Vitamina B2
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Esta vitamina hidrosoluble, también conocida como riboflavina, interviene en los procesos enzimáticos relacionados con la respiración celular, en oxidaciones tisulares y en la síntesis de ácidos grasos. Es necesaria para la integridad de la piel, las mucosas y por su actividad oxigenadora de la córnea para la buena visión. Su presencia se hace más necesaria cuantas más calorías incorpore la dieta.
Sus fuentes naturales son las carnes y lácteos, cereales, levaduras y vegetales verdes.
Su carencia genera trastornos oculares, bucales y cutáneos, cicatrización lenta y fatiga. A su vez, la carencia de esta se puede ser causada por regímenes no equilibrados, alcoholismo crónico, diabetes, hipertiroidismo, exceso de actividad física, estados febriles prolongados, lactancia artificial, estrés, calor intenso y el uso de algunas drogas.
Sus necesidades diarias son de 1,5 mg para niños y de 1,7 mg para adultos. Por otra parte, la riboflavina no es almacenada por el organismo, por lo que el exceso de consumo se elimina por vía urinaria.
Esta vitamina es sensible a la luz solar y a ciertos tratamientos, como la pasteurización, proceso que hace perder el 20% de su contenido. Por ejemplo, la exposición a la luz solar de un vaso de leche durante dos horas hace perder el 50% de su contenido de vitamina B.
Es un aditivo alimentario permitido por la Unión Europea identificado por el código E-101.