rock argentino, y cerraría toda una etapa.
Al mismo tiempo, el rock suburbano siguió creciendo. Las bandas de los ‘80 que ayudaron a definir el movimiento suburbano en los ‘90, como Redonditos de Ricota, Divididos y Las Pelotas, siguieron contando con gran éxito. Pero a estas se les unió una camada de nuevas bandas de mediados de los ‘90, entre ellas Los Caballeros de la Quema, Los Piojos y La Renga [56] (que convocaría también multitudes con los mismos ritos del rock suburbano, aunque su sonido era mucho más pesado y heavy). Los Ratones Paranoicos y Viejas Locas seguían siendo las insignias de los rolingas. En 1994 Los Redonditos de Ricota atraen a 80.000 personas para la presentación de Lobo Suelto, Cordero Atado durante dos noches en el estadio de Huracán.
Surgieron entonces las “bipolarizaciones”: la juventud Argentina se fue asociando con el rock suburbano o el rock underground. Y aún dentro de estos grupos había ciertas divisiones (como los rolingas en el rock suburbano y el rock sónico, punk o dark en el underground). Pero esas no eran las únicas “ramas” del rock nacional: También estaban los seguidores del metal, la creciente escena indie, los seguidores del rock tropical (en 1998 Kapanga recibe el premio revelación SI! de Clarín y el galardón Carlos Gardel también a la banda revelación), la rápidamente creciente escena de la Cumbia y, sobre todo, la Cumbia Villera (a pesar de no ser rock). La cumbia villera como movimiento estallaría, junto con la crisis del 2001, en el nuevo milenio. Así comienza un nuevo período en la historia del rock nacional.
[editar] 1998-presente: Rock argentino actual
[editar] Finales de los ‘90, nuevo milenio y cumbia villera
A finales de los años ‘90 bandas como Los Piojos, La Renga, Divididos, los Redonditos de Ricota, Las Pelotas, Los Ratones Paranoicos, La Mancha de Rolando, Los Caballeros de la Quema y otras bandas barriales dominaban las listas musicales. A estas bandas se les unió La Vela Puerca, una banda uruguaya más cerca del movimiento rolinga, dando origen al término “Rock rioplatense”, es decir, rock de la zona del Río de la Plata, para agrupar también a ciertas bandas uruguayas que compartían el sonido suburbano. El rock suburbano ha creado muy buenos discos y éxitos, pero sus críticos exclaman que muchas de esas bandas (sobre todo las de segunda línea) repiten simplemente la misma fórmula para vender álbumes, aunque hoy en día es destacable que estas bandas lograron un sonido propio, diferenciándose en gran medida del grupo que los había influenciado en primera instancia: Los Rolling Stones.
Por otra parte, grupos como Divididos, Los Piojos y los Redonditos han logrado superar hace tiempo sus limitaciones y se han convertido en grupos muy influyentes en el rock argentino moderno, y populares a nivel internacional. Las mejores bandas del género también cuentan con una inusual versatilidad para coquetear con distintos géneros como el tango, el folk, la música latina y el jazz, entre otros.
En abril de 2000 Los Redonditos de Ricota realizaron dos recitales en el estadio de River Plate; la asistencia al evento, más de setenta mil espectadores cada noche, lo convirtió en uno de los shows pagos más exitosos de Argentina y marcó, quizás, la cima de su celebridad. Sin embargo, en el 2002, tras prolongadas especulaciones sobre el futuro de la banda, se oficializó la separación de la banda con la presentación del primer trabajo como solista del guitarrista Skay Beilinson, A través del mar de los sargazos.
