Historia de Bolivia
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Los restos arqueológicos encontrados en los Andes bolivianos demuestran que el actual territorio de Bolivia estaba habitado hace 30.000 años[cita requerida]. En el lugar se formaron múltiples culturas —mayormente en los Andes— destacando especialmente la cultura Tiwanaku y los reinos aymaras posteriores a la expansión Wari. Estos reinos a su vez fueron dominados por el Imperio Inca en el siglo XIII. Cuando los españoles conquistaron a su vez el imperio en el siglo XVI, el territorio pasó a ser parte del Virreinato del Perú, para luego ser incluido en el flamante Virreinato del Río de la Plata en 1776.
A partir de 1809 comenzó la lucha independentista contra España, que se prolongó hasta 1825, cuando Simón Bolívar declaró la independencia, adoptando el nombre inicial de República Bolívar.
Bolivia vivió su época mayor explendor durante la presidencia del Mariscal Andrés de Santa Cruz. Este periodo se caracterizó por un gran desarrollo económico y avance político y social, el mayor de la historia boliviana. En 1837 se formó la Confederación Perú-Boliviana que entró inmediatamente en guerra contra el Ejército Restaurador Chile-Perú que pretendía evitar la unificación de las dos naciones. Pocos meses después se produjo la firma del Tratado de Paucarpata estableciendo el retiro de Chile, considerado como uno de los puntos de inflexión en la historia de Bolivia.
Luego de la disolución de la confederación en 1839, tras el triunfo chileno en la batalla de Yungay, se inició la decadencia del país: los años subsiguientes estarán signados por una creciente inestabilidad política, que perduría hasta nuestros días caracterizada por múltiples cuartelazos y golpes de estado, creando grandes dificultades para el desarrollo de la joven nación.
En 1879 se produjo la Guerra del Pacífico en la que Bolivia perdió la salida al mar a manos de Chile que tomó la provincia costera de Antofagasta, región la población y gobierno bolivianos aún reclaman. Posteriormnete, Bolivía sufriría nuevos desprendimientos territoriales de gran significación, en ocasión del Tratado de Petrópolis de 1903 con Brasil, y la Guerra del Chaco (1932-1935) contra Paraguay.
La Revolución de 1952 se extendió por doce años buscando dar solución a los graves problemas sociales, étnicos y culturales de Bolivia. En 1964 un golpe de estado militar derrocó a Víctor Paz Estenssoro iniciando una larga serie de nuevos golpes y gobiernos militares hasta 1982, año en que fue derrocada la última junta militar que gobernaba el país para reinstaurar la democracia.
Desde entonces gobernaron sucesivamente los siguientes presidentes: Hernán Siles Zuazo (198-1985), Víctor Paz Estenssoro (1985-1989), Jaime Paz Zamora (1989-1993), Gonzalo Sánchez de Lozada (1993-1997), Hugo Banzer Suárez (1997-2001), Jorge Quiroga Ramírez (2001-2002), Gonzalo Sánchez de Lozada (2002-2003), Carlos Mesa (2003-2005), Eduardo Rodríguez Veltzé (2005-2006), Evo Morales (2006-con mandato hasta 2010).
Tabla de contenidos |
[editar] Período Prehispánico
En Bolivia aparecen restos de ocupación humana desde el 12.000-10.000 adC en el Yacimiento de Viscachani. Hasta el 1.200 adC se desarrollan unas culturas sedentarias en el altiplano. La Chiripa y Wankarani son las dos más importantes del periodo formativo a partir del 1.200 adC.
La cultura de Tiwanaku, cerca del Lago Titicaca, marca un momento de florecimiento cultural de la zona altiplánica, extendiéndose su influencia por toda el área andina.
En torno al 1.100 adC Tiwanaku desapareció y se produjo una lucha entre los diferentes grupos que habitaban la región: aymaras, collas, lupacas, y pacajes. Los aymaras establecen un dominio que abarca Arequipa y Puno en el Perú, La Paz, Oruro y Cochabamba, que perduró hasta que, en 1438, el Inca Pachacútec derrotó al último soberano colla, Chunqui Cápac, incorporando el altiplano boliviano al Imperio Inca (Tahuantinsuyo), como parte de la provincia del Collasuyo, e imponiendo el quechua como lengua oficial, aunque el aymara se continuó hablando regularmente.
El Inca Huayna Cápac mandó levantar fortalezas en la frontera oriental para detener el avance de los chiriguanos.
[editar] La Conquista
La conquista del Imperio Inca por Francisco Pizarro abrió el camino para la sumisión de la Bolivia actual en el año 1535 y el establecimiento de la Real Audiencia de Charcas, parte esencial del Virreinato del Perú, que abarcó todo lo que hoy es el territorio boliviano. Aunque la historia de Bolivia en el período virreinal se halla muy ligada al Perú, conociéndose con el nombre de Alto Perú.
