Cultura de México
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La cultura de México es en realidad un mosaico de culturas. En lo que se ha dado en llamar lo mexicano confluyen elementos culturales de la más diversa índole: ya los modernos, los antiguos, los reciclados. Este artículo tiene como propósito dar un panorama breve de las culturas mexicanas.
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[editar] Identidad Nacional
La construcción de la cultura mexicana es el resultado de un proceso histórico que implica relaciones de poder, intercambios pacíficos, asimilaciones de elementos culturales exógenos y reinterpretaciones de los elementos culturales preexistentes. Como es el caso de todos los países latinoamericanos, cuando México se liberó del dominio español, sus habitantes carecían de lo que se da en llamar identidad nacional. Quizá lo único que la mayor parte de los mexicanos compartían al momento de la independencia era el haber nacido en un territorio que pretendía ser un Estado, y la religión católica. Fuera de eso, los vínculos interregionales eran escasos y las identidades comunitarias y étnicas estaban muy arraigadas.
Los liberales del siglo XIX consideraban que uno de los mecanismos que permitirían la formación de una nacionalidad fuerte sería la educación. Por ello, entre los esfuerzos de la Primera República Federal, la creación de un departamento de Instrucción Pública es uno de los más significativos. Valentín Gómez Farías, su creador, pensaba que era necesario despojar a la Iglesia del monopolio en la formación ideológica de los nuevos individuos. Sin embargo, los intentos de establecer una educación acorde con los valores liberales fracasaron. Los regionalismos persistieron, y fueron sumamente costosos para el país. A la construcción de la identidad mexicana en el siglo XIX contribuyeron, más que la educación liberal, la Segunda Intervención Francesa, período lleno de triunfos y derrotas para los mexicanos; y sobre todo, la Invasión norteamericana, que permanece en el imaginario mexicano como la más injusta de las guerras que se le han hecho a este país y la que lo sumió en el subdesarrollo que padece.
Por otra parte, como se indica en el apartado sobre los grupos étnicos, la nación en sus primeros años aspiraba a ser una nación criolla y blanca. Desde Francisco Xavier Clavijero hasta Pimentel, los criollos apelaban a la América para diferenciarse de los españoles. Lo extraño en el discurso de muchos criollos es que sus reivindicaciones estaban apoyadas en la adopción del pasado indígena mesoamericano como el elemento que definía la diferencia entre México y Europa. Al mismo tiempo, los criollos rechazaban a los indígenas sobrevivientes a la Conquista, pues consideraban que habían sido degradados y no tenían demasiado qué ver con aquella raza de grandes señores, portadores de la gran civilización prehispánica. Por ello, intentaron por muchos caminos eliminar a los indios del bello paisaje del México moderno: exterminio físico, aculturación (que entre otras cosas comprendía la castellanización y la supresión de las lenguas indígenas, la erradicación de las formas vernáculas de expresión cultural, de vestimenta...). En otras palabras, concebían que los indios podían incorporarse en el seno de la nación mexicana sólo si dejaban de ser lo que eran: indios.
Asociados al triunfo de Revolución, aparecen nuevas maneras de concebir la identidad nacional. Posterior a la Revolución Mexicana sobrevino un gobierno callista que atentó contra la libertad de creencias religiosas, cosa que propició el levantamiento de la "Union Popular" y los famosos cristeros que dieron un tinte de nacionalismo y religiosidad a la identidad nacional, como una raza libre. Uno de los pensadores clave en esta nueva etapa de la reflexión sobre lo mexicano es José Vasconcelos. Para este abogado México era una suerte de "crisol" en el que confluían todas las razas. A la construcción de la cultura y de la historia del país habían contribuido lo mismo los europeos que los indígenas, los africanos que los asiáticos. Por lo tanto, los mexicanos por definición eran (y son) mestizos, tanto biológica como culturalmente. Vasconcelos llamaba raza cósmica a la mestiza, aquella en que confluiría lo mejor de todos los pueblos del orbe. Si tenemos en cuenta que por aquella época afloraban en otras partes del mundo los movimientos de la pureza étnica, el pensamiento de Vasconcelos era sumamente revolucionario. Su influencia se hizo sentir inmediatamente en todo el país a través de su labor en la Secretaría de Educación Pública. Desde 1920 hasta 1940, la educación en México fue empleada como uno de los mecanismos por los cuales se difundió la tesis del México mestizo; un logro importante de este oaxaqueño, fue darle a la UNAM su lema: "POR MI RAZA HABLARÁ EL ESPÍRITU", cosa que influiría en una visión nacionalista de la identidad nacional.