La escena underground estaba mucho más under que de costumbre a fines de los ‘90, pero, sin embargo era extremadamente creativa. Un estilo que logró cierto espacio fue el rock sónico, influenciado por bandas de los ‘80 como Virus y Soda Stereo. Algunas bandas del movimiento eran Babasónicos –que estaba en camino a ser una de las bandas de primera línea del rock nacional- y Juana La Loca. El último grupo ganó popularidad con su disco de 1997 Vida Modelo; mientras que el primero fue ganando más seguidores con cada nuevo álbum, hasta llegar a su disco Jessico (2001), calificado unánimemente como el mejor disco del 2001 [57]. En la escena alternativa, El Otro Yo siguió ganando seguidores; al igual que un grupo llamado Catupecu Machu, que continuaría escalando posiciones. Santos Inocentes, a pesar de no llegar a la primera línea del rock nacional, mantendría sus fans en la escena under. Los Super Ratones volvieron a la escena alternativa con su disco de 2001, nominado al Grammy: Mancha Registrada.
En la escena del metal, Hermética se separó en 1995, dando origen a Almafuerte. Con un sonido más actualizado, Almafuerte pasó a la cabeza del metal nacional, junto con A.N.I.M.A.L. y Rata Blanca. Este último grupo continuó grabando y girando intermitentemente por países de Latinoamérica. Los O'Connor, exponentes del metal clásico, salieron del underground a comienzos de los años dos mil, junto con Cabezones –banda de influencias darks- y Carajo. Una de las bandas más aclamadas por la crítica de la escena del metal es Los Natas. Originalmente un grupo de stoner rock, en sus últimos discos fue pasando a un sonido más experimental. Algunos han llamado a esta combinación de estilos –stoner rock, folk, psicodelia y space rock- Doom patagónico [58]. Si bien muchos músicos los consideran una de las propuestas “más interesantes y originales” del nuevo metal, todavía no han logrado acercarse al mainstream. La banda, por su parte prefiere denominarse como “rock libre” [59].
En el ámbito punk, Attaque 77 siguió siendo la banda insignia del género, acercándose más a un sonido pop-punk. Fun People además de girar por Europa, se ganó su propio culto, pero se separaron en el 2000. Muchas bandas punk nuevas aparecieron o se hicieron más populares, como Expulsados, Cadena Perpetua, Smitten y Shaila.
En la escena del rock fusión, Bersuit Vergarabat se confirmó como la banda más importante del género y una de las más importantes de la Argentina. Su disco de 1998, Libertinaje, los catapultó a la fama y a giras por Europa y América. Su seguidor, Hijos del Culo (2000) fue doble-platino. Por el lado del reggae-rock, Los Pericos y Los Cafres dominaron la escena. El Ska tenía a Los Calzones y Kapanga, pero Los Fabulosos Cadillacs seguían siendo la banda más famosa del género, mezclando rock, ska, rap, reggae y música latina, hasta su separación. La Mosca y Dancing Mood convocaban a cada vez más gente. Illya Kuryaki and the Valderramas se separaron en 2001.
Una banda nueva del género es Karamelo Santo, de la ciudad de Mendoza (al igual que Los Enanitos Verdes). La banda cuenta con un sonido bastante nuevo de rock, punk, ska, reggae y cumbia que le ganó la atención de la crítica. El grupo pasó la mayor parte del período 2001-2004 girando por Europa y América [60]. Todos Tus Muertos se separó en 1999 y Fidel Nadal comenzó su carrera solista.
Hacia fines de los ‘90 y principios del 2000, la popularidad de la cumbia villera, música preferida de las villas miseria, creció dramaticamente [61] [62]. Las letras de la cumbia villera se pueden comparar con las del rap de EEUU (drogas, crimen, odio hacia los policías, pobreza, y la jerga de las villas) y su sonido está muy influenciado por, obviamente, la cumbia; pero también por el rap, el hip hop y, hacia 2005-2006, por el reggaeton (dando origen al cumbiatón [62]). El género llegó a influir a algunas bandas de rock tropical o de rock suburbano. Durante su pico de popularidad (2001-2003) algunos hasta llegaron a hablar de que destronaría al rock. Sin embargo, esto no pasó: lo cierto es que la cumbia villera tuvo su momento como moda, pero hacia 2004 su popularidad comenzó a decrecer [62], aunque quedó instalada definitivamente en los barrios más humildes.