El origen de la división de ambos territorios se debe a las capitulaciones de Carlos V, revisadas en 1534, que asignaban a Pizarro doscientos sesenta leguas desde Tumbes al sur, y otras doscientos a Diego de Almagro al sur de éstas. Juan de Saavedra, adelantado de Diego de Almagro, llegó en 1535 al Lago Titicaca y al valle de La Paz, para luego fundar las ciudades de Paria (Oruro) y Tupiza en 1536 al sur. Muerto Almagro, Francisco Pizarro envió a su hermano Gonzalo a colonizar la provincia del Collao. Pedro de Anzúrez fundó Chuquisaca (actual Sucre) en 1538, Potosí surgió en 1546, La Paz en 1548 y Cochabamba en 1574.
El Alto Perú se caracterizó por presentar una base minero-agrícola. La ciudad de Potosí, la más poblada de América en 1574 (120.000 habitantes), se convirtió en un gran centro minero por la explotación de las minas de plata del Cerro Rico de Potosí y en 1611 era la mayor productora de plata del mundo. El rey Carlos I había otorgado a esta ciudad el título de villa imperial después de su fundación.
[editar] La Audiencia de Charcas
Una de las instituciones más importantes del gobierno colonial América fueron las Reales Audiencias, los organismos dedicados a desempeñar las funciones judiciales. La Audiencia de Charcas, fue la más alta autoridad jurídica del territorio del Alto Perú, Tucumán, Río de la Plata y Paraguay. Tenía su sede en la ciudad de Chuquisaca, también llamada entonces La Plata y actualmente Sucre.
La Real Audiencia de Charcas fue creada por Cédula del Rey Felipe II el 18 de septiembre de 1559 y sus límites fueron fijados por Cédula del 29 de agosto de 1563. Contaba con cinco oidores, un presidente y algunos funcionarios subalternos. El Presidente de la Real Audiencia de Charcas, era también Capitán General de La Plata, cargo equivalente al de un gobernador, y por lo tanto tenía también facultades administrativas.
Durante algo más de 200 años el territorio de la actual Bolivia constituyó la Real Audiencia de Charcas, uno de los centros más prósperos y densamente poblados de los virreinatos españoles. En las últimas décadas del siglo XVIII, Potosí, la ciudad más importante en el hemisferio occidental del Imperio español, comenzó a decaer hasta pasar al olvido al agotarse las vetas de plata más ricas y desviarse el comercio hacia otros países.
En 1776 la Real Audiencia de Charcas que pertenecía al Virreinato del Perú, pasó a depender del nuevo Virreinato del Río de la Plata, con sede en Buenos Aires.
Poco después, en 1780 y 1781 se produjeron los grandes levántamientos quechua-aymara, liderados por Túpac Amaru II en el Cuzco y Túpac Catari en el Alto Perú. Este último, cuyo nombre original era Julián Apaza, se declaró Virrey y tras adoptar el nombre de Túpac Catari decretó el exterminio de la «raza blanca». Después de invadir Puno, puso sitio a la ciudad de La Paz. Tras ser apresado, fue descuartizado en vida mediante el procedimiento de ser amarrado de pies y manos a cuatro caballos jalando en sentido contrario. Junto a él fueron muertos casi todos sus familiares incluyendo a su esposa Bartolina Sisa. Fue en esa oportunidad que pronunció su famosa frase, que erróneamente algunos han atribuido a Espartaco o a Eva Perón:
Solamente a mí me matan, volveré y seré millones….[1]
[editar] La Independencia
[editar] Levantamientos indígenas
[editar] Movimientos Independentistas
El 25 de mayo de 1809 estalló la Revolución de Chuquisaca encabezada por Bernardo de Monteagudo, Jaime de Zudáñez y otros que puso en marcha el movimiento de la Independencia Hispanoamericana. Un mes y medio después estalló la revolución en La Paz, liderados por Pedro Domingo Murillo, que fue violentamente reprimida por los españoles ahorcando a los líderes independentistas.
Estos hechos sirvieron como elemento detonante para que en Buenos Aires destituyeran al Virrey en 1810 y constituyera un gobierno formado mayoritariamente por criollos, para gobernar en nombre de Fernando VII, y a la vez que se establecían juntas de autogobierno en diferentes ciudades del Alto Perú y del resto de Hispanoamérica.
La Junta de Buenos Aires en una de sus primeras medidas creó un ejército especial, el Ejército del Norte para enfrentar a las tropas españolas en al Alto Perú, y lo puso al mando directo de Juan José Castelli, uno de los líderes revolucionarios más radicales. En un primer momento, el 7 de noviembre de 1810, las tropas independentistas vencieron a los «realistas» en la batalla de Suipacha tomando control del Alto Perú. Durante su gobierno Castelli tomó medidas drásticas que le ganaron la enemistad de gran parte de las clases acomodadas, como fusilar a los los jefes realistas, entre ellos al Gobernador Presidente de la Audiencia de Charcas, Mariscal Vicente Nieto y el Intendente de Potosí, Francisco de Paula Sanz y confiscar los bienes de los españoles. El 25 de mayo de 1811, en las ruinas de Tiahuanaco y frente a una asamblea multitudinaria integrada por quechuas y aymaras, anuló el sistema de castas colonial y declaró la igualdad de razas. Cometió también la imprudencia de mostrar una actitud antireligiosa frente a poblaciones profundamente religiosas y finalmente detuvo la persecución de las fuerzas realistas dandoles tiempo a su reorganización. Poco después, el general español José Manuel de Goyeneche organizó un gran ejército en el Virreinato del Perú y derrotó a las tropas argentinas en la Batalla de Huaqui, el 20 de junio de 1811.