La escuela se dio a la labor de construir un pasado compartido, que se reforzaba por los medios de comunicación. En especial el cine contribuyó a la formación de ciertos estereotipos de lo mexicano que fueron sumamente criticados en años posteriores. En este proceso de no más de tres décadas, la identidad mexicana era la del charro y la china poblana. Jalisco se convirtió por antonomasia en México. El mole y el tequila fueron elevados a la categoría de platillo y bebida nacionales. Se creó lo que Taibo (1996) llama el santoral laico, en el cuál estaban incluidos ciertos personajes de la historia como héroes, y otros tantos como villanos (Cuauhtémoc v. Cortés, Hidalgo v. Iturbide, Juárez v. Maximiliano...). El papel del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) también fue importante; a éste correspondió el rescate del pasado de las grandes culturas prehispánicas que el discurso oficial mexicano reclama como propio.
La selección de estos y otros elementos culturales se hizo en detrimento de las culturas regionales. No fue sino hasta la década de 1990 que empezaron a cobrar mayor fuerza los movimientos culturales de ciertas regiones del país, como es el caso de la Huasteca, el auge de la música jarocha, la emergencia de las literaturas indígenas. Esto llevó a elevar a rango constitucional la declaración de México como un país multicultural y multiétnico. La identificación de lo mexicano con los estereotipos enlistados arriba ha venido cediendo terreno. Ahora se argumenta que no hay una sola identidad nacional, sino varias, y que son pocos los símbolos que la identifican y establecen una comunidad entre las muchas expresiones de la mexicanidad.
[editar] Idiomas de México
[editar] Los idiomas indígenas
El gobierno mexicano reconoce 85 idiomas indígenas en México [1]. Esta apreciación no toma en cuenta la variedad de dialectos —en ocasiones ininteligibles entre sí— de algunos idiomas. (El Instituto Nacional de Lenguas Indígenas pronto publicará el Catálogo de Lenguas de México incluyendo muchas variaciones dialectales.)
El más extendido y hablado idioma indígena es el náhuatl, la lengua de los antiguos mexicas, con más de 1,600nm,000 hablantes extendidos en el centro y sur del país. El maya yucateco, de la península de Yucatán, ocupa el segundo puesto, con cerca de 900,000 hablantes. Aún vigorosos se conservan el mixteco y el zapoteco, ambos principalmente del estado de Oaxaca. Muchos otros idiomas son hablados por escasas poblaciones, como el seri de Sonora, el kikapú de Coahuila, o el chocholteco de Oaxaca.
Las lenguas indígenas mexicanas han estado sometidas desde la colonia a una fuerte presión que las ha debilitado y reducido muchas veces a zonas rurales pobres y apartadas. Durante mucho tiempo fueron consideradas como lenguas incultas, con la excepción quizás del náhuatl y del maya yucateco y de hecho la posesión de una lengua indígena es vista todavía en muchos casos como una desventaja, lo que ha motivado que las nuevas generaciones ya no las aprendan. En tiempos exrecientes, el gobierno ha echado a andar un proyecto cultural para la preservación de las lenguas indígenas, mediante la enseñanza bilingüe en las escuelas. También los gobiernos de los estados han salido en defensa de sus idiomas. En algunas partes del país, la fuerza de las lenguas autóctonas radica en la férreado defensiva de la identidad cultural que han emprendido las poblaciones; es el caso del zapoteco de Oaxaca y del maya de Yucatán, donde el dominio de la lengua indígena es motivo de orgullo.