La electrónica y la música dance también se han instalado en la Argentina, llegando a influir fuertemente al rock en los años dos mil, en grupos como Babasónicos. De hecho, el grupo más “de moda” de los últimos años, Miranda! es una combinación de techno-pop, algo de look glam e influencias de Virus. Es más, Andre Sergi, cantante de Miranda!, declaró que era un ferviente admirador de los Virus [63], y en 2006 logró cumplir uno de sus sueños: Tocar en vivo con la banda pionera del synthpop en la Argentina.
[editar] Años recientes: Miranda!, Cromañón y festivales masivos
En 2004 ocurró la mayor tragedia del rock nacional desde sus inicios: La noche del 30 de diciembre de 2004, el boliche bailable República Cromañón se incendió como consecuencia de una bengala, mientras tocaba la banda rolinga-suburbana Callejeros. Administrado por Omar Chabán -artista y hombre de negocios estrechamente relacionado con el mundo del rock- el incendio del boliche Cromañón significó la mayor tragedia del rock nacional en sus más de 40 años, ya que dejó un saldo de casi 200 muertos: casi todos jóvenes que habían ido a ver el recital, aunque también murieron familiares y amigos de los miembros de la banda. La repercusión y el escándalo que se armó a su alrededor dura hasta nuestros días. Primeramente surgieron todo tipo de controversias alrededor de si el lugar estaba habilitado para funcionar, acerca de las salidas de emergencia, los materiales que se utilizaban, porque se dejó entrar bengalas a un lugar cerrado, etc. Uno de los primeros incriminados fue Omar Chabán, que es arrestado y encarcelado, aunque figuras del mundo del rock lo han apoyado. Luego ocurrió la destitución del jefe de gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, Anibal Ibarra, que debió dejar su cargo luego de un juicio político. La banda Callejeros, por otra parte, también sufrió persecuciones, dados que muchos padres de las víctimas y otros artistas los consideraban en parte responsables por la entrada de bengalas a sus recitales [64], y mientras sus canciones se convertían en tabú en algunas FM y se les prohibía tocar [65], las ventas de sus discos se incrementaron considerablemente [66]. Recién en 2006 la banda logró dar su primer recital post-cromañón, además de editar un disco también en 2006, que ya de por si solo fue tema de debate debido a su alto precio [67] [68] [69] . Familiares de las víctimas hasta amenazaron de muerte a integrantes de la banda. Pero tal vez la mayor consecuencia de la tragedia fue el cambio que se produjo en el mundo del rock y, especialmente, en el rock suburbano. A partir de la tragedia, decenas de lugares no habilitados para funcionar fueron cerrados o intimados, y el rock underground perdió lugares para tocar [70]. El rock en general sufrió una parálisis dado el aumento en las medidas de seguridad y en la clausura de locales [71] [72]. Por otra parte, el rito de prender bengalas en los recitales del estilo se convirtió en un tabú.
2004 y 2005 fueron los años de Miranda!. Surgidos de la escena alternativa del techno-pop, rápidamente ganaron popularidad entre los jóvenes, y principalmente entre las chicas adolescentes. Combinando melodías techno-pop y letras sobre el amor y el desamor, con canciones que van desde sentidas baladas hasta el pop más bailable, los Miranda! lograron ganar el premio Sí! –suplemento del diario más importante de Argentina, el Clarín- a banda revelación, en dos oportunidades. Sin embargo, entre el público mayor, el grupo generó tantos odios como amores. Mientras algunos claman por ser la banda más comercial del momento, otros destacan que lograron un sonido fresco y nuevo en el ambiente. Lo indudable es que su look –al igual que los rolingas- pasó a ser una característica de sus fans, principalmente entre las adolescentes, cuyo estilo pasó a ser llamado “alternito” o “alternativo” y sus seguidores “alternitos”. Los seguidores de la banda se caracterizan por usar largos collares de color rosa o similar con grandes perlas; pelo con flequillo hacia el costado (algo parecido al de los darks) ocultando un poco un lado de la cara; ropas de color rosa, algo adornada; etc.