Castelli fue reemplazado en el mando del Ejército del Norte por el abogado y también lider independentista Manuel Belgrano quien inició una Segunda Expedición al Alto Perú. Luego de derrotar a las tropas realistas al mando del general español Pío Tristán en Tucumán y Salta las tropas argentinas volvieron a entrar a Potosí el 17 de mayo de 1813. Sin embargo Belgrano tampoco tuvo éxito en esta campaña porque fue derrotado por el Ejército Realista, ahora al mando del Brigadier Joaquín de la Pezuela, en las batallas de Vilcapugio el 1 de noviembre de 1813 y Ayohuma, trece días después.
[editar] Republiquetas
Pero al margen de las incursiones del ejército argentino en el territorio altoperuano, las guerrillas desempeñaron un papel sumamente importante en la consecución de la independencia de Bolivia. El cura Ildefonso de las Muñecas cubrió el norte del Lago Titicaca, Sorata y Yavi; el sudeste, entre Camargo y Cotagaita estaba Vicente Camargo, entre los ríos Grande y Pilcomayo, y en la Laguna combatían los esposos Padilla, en el este entre Vallegrande y Santa Cruz de la Sierra, ponía en jaque a las autoridades españolas, el valiente guerrillero Ignacio Warnes, y por último en el sur o sea en Chichas y Tarija se encontraban Eustaquio Méndez, Manuel Rojas y Francisco Pérez de Uriondo.
Fracasada la intervención militar de los tres Ejércitos Auxiliares, Pezuela, el comandante español que logró derrotar a Rondeau, ante la súbita aparición de grupos guerrilleros en casi todo el territorio del Alto Perú, organizó una cruenta arremetida entre los años 1815 y 1816, logrando paralizar prácticamente toda la actividad subversiva y dando muerte a sus principales líderes como Padilla, quien cayo heroicamente en El Villar bajo la espada del comandante realista Aguilera, el 14 de septiembre de 1816. Vicente Camargo e Ignacio Warnes, también fueron derrotados sangrientamente por los españoles. Tendencia que continuaría en el levantamiento de Cochabamba en septiembre de 1816 al que se reunieron otras provincias de Charcas.
[editar] La Independencia
Mientas las tropas colombianas desembarcaron en el puerto del Callao bajo el mando del general Antonio José de Sucre, el General Andrés de Santa Cruz que hasta hace poco había luchado en filas realistas, llegó a compartir las ideas libertarias de José de San Martín y fue enviado a engrosar las tropas de Sucre, iniciando su marcha hacia el Alto Perú, y en agosto de 1823 ingresó en la ciudad de La Paz forzado a librar combate, Santa Cruz sale victorioso en la batalla de Zepita contra una división del general Valdés, el 25 de agosto de 1823.
Entre los años 1822 y 1823, la situación en el Perú se había tornado caótica: los ejércitos habían sido derrotados por los realistas y los políticos estaban sumidos en la anarquía. Con estas condiciones muy lamentables se encontró el Libertador Simón Bolívar al Perú, cuando al fin el 1 de septiembre de 1823 se presentó en Lima. El Congreso le otorgó la jefatura militar.
El panorama no podía ser más sombrío para los patriotas, la independencia del Perú no estaba consolidada, ya que el 29 de febrero de 1824 los realistas lograron ocupar nuevamente Lima. Pero esta vez, las conmociones políticas que vivía en España influyeron decididamente para el fraccionamiento de las tropas españolas en América.
El general Pedro Antonio Olañeta absolutista recalcitrante, se rebeló contra el Virrey La Serna, que era de tendencia liberal y constitucionalista, porque se atribuía a este el deseo de separarse de la monarquía para liberar a Perú del absolutismo que quería imponer Olañeta.
Bolívar, encontró a los españoles divididos y organizó prontamente un ejército formado por colombianos y peruanos y el 6 de agosto de 1824, derrotó al ejército español del general José de Canterac en los campos de Junín. Esta victoria constituye sobre todo, el paso previo para el triunfo final en la batalla de Ayacucho. Los jefes españoles, Canterac, Váldés y La Serna, reunidos en el Cuzco decidieron reorganizar sus fuerzas y salir al encuentro de los vencedores de Junín.
Sucre, por encargo del Libertador Bolívar, decide continuar la campaña militar en el Perú, y el 9 e diciembre de 1824, los patriotas logran una espectacular victoria en la llanura de Ayacucho. Con la capitulación del Virrey La Serna se reconocía la "Independencia del Perú y América".