[editar] El español de México
El español que se habla en México, al igual que en el resto de Latinoamérica, no reconoce diferencias entre los sonidos s y z, lo que en la enseñanza genera confusión en la ortografía. Carece del pronombre vosotros (éste sólo se emplea en la educación). ñlgl Una característica particular es el uso de los pronombres dativos y acusativos, que suelen ser intercambiados para la segunda y tercera persona del plural, como en se los dije (en lugar de se lo dije [a ustedes]). También es común que agregue pronombres acusativos donde no se requieren, como en súbale, ándale, te me vas. Estos pronombres también se utilizan a menudo en los verbos auxiliares, en casos como sígueme cantando, vele a decir a tu mamá. La voz imperativa "ándale" tiene la característica antes mencionada y probablemente sea una derivación de "pícale" que quiere decir "date prisa" o "decídete", viene de tiempos anteriores a los del vehículo motorizado, de ahí "pícale" (con la espuelas o los talones al caballo).
Es muy rico en diminutivos y posee variedad local, incorporando en varios casos giros dialectales de España.
Existen en México diversos dialectos del idioma español que incorporan varias palabras castellanizadas de los idiomas indígenas regionales. El náhuatl es el idioma que más ha influido en el español de México y palabras de uso corriente procedentes de esa lengua se oyen en casi todo el territorio nacional: chile, milpa, tomate, guajolote, tepalcate, popote, petate, escuincle, chicle, capulín, atole, tianguis, huipil, elote, cacahuate, coyote. En la península de Yucatán, siempre con características propias, la influencia maya es la predominante en el léxico culinario: papadzul, codzito, xtabentún, poc chuc, etc. Según la zona geográfica, se pueden hallar palabras de muy variados idiomas indígenas en el español, En el norte, el español empleado es otro dialecto propio muy característico y fácilmente reconocible en el acento, mientras que en la costa de Veracruz y Tabasco son palpables las influencias caribeñas y en Chiapas la centroamericana.
El sustantivo "Lana" como sinónimo de dinero es notable ya que en casi todos los países de habla hispana se dice"plata" con el evidente significado. En el México rural, el uso de lana diferenciaba a los terratenientes, ricos de los peones que vestían básicamente de algodón y otras fibras vegetales.
Los medios de comunicación nacionales difunden el español estándar hablado en la Ciudad de México, lo que ha sido causa del debilitamiento de las variaciones regionales, sobre todo de las consideradas incultas: aquellas que tienen giros propios traídos de diferentes regiones dialectales de España. Así, es considerado inculto decir muncho (mucho), trujimos (trajimos), dijites (dijiste), haiga (haya), o probe (pobre), palabras tradicionalmente asociadas a ciertas zonas rurales y actualmente en proceso de extinción.
[editar] Ocio y deporte
El fútbol es el deporte con mayor difusión en México y es uno de los pasatiempos favoritos de chicos y grandes. Se considera que fue introducido por los ingleses en la ciudad minera de Pachuca, donde reside uno de los clubes más antiguos, el Pachuca Club de Fútbol. Los clubes con más campeonatos ganados son el Club Deportivo Guadalajara, de la ciudad del mismo nombre, el Club América, de la Ciudad de México, y el Cruz Azul, originario del estado de Hidalgo; estos tres equipos concentran aficionados en todo el país.
El béisbol es el segundo deporte más practicado, y hasta hace pocas décadas, el principal deporte en México, antes de ser desbancado por la gran difusión mediática del fútbol. Todavía existe una gran afición por este deporte en la Península de Yucatán, Tabasco, Oaxaca y algunos estados del norte del país, como Sonora y Coahuila y Baja California. [[Imagen:Mascara El Santo.jpg|thumb|riht|100px|La máscara de [[El Santo]un ídolo de la lucha libre mexicana]]] Un deporte de donde han salido importantes representantes es el boxeo, muchos de ellos campeones internacionales. El resto de los deportes olímpicos permanecen en una situación de evidente rezago, si bien ha habido escasas pero notables excepciones.
La tauromaquia, heredada de España, es una tradición viva de México. Todavía conserva cierta afición, aunque ésta ha disminuido en los últimos años. Con todo, La Plaza de Toros México es la mayor del mundo y en ella se presentan destacados toreros de México y España.