En la primera mitad de la década, se han incrementado notablemente, tanto la cantidad de festivales dedicados completamente al rock nacional, como la visita de bandas internacionales. Si bien desde sus comienzos el rock nacional tuvo fastivales masivos, eventos como el Pepsi Music o el Cosquin Rock han aumentado considerablemente tanto su público como sus propuestas. Por ejemplo, el Pepsi Music son más de 10 días dedicados casi completamente al rock nacional, agrupado en días temáticos (“día reggae”, “día metalero”, “día punk”, etc.) [73]. Al mismo tiempo, una vez superada la crisis, la Argentina ha vuelto a ver la visita de bandas internacionales del calibre de los Rolling Stones, U2, Oasis, Deep Purple, Jamiroquai, Coldplay y Roger Waters, entre otros. Aunque sigue siendo un tema de controversia el alto precio de las entradas, consecuencia de la devaluación. Por otra parte, festivales electrónicos como Creamfields convocan miles de jóvenes [74].
En el 2005 murió otro de los próceres del rock nacional: Norberto Napolitano, "El Carpo" o simplemente Pappo, falleció como consecuencia de un accidente de tránsito la madrugada del 25 de febrero en la ruta 5 a la altura del kilómetro 71, en la localidad bonaerense de Luján. Sus restos fueron despedidos al día siguiente en el panteón de músicos de SADAIC, en el cementerio de la Chacarita (Capital Federal, Argentina) por sus seres queridos y por una multitud de fanáticos que no cesó de corear sus canciones y su nombre.
2006 fue el año de los solistas: Calamaro recibió la consagración definitiva por su carrera, con dos discos editados, dos discos tributo, un tema tributo hecho por el indio Solari (ex-líder de los Redonditos de Ricota), recitales a sala llena, reunión con Ariel Roth para recordar a Los Rodríguez y miles de “mimos” y homenajes [75] [76]. Por otra parte, fue el año del retorno de Cerati, con su disco Ahí Vamos, que ganó fama mundial. Mucho más roquero que sus otros trabajos solista, marca el retorno de Cerati a las guitarras, y la consagración internacional definitiva del ex-Soda Stereo. Cerati ganó la encuesta Sí 2006 del diario Clarín a solista del año. León Gieco también vivió un buen año con la edición de un compilado con sus canciones. En 2006 también se festejó los 40 años del rock nacional, tomando como punto de partida el año de la edición del primer single, “Rebelde”, de Los Beatnicks, a pesar de que el rock se había iniciado algunos años antes.
[editar] Tendencias actuales
Como cualquier movimiento musical que cambia constantemente, es difícil definir con exactitud el panorama actual del rock nacional. Tal vez solo dentro de 10 o 20 años se pueda definir claramente lo más importante de este período, pero a mediados de la década del dos mil, se pueden ver las siguientes tendencias:
- El rock suburbano y rolinga continúan con su éxito comercial. Se podría hablar de una segunda ola de bandas suburbanas, como Los Guasones, Callejeros, La Mancha de Rolando, Los Tipitos y de bandas rolingas, como La 25, Villanos y Jóvenes Pordioseros.
- La escena punk en Argentina no tiene bandas en el mainstream (a excepción de los siempre vigentes Attaque 77), pero en cambio tiene una enorme escena indie y alternativa. Algunas bandas han logrado trascender ese nivel y reciben cierta atención por parte de las FM, como Smitten; Cadena Perpetua y los veteranos de Dos Minutos, que en 2006 sacaron un nuevo disco.
- La única banda de heavy en el mainstream es Rata Blanca; pero en cambio existen una gran escena alternativa de bandas de doom y nü-metal. Algunos grupos como Carajo, Cabezones (de influencias dark) y Lörihen asomaron en los últimos años. A.N.I.M.A.L. sigue convocando; Los Natas están a la cabeza de la vanguardia del metal y O'Connor del revival del metal clásico.