Luego del triunfo de Ayacucho, y siguiendo precisas instrucciones de Bolívar, el general Sucre entra en territorio boliviano el 25 de febrero de 1825. Su papel se limita a dar visos de legalidad a un proceso que los mismos bolivianos ya habían puesto en marcha.
El 9 de febrero de 1825, el mariscal Antonio José de Sucre y Casimiro Olañeta, un abogado de Chuquisaca, convocan a todas las provincias altoperuanas para reunirse en un congreso que devia decidir el destino de la Nación.
Pero, el destino de Bolivia esta sujeto a tres posibilidades que se abrían en el seno de la asamblea, proseguir la unidad con el Río de la Plata, incorparandose al conjunto de las Provincias Unidas, mantener la adhesión al Perú reconociendo las medidas de incorporación dictadas por el virrey Abascal como resultado de la revolución del 16 de julio de 1809 en La Paz, o sostener con decisión la independencia absoluta del Alto Perú, no solo con relación a España, sino también con referencia al Río de la Plata y al Perú. Tanto como Argentina y el Perú admitían esta tercera alternativa, en cambio, Bolívar, si bien no desautorizó públicamente a Sucre le reprocho en carta privada esta iniciativa, pues entendía que alentar en ese momento un acto de soberaía de esa naturaleza, conspira contra los intereses de los demás países sudamericanos.
Sucre un tanto molesto por el reproche que le hacía Bolívar, después de demostrar con muy buenas razones la justeza de sus actos, anuncio que obedecería lo mandado, no obstante los daños que ello había de causar, pero que también abandonaría el país, porque lo que se le ordenaba no compartía con su criterio, mas al contrario, chocaba con su conciencia y comprometía la fe de su palabra.
Convocada nuevamente la Asamblea Deliberante en Chuquisaca, el 10 de julio de 1825, y concluida se determinó la completa independencia del Alto Perú, bajo la forma republicana, por soberana de sus hijos. Finalmente, el presidente de la Asamblea José Mariano Serrano, junto a uan comisión, redacto el "Acta de la Independencia" que lleva fecha del 6 de agosto de 1825, en honor a la Batalla de Junín ganada por Bolívar.
El acta de independencia, redactada por el presidente del Congreso, señor Don José Mariano Serrano, está concebida en los términos siguientes:
- El acta en su parte expositiva dice en tono vibrante:
El mundo sabe que el Alto Perú ha sido en el continente de América, el ara donde vertió la primera sangre de los libres y la tierra donde existe la tumba del último de los tiranos
Los departamentos del Alto Perú, añade en su parte resolutiva, protestan a la faz de la tierra entera, que sus resolución irrevocable es gobernarse por sí mismos
Mediante un decreto se determinó que el nuevo estado llevara el nombre de Bolívar, en homenaje al Libertador, quien a la vez es designado Padre de la República y Jefe Supremo del Estado.
Bolívar agradeció estos honores, pero declinó la aceptación de la Presidencia de la República, para cuyo cargo designó al General Antonio José de Sucre.
Bolívar hasta ese momento no aceptaba de buen grado la independencia de Bolivia, pero lo que le convenció profundamente fue la actitud de las masas populares.
El 18 de agosto, a su llegada a La Paz hubo una verdadera manifestación de regocijo popular, jamas país alguno rindió mayor homenaje a un hombre. La misma escena repitió cuando el Libertador llego a Oruro, después a Potosí y finalmente a Chuquisaca.
Esta expresión tan ferviente de la población, conmovió a Bolívar, quien de buen grado acepto la Presidencia de la República y llamo a su "Hija Predilecta" a la nueva Nación.
[editar] La República
Simón Bolívar deja al poco tiempo la presidencia (1826) tras nombrar al general Antonio José de Sucre presidente de la República, quien como segundo Mandatario gobernó hasta 1828, año en que una serie de revueltas le hicieron renunciar al mando presidencial. Después de unos meses de inestabilidad política, fue nombrado presidente por la Asamblea Nacional el mariscal Andrés de Santa Cruz en el año 1829, convirtiéndose en la figura central del período independiente. Logra crear la Confederación Peruano-Boliviana en el año 1836, que ese extendía desde el Pacífico hasta los actuales límites orientales de Bolivia y de la que fue nombrado protector; esto provocó resquemores con el vecino país de Chile, que rápidamente desembocaron en acciones armadas. Finalmente fue derrotado en la Batalla de Yungay en el año 1839, en que fue disuelta la Confederación; entre los actos administrativos más sobresalientes de sus diez años de fructífero gobierno entre 1829 y 1839, están los de impulsar los primeros códigos del continente y promover el país entre sus pares.
Tras estos sucesos sobrevino un período de anarquía en el que ocuparon el poder entre otros José Miguel de Velasco, el primer presidente que gobernó el país en cuatro diferentes oportunidades, en el lapso de 20 años. José Ballivián que se caracterizó por mantener el alto prestigio de la República, perfeccionó el ordenamiento jurídico; La victoria de Ingavi consolidó la independencia y soberanía boliviana. Ballivián gobernó hasta el 23 de diciembre de 1847.
