Compañía de Jesús
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La Compañía de Jesús (Societas Jesu, S.J.) es una orden religiosa de la Iglesia Católica Romana fundada por San Ignacio de Loyola. Con cerca de 20,000 miembros es la mayor orden de esa Iglesia hoy en día. Su estricta formación de más de 12 años (estudian filosofía y teología, aparte de realizar "prácticas" en muy diversos ámbitos y estudiar otras disciplinas y varios idiomas) ha hecho de ellos, durante más de cuatro siglos, los líderes intelectuales del catolicismo. Los jesuitas profesan los tres votos normales de la vida religiosa (obediencia, pobreza y castidad) además de un voto extra de obediencia al Papa, reservado para los jesuitas en misiones. La Compañía de Jesús ha sido una organización religiosa que ha vivido entre la alabanza y la crítica, pero siempre en la polémica. El mal entendimiento que se ha hecho del cuarto voto es una de las causas. Este voto no hace que tengan obediencia ciega al Papa sino que hace que estén dispuestos a ir adonde el Romano Pontífice considere necesario para el bien de la Iglesia Universal. Es decir, es un voto "circa misiones", para la misión.
La Compañía de Jesús desarrollo una actividad decisiva durante la Contrarreforma, sobre todo en los años inmediatamente posteriores al Concilio de Trento.
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[editar] Orígenes
La historia de la Compañía de Jesús se inició en el mes de septiembre de 1529, cuando Ignacio de Loyola se incorpora a una habitación del Colegio de Santa Bárbara de Paris, situada en el piso superior de "la Torre", que ocupaban Pedro Fabro y Francisco Javier, convirtiéndose en amigos inseparables. En 1533 llegaron a París Diego Laínez, Alfonso Salmerón, Nicolás de Bobadilla y Simón Rodrigues, que se unieron al grupo liderado por San Ignacio. El 15 de agosto de 1534, fiesta de la Asunción de la Vírgen, los siete se dirigieron a la capilla de los Mártires, en la colina de Montmartre, donde pronunciaron sus votos, y nació la Compañía de Jesús. El 27 de septiembre de 1540, el Papa Pablo III, en Venecia, reconoció la orden y firmó la bula de confirmación conocida por sus primeras palabras:Regimini militantis Ecclesiae.
[editar] El nombre de "jesuitas"
A los miembros de esta orden se les conoce como "jesuitas". El origen de esta denominación se debe al mismo Ignacio de Loyola quien leyó durante su convalecencia muchos libros piadosos, entre ellos la "Vida de Cristo" de Ludolfo de Sajonia, que estaba traducido por el poeta franciscano fray Ambrosio Montesino. Ignacio de Loyola llegó a un capítulo cuya lectura se quedó grabada en su mente. Dice así:
¡Jesús, Jesús, cuánto dice un nombre! Este nombre de Cristo es nombre de gracia; mas este nombre de Jesús es nombre de gloria. Por la gracia del bautismo se toma el nombre de cristiano y de la misma manera en la gloria celestial serán llamados los santos, jesuitas, que quiere decir salvados por la virtud del Salvador.
El término "jesuita" data del siglo XV y se refiere a alguien que usa demasiado o se apropia del nombre de Jesús, nunca fue usado por Ignacio. Las Constituciones hablan de "los de la Compañía", y la Santa Sede, hasta hoy, siempre habló de "los religiosos de la Compañía de Jesús". El apelativo "jesuita" inicialmente les fue aplicado a los miembros de la Compañía de modo despectivo, pero con el paso del tiempo, y en parte por practicidad, fue incorporado benignamente por los miembros y amigos de la Compañía.
El lema que usan los jesuitas es Ad maiorem Dei gloriam, también conocida por su abreviatura AMDG. En latín significa literalmente: «A la mayor gloria de Dios»
[editar] La educación
Los jesuitas han fundado importantes centros educativos en todos los continentes, en el año 1640 contaban ya con 500 centros de estudios superiores repartidos por el viejo continente. La cifra fue aumentando a lo largo del siglo siguiente, hasta alcanzar la red educativa más importante dirigida por una orden religiosa del mundo.