La charrería es una actividad deportiva netamente mexicana. En ella, los jinetes realizan diversas suertes de alarde ecuestre-ganadero. Originada entre los antiguos hacendados y sus vaqueros, es actualmente una actividad restringida a las élites provincianas, aunque en la Ciudad de México también hay asociaciones de charros integradas en muchos casos por gente con el mismo perfil de los Clubes hípicos y de golf
La versión humilde de la charrería son el jaripeo y las "carreras parejeras" muy populares durante las fiestas patronales de los pueblos y barrios de muchas regiones el país.
En las útlimas décadas, con la influencia de los trabajadores emigrantes se ha difundido el rodeo al estilo estadounidense y combinado con espectáculos musicales.
La lucha libre profesional ha sido desde mediados del siglo XX un entretenimiento muy extendido en el país, sobre todo entre las clases populares y el público infantil. De la lucha libre han surgido míticos personajes, el mayor de ellos El Santo.
[editar] Religión
Desde la conquista, México ha sido un país de profundas convicciones católicas. A partir de las leyes de reforma del presidente Benito Juárez, la Iglesia ha ido perdiendo relevancia en los asuntos del Estado, si bien aún se mantiene como una institución fuerte e influyente en grandes sectores de la población. Zonas enteras del país han sido consideradas de gran apego a la religión, como el occidente, el norte, el bajío y el estado de Puebla. Los numerosos templos en la Ciudad de México o en la ciudad de Puebla de Zaragoza dan testimonio de la importancia histórica que se ha concedido a la religión. No son raros en la actualidad los pronunciamientos políticos de algunos jerarcas eclesiásticos o de asociaciones civiles de perfil religioso.
Todavía son comunes las peregrinaciones a diversos santuarios del país. Sin lugar a dudas, el principal lugar santo de los mexicanos es la Villa de Guadalupe, en la Ciudad de México, sitio que congrega el 12 de diciembre de cada año a millones de personas que llegan a venerar a la Virgen de Guadalupe, advocación mariana de profundas raíces en la cultura del país.
A partir de la segunda mitad del siglo XX, han entrado en México varias agrupaciones religiosas protestantes provenientes de Estados Unidos, algunas de ellas han crecido significativamente, principalmente en el centro y sur del país.
A lo largo de su historia, en México, buena parte de la población ha tenido creencias en lo sobrenatural que se reflejan en una larga serie de leyendas. También se ha tenido gran confianza en la medicina natural muchas veces asociada a la hechicería y a la religión. Una célebre curandera fue María Sabina, especialista en los hongos alucinógenos. En la actualidad, si bien las creencias sobrenaturales han perdido bastante terreno, todavía existe cierto número de personas que recurren a ritos de hechicería para intentar curarse. La ciudad de Catemaco es el santuario de hechiceros y curanderos más importante del país.
[editar] Celebraciones en México
El día nacional es el 16 de septiembre, que conmemora la independencia de México, iniciada en el pueblo de Dolores por el cura Miguel Hidalgo y Costilla. Rememorando esa fecha, el 15 de septiembre el Presidente de la República Mexicana hace sonar esa misma campana en el Palacio Nacional, invoca a los héroes nacionales y se realiza un juego de luces artificiales; esa celebración se conoce como la noche del Grito. De manera paralela, los gobernadores y alcaldes hacen lo propio en sus respectivas sedes, con réplicas de la campana de Dolores. La gente celebra el día ya sea en casa o en reuniones en bares o discotecas. Por lo general se utilizan motivos mexicanos, como grandes sombreros, trenzas con listones tricolores, banderas, y se preparan platillos típicos mexicanos muchas veces acompañados con tequila.