Nuevas revueltas promovidas en parte por Velasco, que ocupó por cuarta vez el poder; contribuyeron a sucederle una serie de gobiernos militares: el más importante de ellos es quizá el gobierno populista de Manuel Isidoro Belzu entre los años 1848 y 1855. En septiembre de 1857 una revolución otorga el mando presidencial a un civil, José María Linares Lizarazu; en cuyo gobierno se redujo el poder del ejército para que no incubase nuevas revoluciones. Además innovó en la organización judicial y administrativa: en el año 1859 se publicó el primer mapa de Bolivia, trazado por el Sr. Lucio Camacho en base a datos aportados por los generales Mariano Mejía y Juan Ondarza. Derrocado por un golpe de Estado en 1861, le sucedió José Maria de Achá, uno de los miembros del triunvirato que encabezo la conjura. Dictó la Ley de Imprenta, implantó el servicio de correos con el uso de estampillas, fundó la población de Rurrenabaque y mediante un nuevo golpe militar en el año 1864 tomó el poder Mariano Melgarejo, cuyo gobierno tuvo negativas consecuencias para el país. Disposiciones arbitrarias e irrazonables determinaron inconvenientes acuerdos con Brasil y Chile, que hicieron perder a Bolivia grandes extensiones de su territorio.
Durante la presidencia de Hilarión Daza (que había depuesto a Frías en el 1856) en febrero de 1879 Chile invadió el Litoral boliviano debido al incumplimiento boliviano del trado de 1874 Antofagasta desatándose la llamada Guerra del Pacífico, debido que enfrentó a los invasores con la alianza de Bolivia y el Perú. El conflicto fue originado por los intereses de explotación del guano y el salitre. El desastroso resultado de esta guerra fue la pérdida de Bolivia de su acceso libre y soberano al Océano Pacífico.
Hilarión Daza fue destituido de la primera magistratura y del mando del ejército en diciembre de 1879, por imposición del propio pueblo y de la cúpula militar; abandonó el país al poco tiempo. En 1880 fue designado presidente Narciso Campero. Se inició así un largo período de estabilidad democrática denominada "de la oligarquía conservadora-liberal", apoyada primero en la economía del mineral de plata del sur, cuyo centro era Sucre, y luego en la minería del estaño cuyo centro seguía el eje Oruro-La Paz. Le sucedieron Gregorio Pacheco en el año 1884 (un presidente de larga trayectoria filantrópica) y Aniceto Arce en 1888. Durante el gobierno de este último empezó a funcionar el primer ferrocarril público del país. En 1899 los liberales derrotaron a los conservadores en la llamada revolución federal encabezada por el coronel José Manuel Pando al frente de una junta federal de gobierno, que asumió el poder en ese año; fue entonces cuando se trasladó la sede de la Presidencia de la República desde Sucre a La Paz. Durante esta época se inició la era del estaño, el cual sustituyó a la plata como principal fuente de divisas, produciendo un dramático cambio en la economía boliviana. La figura descollante del momento fue Simón I. Patiño, minero del estaño que llegó a ser uno los hombres más ricos y poderosos del mundo.
Con Pando nació el "periodo liberal" de los años 1899-1920 en el que se sucedieron varios gobiernos elegidos democráticamente, siendo los más importantes los de Ismael Montes (1904-1909) y (1913-1917).
El efímero auge de la goma elástica condujo en los años 1903-1904 a un conflicto con Brasil por el dominio del eje Beni-Pando, gran productor del citado material. Tras la Guerra del Acre, región fronteriza con el Brasil de 355.242 km² de extensión, el 7 de noviembre de 1903 se firmó el Tratado de Petrópolis, que cedió al vecino país toda el área en conflicto.
Adicionalmente en 1904 Bolivia firmó un tratado de paz con Chile, mediante el cual cedía los territorios ganados por éste en la Guerra del Pacífico a cambio de la construcción del ferrocarril Arica-La Paz.
[editar] Era contemporánea
[editar] Guerra del Chaco
En 1932 el país encaró la Guerra del Chaco con Paraguay, el mayor conflicto bélico de la historia boliviana: tres años de continuas derrotas, con algunas pocas batallas ganadas en medio de un continuo retroceso que finalmente concluyó en Villamontes, donde los constrafuertes cordilleranos ayudaron al ejército de Bolivia a detener la avanzada enemiga.
[editar] Revolucion del 52
En abril de 1952 estalló una revolución organizada por el Movimiento Nacionalista Revolucionario fundado en 1941 por Víctor Paz Estenssoro, que agrupaba a los intelectuales radicales de clase media, que se hizo fuerte durante el gobierno de Villarroel, en 1943-1946 al unirse a él la gran mayoría de los sindicatos mineros dirigidos por el líder Juan Lechín Oquendo. Después de sangrientas luchas conducidas por el subjefe del MNR, Hernán Siles, Paz Estensoro, que volvió del exilio en Buenos Aires, se hizo cargo de la presidencia. El nuevo gobierno comenzó de inmediato a cambiar la estructura del régimen anterior; estableció el monopolio en la exportación de estaño y nacionalizo las minas, antes en manos de tres familias poderosas. Se alentó también una política petrolera, permitiendo la realización de la explotación y exportación a compañías extranjeras.