Son muy reconocidos a nivel mundial los métodos que emplean los jesuitas en materia de educación, que básicamente se fundamentan desde 1586 en la Ratio Studiorum y en la IV Parte de las Constituciones de la Compañía de Jesús. De igual manera, forman a los alumnos (tanto religiosos como laicos) en la espiritualidad ignaciana de donde se destacan los siguientes conceptos:
- El "tanto cuanto": El hombre puede utilizar todas las cosas que hay en el mundo tanto cuanto le ayuden para su fin, y de la misma manera apartarse de ellas en cuanto se lo impidan.
- La "indiferencia": La necesidad ser indiferentes a las cosas del mundo, en el sentido de no condicionar a circunstancias materiales la misión que el hombre tiene en su vida. Es una manera de enfocar los esfuerzos en aquello que es considerado importante y trascendental, distinguiéndolo de aquello que no lo es.
- El "magis": Solamente desear y elegir lo que más nos conduce al fin para el que hemos sido creados. Este "más" ("magis" en latín) se trata de realizar la misión de la mejor manera posible, exigiendo siempre más, de manera apasionada y sin medias tintas, contraponiéndose a la trivialidad de un mundo light, en el que todo se hace a medias.
Entre ex-alumnos de la Compañia de Jesús que se han destacado en la historia se puede citar a : Descartes, Voltaire, Cervantes, Quevedo, San Juan de la Cruz, José Ortega y Gasset, Antoine de Saint-Exupery, Antonio Machado, Paulo Coelho, Alfred Hitchcock, Fidel Castro, Bill Clinton, José María Velasco Ibarra y Gabriel García Márquez.
[editar] Expulsión y supresión de la Compañía

Los jesuitas fueron expulsados de los territorios de la corona española a través de la Pragmática Sanción de 1767 dictada por Carlos III el 2 de abril de 1767. Fueron expulsados los jesuitas de todos los dominios de la corona de España, contabilizando los de Ultramar cercanos a los 6.000. Al mismo tiempo, se decretaba la incautación del valioso patrimonio que la Compañía de Jesús tenía en estos reinos. Tuvieron que dejar todo el trabajo que realizaban como el de educación de los indígenas, como el que se desarrollaba en las Reducciones jesuíticas en la parte central de Sudamérica.
Hacia 1773, el Papa Clemente XIV enfrentó fuertes presiones de los reyes de Francia, España, Portugal y las dos Sicilias quien, por distintas razones, le exigían que se suprimiera a la Compañía, debido a que se habían ganado la hostilidad de varios monarcas y la envidia de muchos en la misma iglesia Católica. Sin embargo, en Rusia, Polonia, en distintas regiones de la actual Alemania y en Inglaterra el edicto de supresión no fue observado edicto papal. Muchos jesuitas de toda Europa aceptaron la oferta de refugio hecha por la zarina Catalina la Grande, quien esperaba continuar así, con el apoyo intelectual de la Compañía, la obra de modernización de Pedro el Grande.
En 1789 —el mismo año en que la Constitución de Estados Unidos entró en vigor y en el que se inició la Revolución Francesa— fue fundada la universidad católica más antigua de Estados Unidos por ex jesuitas, la Universidad de Georgetown, en Washington D.C. Posteriormente la universidad sería integrada a la Compañía.
Cuarenta años después, en medio de los efectos causados por la Revolución Francesa, las guerras napoleónicas y las guerras de independencia de los territorios americanos del imperio español, el papado decidió restaurar a la Compañía. La restauración era vista como una posible respuesta a las presiones generadas por quienes eran vistos en ese entonces como los enemigos de la Iglesia, especialmente la masonería, condenada por el catolicismo.
De 1814 hasta el Concilio Vaticano II (en los años 1960) la Sociedad es asociada con corrientes conservadoras y elitistas. La orden es identificada con un incondicional apoyo hacia la autoridad del Papa.