[[Imagen:Vas1.jpg|150px|thumb|right|Carnaval de Tlaxcala]] A excepción del día nacional, la mayor parte de las celebraciones que se llevan a cabo en México tienen o tuvieron motivos religiosos. Las celebraciones civiles tienen generalmente únicamente un carácter oficial y en ocasiones son días exentos de trabajo y actividades escolares. En las ciudades y en los pueblos, la celebración principal es el día del santo patrono de la localidad. Estas celebraciones se llevan al extremo en algunos lugares, donde se celebra también el día del santo de cada barrio. En las celebraciones hay ferias que incluyen comida, bebidas alcohólicas, música, baile, comercio y en ocasiones circo, peleas de gallos y corridas de toros. Durante los festejos de carnaval es representativa la participación de diferentes grupos de danza llamados "camadas", provenientes de distintas regiones y que concursan entre ellos a través de bailes y su vestuario. recorren los distintos municipios para el agrado de la población.
El Día de Muertos es una celebración muy mexicana, resultado de la fusión del catolicismo con la religión de los pueblos mesoamericanos. Es un día de fiesta, en las que se visitan los cementerios, se limpian y se adornan las tumbas y en los hogares se coloca un altar ofrenda a los difuntos de la familia, con comida típica mexicana, fruta de temporada, bebida, flores (principalmente cempasúchil), velas e incienso. El pan de muerto es una golosina muy consumida en los días previos, lo mismo que las calaveras de azúcar o de chocolate y el dulce de calabaza. Los antiguos mexicas tenían la creencia que en estos dias de fiestas los espíritus de sus antepasados dejaban el mundo obscuro de mictlan, para poder estar espiritualmente con ellos, así mismo los antiguos habitantes de michoacan (los perempuchas), creían que las miles de mariposas que llegaban a su santuario en esas fechas, eran en si los espíritus de sus antepasados, las flores de cempasuchitl era de gran importancia en los altares, ya que estas indicaban el camino para guiar a los espíritus y que estos encontraran el camino al que había sido su hogar. Esta fiesta fue considerada como pagana por los primeros frailes evangelizadores venidos de la Nueva España, muchos años más tarde esta festividad fue absorbida por la iglesia católica. La época navideña es celebrada de modo particular. Del 16 al 24 de diciembre se celebran las posadas, fiestas diarias en las que se recrea la peregrinación de la Virgen María y San José hasta llegar al sitio donde nacería el Niño Jesús. En ellas se reza, se cantan villancicos, se rompen piñatas y se comen dulces y fruta. También se celebran obras teatrales en teatros, conventos y colegios conocidas como pastorelas, de las que se organizan en ocasiones concursos.
La nochebuena, las familias se reúnen a comer en casa, donde el plato principal muchas veces es un guajoloteo pavo. Abundan la bebida y los dulces. En algunos lugares del país, la víspera de navidad salen niños a la calle con una rama de árbol adornada, cantando y pidiendo dulces o dinero en las casas. En años recientes se ha popularizado, especialmente en los estados del norte y las grandes ciudades, la llegada de Santa Claus a los hogares mexicanos en la noche de navidad, tradición casi inexistente hasta hace algunas décadas. La víspera de año nuevo es celebrada de nuevo en casa. En los estados del sur, la celebración del año viejo tiene incluso mayor importancia que la navidad, y es símbolo de la esperanza en la prosperidad. El año nuevo es continuación de la fiesta y los excesos en el comer y el beber.
El 6 de enero, se celebra a la llegada de los Reyes Magos, es el día en que los niños de todo el país reciben juguetes de regalo. La noche de ese día se celebra en familia con una tradicional Rosca de Reyes y chocolate. La celebración navideña termina finalmente el 2 de febrero, día de la Candelaria, cuando se recoge la imagen del Niño Jesús del belén, se la viste de gala y se bendice en el templo. Ese día se comen tamales.
Las celebraciones de Semana Santa son un mosaico entre lo europeo y lo indígena. En muchos lugares se acompañan de obras de teatro que representan la pasión de Jesucristo, un ejemplo de ello es el concurrido Viacrucis de Iztapalapa. También hay procesiones en silencio cuando se sacan del templo las imágenes religiosas, penitentes encapuchados y crucifixiones colectivas. Hay también ritos indígenas para espantar al demonio. En algunas localidades el sábado de gloria hay representaciones del demonio, quema de monigotes conocidos como judas y fuegos pirotécnicos; ese mismo día se tiene la costumbre de empapar de agua a la gente.