Con la reforma agraria, promulgada en agosto de 1953, se procedió a la parcelación de tierras, distribuyendo grandes extensiones entre los indígenas en el transcurso de los años siguientes.
En agosto de 1956 asumió la presidencia Hernán Siles Zuazo, quien en calidad de vicepresidente había acompañado a Paz Estenssoro en su gestión gobernativa. Durante su mandato presidencial, se dedicó inicialmente a la tarea de reordenar la economía y estabilizar la moneda. Fue poco lo que hizo en tres años de gobierno, porque tuvo que hacer frente, permanentemente, a la oposición encabezada por la Falange Socialista Boliviana (FSB); en ese tiempo 1958 tuvo lugar la muerte de Oscar Unzaga de la Vega, líder de FSB.
En 1960 Paz Estenssoro fue elegido por segunda vez como presidente y en agosto de 1964 resultó nuevamente elegido. Poco después, el 5 de noviembre, fue derrocado por un golpe de estado militar encabezado por su vice presidente, el General René Barrientos.
[editar] Gobiernos Militares
[editar] Barrientos y La Guerrilla de Ñancahuazú
El 5 de noviembre de 1964 asumió el poder el General René Barrientos como presidente de la Junta Militar constituída luego del golpe de estado y como co-presidente junto al General Alfredo Ovando en 1965. En 1966 el régimen militar organizó unas cuestionadas elecciones en las que resultó elegido el propio General Barrientos. Llevó adelante un gobierno de desarrollismo económico, se acercó a los campesinos y se enfrentó a los obreros y mineros. Promulgó una nueva Constitución, según algunos, unas de las más trascendentes de la historia boliviana.
A fines de 1966 se instaló un foco de guerrilleros internacionalistas en Ñancahuazú, en el límite de la zona montañosa con los llanos secos del chaco boliviano, comandado por el argentino-cubano Ernesto Che Guevara. La acción desencadenó una gran operación militar represiva, ampliamente propagandizada, del ejército boliviano con activo apoyo de los Estados Unidos mediante la CIA y coordinación de inteligencia con los demás países sudamericanos, en los que se utilizaron por primera vez en América las tácticas de guerra sucia desarrolladas en la Escuela de las Américas de Panamá.
Durante 1967 la guerrilla y el ejército sostuvieron varios combates que terminaron con el aniquilamiento del grupo comandado por el Che Guevara, incluyendo torturas, desapariciones y entierro clandestino de los cuerpos. El propio Che Guevara fue capturado vivo el 8 de octubre y fusilado sin juicio al día siguiente en la escuelita de La Higuera, por orden del General Barrientos y con participación de la CIA.
Durante su gobierno Barrientos nombró también al criminal de guerra nazi Klaus Barbie, que se hacía llamar en Bolivia Klaus Altmann, como presidente de la empresa estatal Transmaritima y asesor de los servicio de inteligencia de Bolivia, sin oposición alguna por parte de los Estados Unidos. Las actividades de Barbie se extenderían por casi dos décadas y estuvieron relacionadas con el tráfico de armas y de cocaína.[2]
Según amnistía internacional entre 1966 y 1968 se ejecutaron en Bolivia entre 3.000 y 8.000 asesinatos por parte de escuadrones de la muerte.
El 27 de abril de 1969 el General Barrientos murió en un extraño accidente de helicóptero y fue sucedido por su Vicepresidente, Luis Adolfo Siles Salinas quien fue derrocado cinco meses después por un nuevo golpe de estado militar dirigido por el General Alfredo Ovando Candía quien gobernó durante un año.
Durante su gobierno el General Ovando adopto medidas importantes, y sorprendentes para los observadores, aboliendo la severa ley de Seguridad del Estado, garantizando diversas libertades para la ciudadanía y la prensa, autorizando a los dirigentes sindicales para reorganizar la Central Obrera Boliviana (COB), nacionalizando todas las concesiones otorgadas a Bolivia Gulf Oil Company.
En octubre de 1970, un nuevo golpe militar encabezado por el General Rogelio Miranda, Comandante del Ejército, derrocó al General Ovando y organizó una junta militar. Inmediatamente la Central Obrera Boliviana (COB) declaró una huelga general que impulsó un contragolpe militar de tendencia izquierdista, que llevó al poder al General Juan José Torres, quien asumió como presidente del gobierno revolucionario el 7 de octubre de 1970.
[editar] El gobierno nacionalista del General Juan José Torres
El General Juan José Torres se caracterizó por adoptar una posición explícitamente antiimperialista y llevar adelante medidas que significaban profundos cambios económicos y sociales, como la nacionalización de la Mina Matilde, la reposición salarial a los mineros, la nacionalización de Colas y Desmontes, la expulsión del Cuerpo de Paz Norteamericano, el incremento del presupuesto asignado a la Universidades Bolivianas, la creación de la Corporaciones de Desarrollo (incubadoras de las empresas estatales), la creación del Banco del Estado (Banco de Desarrollo), etc.