- Por el lado del rock tropical o fusión, Bersuit Vergarabat sigue estando a la cabeza, aunque tuvo un año 2006 y 2007 muy ocupado con shows por toda latinoamérica y Europa. El reggae pasó a estar de moda en 2005-2006, con bandas como Los Cafres, Nonpalidece y decenas de bandas under. Otras bandas del movimiento son Karamelo Santo, Dancing Mood, La Mosca y Kapanga. También Vicentico, el ex cantante de Los Fabulosos Cadillacs, logró una exitosa carrera solista mezclando un poco del sonido de los Cadillacs con ritmos latinos. El ex Todos Tus Muertos Fidel Nadal también tiene una carrera en ascenso.
- Por el lado alternativo, El Otro Yo es el grupo insignia del movimiento. Babasónicos es sin duda la más famosa y mainstream, dejando de lado el sónido sónico de sus primeros discos para acercarse al pop con matices electrónicos. Catupecu Machu es posiblemente la más popular del movimiento luego de Babasónicos, con un sonido que combina canciones cargadas de energía con cierto toque pop, y es tal vez la más potente en presentaciones en vivo, con memorables pogos. La Portuaria regresó en el 2006 con un nuevo disco y una canción en colaboración con David Byrne.
- La escena indie está cargada de nuevas bandas que esperan saltar a la masividad. En 2006 y 2005 llamaron la atención bandas como Mataplantas, Estelares, Bicicletas, Adicta, Futbol, El Mató a un Policía Motorizado e Interama. La indietrónica de Entre Ríos es uno de los secretos mejor guardados del electro indie nacional, aunque aparecieron brevemente en los medios cuando una de sus canciones se utilizó para la publicidad de una famosa marca de cerveza. La escena indie también tiene un revival del rock sinfónico, con bandas como Pez, A-Tirador Laser y Piter Marton & Lucifer. Por el lado del Post-rock, Bauer lleva la posta.
- Solistas como Charly García siguen vigentes. Calamaro es tal vez el solista de mayor popularidad hoy en día. Otro de los solistas del momento es Cerati, que tuvo un gran retorno con su mulipremiado Ahi Vamos. Esta 2da generación de solistas son en su mayoría ex miembros de grandes bandas de los ’80 y ’90, como Cerati, el Indio Solari, Vicentico y Fidel Nadal. También otros artistas solistas están cobrando relevancia, como Migue García (el hijo de Charly), Leo García y Emanuel Horvilleur. A Skay Bellinson, ex Redonditos de Ricota, también le fue bien con sus primeros dos trabajos solistas.
También existen otras bandas que son difíciles de categorizar. Arbol es una de las bandas más importantes de la actualidad: con un pasado hardcore melódico, en sus últimos discos viraron hacia un sonido algo más pop, pero incorporando violines y otros instrumentos inusuales. Los Tipitos y Villanos presentan una variante algo más melódica de rock suburbano. Los Tipitos muestran una tendencia hacia un pop-rock algo más maduro; mientras que el sonido de Villanos es más alegre, pop y optimista, aunque a veces muestran ciertas reminiscencias del pasado de rock sónico. E Intoxicados, con el ex Viejas Locas como cantante, ha sido una de las bandas más populares desde comienzos de la década. Su último álbum (Otro Día en el Planeta Tierra, 2005) los muestra difícil de catalogar, ya que entran y salen del rock, el hip hop y el reggae.
[editar] Referencias
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- ↑ Billy Cafaro en Rock.com.ar
- ↑ Diario Clarín: 24 de julio de 2005
- ↑ Los Jets en Rock.com.ar
- ↑ Ver las entradas para las dos bandas en: Groups from Uruguay (en inglés).
- ↑ Antonelli, Mario: «The Beat Years», en The Magic Land. A guide to Beat, Psychedelic and Progressive Rock music between 1966 & 1977 in Argentina and Uruguay (en inglés).
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