El día de Corpus Christi se viste a los niños de campesino (indito) y se utilizan mulas de cartón, por lo que coloquialmente se conoce este día como día de las mulitas. En los pueblos todavía suele ocurrir la bendición de los animales domésticos.
Los cumpleaños se celebran generalmente con un pastel, y se entona la canción Las mañanitas. En las fiestas infantiles es también común utilizar piñatas. Los onomásticos se festejaban anteriormente porque generalmente coincidía con el aniversario, pero en la actualidad casi no se celebran. El tercer aniversario de los niños se celebra con una pequeña fiesta, evocando la presentación de Jesucristo en el templo; esta celebración, originalmente reservada a los varones, se ha extendido a las niñas. La Fiesta de quince años de las jóvenes es muy extendida en todo el país y se realiza con gran pompa: se celebra una misa, la joven se viste de gala, a la usanza de la aristocracia europea, lo mismo que sus jóvenes chambelanes; se baila un vals o una melodía suave y pausada; posteriormente hay baile y banquete.
Las celebraciones de México varian de un estado a otro, ya que existe la diversidad de etnias en el país, esto mismo ha provocado que cada lugar mantenga sus propias costumbres y tradiciones. cada mes del año cuenta con una celebración. En el mes de Enero se celebra a los reyes magos con dulces, juguetes y una rosca de pan, la cual es repartida por los miembros de una familia o comunidad, en febrero se celebra la amistad, así como el festejo del día de la Candelaria, en Marzo la celebración es de la primavera y la semana santa, abril celebramos a los niños con un festejo de dulces, piñatas o juguetes, en mayo festejamos a nuestras queridas Madres con mariachi, comida típica y música, los meses de junio, julio y agosto son pocas las festividades que se realizan, dependiendo el estado de la republica, en septiembre festejamos el mes de la patria, nuestra independencia es recordada por todos lo mexicanos, octubre recordamos el día de la raza y uno que otro evento no de menos importante, el mes de noviembre uno de los más importantes, celebramos en grande el día 1 y 2 como una tradición ancestral y única "El día de los Muertos" y como todo finalizamos en Diciembre con las fiestas navideñas y el festejo de fin de año. Como podemos observar nuestras celebraciones son durante todo el año. (Sandra)
[editar] La historieta
Las revistas de historietas constituyeron durante gran parte del siglo XX la principal fuente de lectura en las clases populares urbanas y rurales. México llegó a ser uno de los páises con mayor producción de historieta. Una buena parte de las publicaciones eran auténticos dramas en los que triunfó Yolanda Vargas Dulché, cuyas historias serían posteriormente trasladadas a la televisión.
La historieta infantil y juvenil, también muy importante, fue la cuna de grandes personajes, como Karmatrón, Kalimán, Memín Pinguín y La Familia Burrón. Desde los años setenta, la incursión al mercado de historieta estadunidense comenzó a desplazar a la producción mexicana y los superhéroes se hicieron muy populares.
Las crisis económicas de los años ochenta y noventa y el auge de la televisión dañó seriamente al mercado de la historieta. A partir de los años noventa, la mayor parte de la producción se concentra en innumerables publicaciones de mala calidad con claras inclinaciones pornográficas.
En temas adultos, probablemente el historietista más destacado es Rius, quien especializado en la crítica mordaz y la ironía ha retratado al pueblo mexicano e intentado acercar a la gente a la política y a diversos temas de interés general en más de un centenar de libros. 22653536666
[editar] La televisión mexicana
La televisión es, con mucho, el principal medio de entretenimiento de la mayoría de la población de México y su fuerza ha desplazado a muchas manifestaciones culturales, como el cine y el teatro. Dos grandes empresas dominan el mercado televisivo: Televisa, la fundadora de la televisión en México, y TV Azteca, beneficiaria de la privatización de la empresa parestatal de televisión nacional.
Las telenovelas acaparan la atención de millones de personas en todo el país y de ellas han salido catapultadas a la fama estrellas como Verónica Castro, Lucía Méndez, Victoria Ruffo, Salma Hayek, Leticia Calderón, Edith González o Adela Noriega, protagonistas de dramas de gran éxito y que han reemplazado en cierto modo a las grandes estrellas de cine. Aunque principalmente enfocadas al romance, las telenovelas han incursionado también exitosamente en los géneros juvenil e infantil y recientemente en temas políticos y cómicos.