Durante el gobierno de Torres la iniciativa política correspondió a la llamada Asamblea Popular de 1971, organizada por la Central Obrera Boliviana (COB), dirigida por su secretario general, Juan Lechín e integrada mayoritariamente por los sindicatos, los partidos políticos que tenían representación en la conducción de la COB, y algunas organizaciones campesinas. La Asamblea Popular se desempeñaba como un poder paralelo y tenía como objetivo realizar una revolución socialista en Bolivia. Le Monde Diplomatique la definió en aquel momento como Le Monde Diplomatique el «primer soviet de América Latina».[3]
En 1971 el General Torres fue derrocado por un cruento golpe de estado de extrema derecha, dirigiéndose al exilio. Cinco años más adelante sería secuestrado y asesinado en Buenos Aires en 1976 en el marco del denominado Plan Cóndor[4].
[editar] La dictadura de Banzer
El nacimiento de la Asamblea Popular que quiso hacer co-gobierno y de debilidad de su gobierno, posibilitaron un nuevo golpe militar que llevo a la presidencia a Hugo Banzer el 21 de agosto de 1971.
El régimen de Hugo Banzer viro rápidamente desde una posición relativamente moderada a una mayor represión, ilegalizó a los partidos políticos, prohibió la acción sindical, suspendió todos los derechos civiles y envió tropas a los centros mineros. Luego de ello recibió apoyo directo del Chile de Pinochet y deEstados Unidos.
Fue dictador por siete años, en una época de prosperidad económica gracias a los precios de las exportaciones bolivianas de estaño, el petróleo y préstamos de la Comunidad internacional, que crearon una de las deudas externas más grandes que tuvo Bolivia y que sus críticos atribuyen como causa del posterior retraso y subdesarrollo de Bolivia, aunque sus simpatizantes sostienen que gracias a ella se realizaron las inversiones públicas que le permitieron a Bolivia ingresar al siglo XX y dejar de ser una aldea.
Fue derrocado en 1978 y una junta militar se hizo con el poder.
[editar] 1978-1982: dictadura y narcotráfico
A comienzos de la década de 1980 el fuerte crecimiento económico de la década anterior; que había sostenido por los altos precios del estaño en el mercado mundial dio paso a la crisis. La caída del precio del mineral y la mala adiministración de los regímenes militares habían dejado a Bolivia con una inmensa deuda, una situación hiperinflacionaria y un descenso de los ingresos por exportaciones. La exportación ilegal de cocaína fue el principal recurso que le procuro divisas, por lo que Estados Unidos presiono al gobierno de Bolivia para que tomara medidas efectivas contra el trafico de esta droga.
[editar] Gobiernos Democráticos
A fines de la década del setenta se había formado la Unidad Democrática y Popular (UDP) que aglutinó al MIR (Movimiento de Izquierda Revolucionaria), dirigido por Hernán Siles Suazo, al Movimiento Nacionalista Revolucionario de Izquierda (MNR- I) y el Partido Comunista de Bolivia (PCB).
En el periodo de 1978-1980, Siles Suazo participó en las elecciones como candidato presidencial por la UDP (Unidad Democrática y Popular) que aglutina a su partido, el MIR (Movimiento de Izquierda Revolucionaria) y el comunismo moscovita.
La primera de las elecciones quedó trunca y anulada, pero ganó por voto relativo las elecciones de 1979 y 1980, circunstancias que le permitió asumir el mando de la nación elegido por el Congreso de 1980, que se reunió en octubre de 1982. Éste —su segundo gobierno— fue desastroso pues no pudo llevar adelante las acciones destinadas a contener la galopante inflación, y careció de empuje y autoridad, lo que llevó al país a un creciente estado de anarquía. La errática política económica empeoró la situación; finalmente dejó el gobierno el 6 de agosto de 1985.
En octubre de 1982 Hernán Siles Zuazo tomo de nuevo posesión de la presidencia. Se enfrentó convarias crisis ministeriales y fue incapaz de resolver los problemas económicos del país, bastante urgentes debido al pago de los intereses de la deuda externa a los bancos internacionales. Siles dimitió y convoco elecciones anticipadas; el Congreso volvió a reclamar a Víctor Paz Estenssoro como presidente. Su nuevo gobierno intento cortar la producción de coca y la venta de cocaína con la colaboración de las tropas estadounidenses, pero esta medida, además de ser impopular, solo obtuvo un éxito parcial. El principal logro de Paz Estenssoro fue una nueva política económica que freno un hiperinflación del orden del 27.000% entre enero y agosto de 1985, y que fue exportada a otros países de América. Jaime Paz Zamora, que había sido el tercer candidato más votado en las elecciones de mayo de 1989, asumió en agosto la presidencia del país desupes de recibir el apoyo de Acción Democrática Nacionalista (ADN), grupo político de derecha.