Hacia el fin de los años 1930, los jesuitas de Estados Unidos sobrepasan a los españoles en número, formando el grupo regional más grande a escala global. A finales de la Segunda Guerra Mundial emergen figuras intelectuales como el arqueólogo francés y místico Pierre Teilhard de Chardin y el teólogo John Courtney Murray, quien amplía las fronteras de la ortodoxia católica. Hacia fines de los años 1950, su posición favorable hacia el ecumenismo y la pluralidad política hace que el Vaticano lo condene. Sus superiores son obligados a callarlo.
El Concilio Vaticano II abre un nuevo capítulo en la relación de la Compañía con Roma. La promulgación del decreto del concilio sobre libertad religiosa reivindica a Murray. Pedro Arrupe es elegido Padre General, dándose durante su generalato un giro en la línea de gobierno de la Compañía. Se pone gran énfasis en los temas de promoción de la justicia social. Hacia 1965, cuando el Concilio termina, la Compañía de Jesús llega a su máximo esplendor con más de 35.000 hombres en todo el mundo, cerca de 8.500 de ellos estadounidenses.
[editar] Situación actual
En la actualidad hay 20.170 jesuitas en el mundo de los cuales 14.148 son sacerdotes, 1983 hermanos y 4.039 son escolares (religiosos en etapa de formación), presentes en 127 países. Los centros universitarios que tiene la Compañia de Jesús son 56 universidades en 19 países, y casi 400.000 alumnos.
El actual general de la orden, Peter Hans Kolvenbach, ha anunciado su intención de retirarse debido a su edad (cumplirá 80 años en 2008), convocando por tanto una nueva Congregación General, la 35, que servirá para elegir a su sustituto y redefinir la línea de trabajo de la Compañía.
Kolvenbach ha convocado a una Congregación General Extraordinaria para 2008 tras solicitar a Benedicto XVI autorización para dejar su cargo, debido a su avanzada edad. La Compañía tendrá que elegir nuevo Padre General y además revisará sus Constituciones, tratando de ponerlas al día para los retos que vive a inicios del siglo XXI, entre ellos su decreciente número de miembros, su relación con los laicos y la globalización.
[editar] Actitudes sociales
La Compañía de Jesús ha cambiado mucho a lo largo de los siglos. A inicios del siglo XXI es un mosaico de diferentes identidades, desde las más conservadoras, como la del jesuita francés Tony Anatrella, que escribió el argumento vaticano en contra la ordenación de sacerdotes homosexuales en la reciente Instrucción de Benedicto XVI, hasta las más progresistas, como las de algunos jesuitas mexicanos, cercanos a grupos de extrema izquierda como el EZLN, o la APPO. Otro ejemplo de estas últimas posiciones fue la Teología de la liberación desarrollada por algunos jesuitas, entre otros sacerdotes y religiosos, en América Latina durante los años 1960 y 70. El hecho de tomar partido con los oprimidos ha sido a veces peligroso para los jesuitas. En 1989, el jesuita Ignacio Ellacuría y otros cinco religiosos de la Compañía, fueron asesinados por la Fuerza Armada de El Salvador, luego de años de intensa actividad en defensa de los derechos humanos en ese país. En 1997, un jesuita fue golpeado en la India por trabajar con "los intocables", la casta social más baja. Otro jesuita indio fue asesinado a tiros en el 2000. Varios han muerto en guerras civiles en África y el sudeste de Asia, realizando acciones de ayuda social. La Compañía de Jesús tiene fuertes debates internos, signo visto como fortaleza o debilidad dependiendo de los criterios. En esta línea, el 6 de mayo de 2005 se hizo público el retiro de Thomas Reese, S.J., como editor de América, la prestigiosa revista jesuita de Estados Unidos. La Congregación para la Doctrina de la Fe (antiguo Santo Oficio) pidió a la Compañía de Jesús su remoción argumentando que su línea editorial ponía en duda el magisterio de la Iglesia. Y, En Marzo de 2007 la Congregación para la Doctrina de la Fe (antiguo Santo Oficio) condenó la obra del teólogo salvadoreño, de origen español, Jon Sobrino, uno de los padres de la Teología de la Liberación, porque «sus proposiciones no están en conformidad con la doctrina de la Iglesia», «La medida no puede ser interpretada como una sanción o condena» del teólogo, explicó el portavoz del Vaticano, el sacerdote Federico Lombardi, jesuita como Sobrino, pero si es un duro golpe para esta teología que sostienen los jesuitas en Latinoamérica.