Las series de televisión mexicanas han sido de muy poca relevancia y su producción es bastante escasa. En su lugar se prefieren las series estadounidenses.
De la televisión también han salido famosos personajes cómicos. Entre el público infantil y familiar son destacables Cachirulo, Chespirito, Los Polivoces, Chabelo, Cepillín, Andrés Bustamante y Anabel Ferreira. En humor para adultos Víctor Trujillo, Héctor Suárez, el Loco Valdés y Eugenio Derbez.
Los programas deportivos se concentran en la difusión de la liga de fútbol o de los campeonatos mundiales de ese deporte, mientras que otros deportes son ignorados casi por completo. Cada dos años, las dos televisoras principales invierten grandes sumas monetarias en la producción de programas especiales que difunden los Juegos Olímpicos o el Mundial de Fútbol. Este formato de programa, originalmente introducido en México por el periodista José Ramón Fernández en lo que actualmente es TV Azteca, se ha extendido a Televisa y es un ejemplo de derroche de recursos y de encarnizada lucha por acaparar el rating, sólo comparable a las telenovelas.
Además de las telenovelas, la televisión comercial ha sido invadida en la última década por programas que forman parte de la prensa del corazón y por programas de revista ligeros y abundantes en anuncios comerciales. Los talk shows sensacionalistas, tan exitosos a finales de los años noventa, han perdido terreno por considerarse ofensivos para ciertos sectores. A principios de la década de 2000, adquirieron gran fama los reality shows, en especial La Academia (una versión de la española Operación Triunfo) y Big Brother, misma que se ha ido apagando.
La televisión cultural y de espectáculos se halla muy restringida en las dos televisoras principales y se concentra en dos importantes canales educativos: Canal 11, del Instituto Politécnico Nacional y el Canal 22, dependiente del Consejo Nacional para la Cultura y las Artes (CONACULTA). Los canales de televisión local, subsidiados por los gobiernos de los estados cuentan también con espacios culturales que fomentan la identidad de cada estado.
Los programas infantiles desde siempre han sido dominados por los dibujos animados de las series estadounidenses y japonesas. En años recientes, Canal 11 ha iniciado programas que tratan de iniciar a los niños en la ciencia y la cultura.
[editar] Música popular
El género musical tradicional más difundido es el son, cuyas formas son muy variables de acuerdo a la región geográfica donde se cultiva. El son es de tradición campesina, pero permanece como símbolo de identidad cultural. También de orígenes rurales son la canción ranchera y el corrido. La canción ranchera y el son de mariachi, difundidos por el cine, son los géneros tradicionales mexicanos más conocidos en el país y el extranjero y han sido elevados de cierta manera a una especie de música nacional, aunque no son representativos de la cultura musical de todo el país.
La música norteña es interpretada con acordeón y en ocasiones también de teclados, y aunque originaria de los estados del norte, goza de gran aceptación en todo el país. También muy popular es la música de banda, en especial las de Sinaloa y Durango.
Entre la llamada "música tropical", la cumbia es la más exitosa, género que interpreta un sinfín de conjuntos mexicanos y cantantes colombianos de gran éxito. La música salsa|salsa y el merengue son también géneros muy apreciados. La música tropical tiene mayor arraigo en las regiones del centro y sur del país.
[editar] Música comercial
El rock en español tiene, desde la década de 1960 hasta la fecha, legiones de seguidores en las grandes ciudades, así como la balada y el bolero mismo que proveniente del Caribe entró a México a través de la península de Yucatán, hizo furor durante los años cuarenta y ha vuelto con un relativo auge.
Actualmente el género más difundido por los medios de comunicación es el llamado estilo grupero, el cual consiste en una combinación (o tal vez un "cocktail") de la música norteña con la balada de los años 70 y la cumbia. Este fenómeno "grupero", (llamado así originalmente por los grupos que tocan música bailable sin un estilo muy definido), y ejecutantes con rasgos mexicanos pero ataviados como vaqueros estadounidenses, se debe a la influencia de la cultura fronteriza en todo el país y en algunos casos se le ha asociado al crimen organizado de ésa zona.
[editar] Otros géneros
Al igual que el rock mexicano, otros géneros también han tenido y continúan teniendo auge en México. La llegada de influencias musicales ha permitido establecer un nuevo mercado musical, con géneros como pop, rock (en diversos subgéneros), punk, entre otros, cuya influencia ha perdurado desde la década de 1970 y 1980. Así mismo, es común el auge del mercado musical internacional, con géneros de artista extranjeros, principalmente estadounidenses, con música mayoritariamente en inglés. Incluso, algunas bandas y solistas originarios de México han incursionado al mercado musical dentro de dicho idioma
[editar] Literatura
La cultura literaria prehispánica era transmitida por tradición oral, por lo que muy poco se ha conservado en la actualidad. Un ejemplo es el rey de Texcoco, Nezahualcóyotl, llamado el rey poeta.
Durante el Virreinato, la literatura producida en México seguía los estándares de la literatura española. De esta época son destacables las figuras de los poetas y dramaturgos Sor Juana Inés de la Cruz y Juan Ruiz de Alarcón.
Al final de la colonia comienza un movimiento por hacer una literatura de carácter nacional, que incluyera las características del pueblo llano; este aspecto cultivó José Joaquín Fernández de Lizardi en su obra El Periquillo Sarniento, de género picaresco.
La literatura de carácter nacionalista, épico y costumbrista continuó durante todo el siglo XIX, como dan cuenta las obras Calvario y Tabor, de Vicente Riva Palacio, Clemencia, de Ignacio Manuel Altamirano, o Los Bandidos de Río Frío, de Manuel Payno.
Es en la época independiente que comienza el florecimiento de la poesía romántica mexicana, con poetas como Justo Sierra Méndez, Juan de Dios Peza, Guillermo Prieto, Luis G. Urbina y Amado Nervo.
Con el siglo XX surgen importantes figuras nacidas en el Ateneo de la Juventud, que serían al motor de la literatura y cultura mexicana posmodernista. Se trata de Alfonso Reyes, José Vasconcelos y Antonio Caso.
Con la Revolución Mexicana, emergió el grupo de los contemporáneos, que, apoyándose de los movimientos vanguardistas en Europa (en especial Francia y España) crearon un movimiento literario que rechazaba la literatura de carácter nacionalista. Los poetas Salvador Novo y Carlos Pellicer destacan en esta corriente.
De la Generación del 52, Juan Rulfo, con El llano en llamas y Pedro Páramo constituye una de de las máximas figuras de la literatura mexicana y latinoamericana.
Figuras importantes del siglo XX son el Premio Nobel Octavio Paz, Ermilo Abreu Gómez, Rosario Castellanos, Carlos Fuentes, Sergio Pitol, Alfonso Reyes, Elena Poniatowska, Elena Garro, Rafael Bernal, Vicente Leñero, Carlos Monsiváis, Andrés Henestrosa, Alí Chumacero, Jaime Sabines, José Emilio Pacheco, José Luis Martínez, Pita Amor, Jorge Volpi, y Paco Ignacio Taibo.
[editar] Editoriales
Desde que en 1536 [2] ó 1539 [3] se instala en la ciudad de México la primera imprenta de América, la industria editorial mexicana ha sido una de las más importantes del mundo.
En épocas recientes, y desde 1934, el lugar de la editorial más importante de México (y con ello una de las más importantes de Iberoamérica) corresponde al Fondo de Cultura Económica, en cuyas ediciones se han publicado desde textos de divulgación científica hasta literatura infantil, pasando por las obras de autores de la talla de Juan Rulfo, Salvador Novo, José Gorostiza, Xavier Villaurrutia, Octavio Paz y muchos más.
[editar] Véase también
- Alebrije
- Arte
- Ciencia
- Cine mexicano
- Etnografía
- Guelaguetza
- Literatura
- Música
- Noche Mexicana
- Pintura
- Santa Muerte
- Tecnología
- Universidades mexicanas