[editar] Superior General de la Compañía de Jesús
Estructura del gobierno de la Compañía: Todo jesuita que ingresa en la Orden depende del Superior General. Para facilitar el gobierno, la Orden está dividida en sectores geográficos de diverso tipo y, dentro de cada uno de ellos, en Provincias. La autoridad en la Orden la tiene el Superior General que es elegido por la Congregación General ordinaria, en caso de fallecimiento o incapacidad de su predecesor. El gobierno del Superior General es vitalicio mientras dure su capacidad vital. Sin embargo, puede renunciar a su cargo, si una causa grave le inhabilita definitivamente para sus tareas de gobierno. En otros casos diversos, el General puede nombrarse un Vicario Coadjutor
Superiores Generales de la Compañía de Jesús
- Ignacio de Loyola 1541-1556
- Diego Laínez 1558–1565
- Francisco de Borja 1565–1572
- Everard Mercurian 1573–1580
- Claudio Aquaviva 1581–1615
- Mutio Vitelleschi 1615–1645
- Vincenzo Carafa 1646–1649
- Francisco Piccolomini 1649–1651
- Luigi Gottifredi 1652–1652
- Goswin Nickel 1652–1664
- Gian Paolo Oliva 1664–1681
- Charles de Noyelle 1682–1686
- Thyrsus González 1687–1705
- Michelangelo Tamburini 1706–1730
- Franz Retz 1730–1750
- Ignacio Visconti 1751–1755
- Luigi Centurioni 1755–1757
- Lorenzo Ricci 1758–1775
- Tadeusz Brzozowski 1814–1820
- Aloisius Fortis 1820–1829
- Joannes Philippus Roothaan 1829–1853
- Pierre Jean Beckx 1853–1887
- Antonius Maria Anderledy 1887-1892
- Louis Martin 1892–1901
- Franz Xaver Wernz 1906–1914
- Wladimir Ledóchowski 1915–1942
- Jean Baptiste Janssens 1946–1964
- Pedro Arrupe 1965–1983
- Peter Hans Kolvenbach 1983 presente
[editar] Miembros destacados
Algunos jesuitas relevantes en la historia son:
- Diego Laínez, cofundador de la compañía y sucesor en el generalato de San Ignacio de Loyola
- Francisco de Borja
- Pedro Arrupe
- Pedro Canisio
- John Carroll
- Francisco de Javier
- Anthony de Mello
- Pedro Fabro
- Leonard Feeney
- Roque González de Santa Cruz
- Pedro Claver
- José María Rubio
- Matteo Ricci
- Domenico Zipoli
- Alberto Hurtado Cruchaga
- Peter Hans Kolvenbach
- Miguel Agustín Pro Juarez
- Pierre Teilhard de Chardin
- José María Vélaz
- Rafael Villoslada Peula
- Baldomero Ortoneda
- Los Mártires de la UCA, asesinados en la Universidad Centroamericana José Simeón Cañas el 16 de noviembre de 1989:
- Jon Sobrino
- Jorge Mario Bergoglio
[editar] Véase también
- Santos Jesuitas
- Otros Jesuitas destacados
- Ad maiorem Dei gloriam
- Ejercicios espirituales
- Misión jesuita en China
- Disputa de los Ritos
- Pragmática Sanción de 1767
- Reducciones jesuíticas
- Misiones jesuíticas de Bolivia
- Entreculturas
- Fe y Alegría
[editar] Enlaces externos
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