Las siguientes elecciones, celebradas en junio de 1993, dieron la victoria al empresario minero Gonzalo Sánchez de Lozada, quien asumió la presidencia, en tanto que el dirigente aymara Víctor Hugo Cardenas, accedía a la vicepresidencia. Asimismo, las elecciones para el Congreso, el MNR obtuvo la mayoría, reemplazando a la coalición de centro-izquierda hasta ese momento en el poder. Lozada, que había sido ministro de Plameamiento y coordinación antes de su elección como presidente, introdujo algunas de las medidas más severas de reforma económica puestas en practica por los países fuertemente endeudados: amplia privatización de empresas estatales, reducción de los gastos en servicio sociales y en los programas de educación y cierre de muchas de las minas. El estricto control de los gastos estatales ayudo a reducir la inflación a un 6,5% en 1995, pero los costos sociales fueron muy altos. Su programa de gobierno, donominado "Plan de Todos", consistió en la capitalización, la participación popular, la reforma educativa y la descentralización administrativa.
En las elecciones presidenciales de junido de 1997 resulto vencedor el ex presidente Hugo Banzer, el cual, sin contar con la mayoría absoluta, recibió inicialmente el apoyo del también ex presidente Jaime Paz Zamora y su partido, el Movimiento de la Izquierda Revolucionaria (MIR), quien de esta manera le devolvía el favor por respaldar con sus diputados de Acción Democrática Nacionalista (ADN) la gobernabilidad del país durante su mandato. en junio de 1999, Banzer hubo de cambiar a la mitad de los miembros de su gobierno, tras un grave escandalo que salió a la luz cuando ese mismo mes se produjo la inesperada renuncia del ministro del Interior, Guido Nayar, quien criticó la corrupción e ineficiencia gubernamentales. El presidente decreto el 8 de abril de 2000 el estado de sitio, con el objeto de detener la oleada de protestas que tenía lugar en Cochabamba, pero no pudo contener con esa medida un violento estallido social causado por la pobreza extrema del campesinado indígena hasta que firmó seis días después con los respresentantes sindicales de estos una serie de acuerdos.
El día 20 abril de 2000, cuatro días antes de que los miembros de su gobierno presentaran en pleno la dimisión, Banzer suspendió el estado de sitio. Nombro un nuevo gabierno presentaba en bloque su dimisión tras la grave crisis social vivida en Bolivia desde septiembre. Esta, caracterizada por huelgas, cortes de carreteras y enfrentamientos confuerzas militares (sobre todo en los departamentos de La Paz, Cochabamba y Santa Cruz) estuvo protagonizada por indígenas y determinados sindicatos, defensores del derecho de los campesinos al cultivo de coca y contratarios a las intenciones gubernamentales de erradicarlo y sustituirlo por el de otros productos.
[editar] Siglo XXI
Aquejado de cáncer de pulmón, Banzer renuncio el 6 de agosto de 2001 a la presidencia y fue sustituido en las misma por el que hasta entonces había sido su vicepresidente, Jorge Quiroga. Este se mantuvo en el gobierno hasta el 6 de agosto de 2002, completando el quinquienio para el cual había sido elegido Banzer. Su sucesor fue Gonzalo Sánchez de Lozada cuya candidatura por el MNR fue la más votada en las elecciones presidenciales celebradas el 30 de junio de ese mismo año. Al recibir solo el 22,5% de los sufragios (por el 20,94% de Evo Morales, líder indígena del Movimiento al Socialismo, MAS; del 20.91% de Manfred Reyes Villa, candidato de Nueva Fuerza Republicana, NFR; y del 16.3% de Jaime Paz Zamora, nuevamente presentado por el MIR), Sánchez de Lozada preciso la designación del nuevo Congreso Nacional (cuyos miembros fueron elegidos ese mismo día), para la cual compitió con Morales y que logra gracias al voto de sus parlamentarios y de los precedentes de otros partidos, principalmete el MIR. Gonzalo Sánchez de Lozada y Jaime Paz Zamora sellaron antes el denominado "Plan Bolivia de Responsabilidad Nacional", pacto de gobernabilidad entre ambas formaciones basado en una futura política que tuviera por eje principal la creación de empleo y de riqueza.
El nuevo presidente anuncia en febrero de 2003 una serie de impopulares medidas económicas entre ellas, un nuevo impuesto sobres salarios, que generó protestas en todo el país. Sánchez de Lozada retiro su proyecto, pero la grave crisis suscitada, salpicada de violentos incidentes, motivo la dimisión de todos los miembros de su gobierno. En el siguiente mes de agosto, para intentar poner fin a la crisis que vivía el país, Sánchez de Lozada llego a un acuerdo con el partido de la oposición NFR, que entro en el ejecutivo. El plan gubernamental de costear proyectos sanitarios y educativos con los beneficio de la exportación de gas natural generó nuevos descontentos, principalmente, por la posibilidad de que el transporte de dicho producto se efectura a través de un puerto chileno; así, en septiembre y octubre de 2003 se sucedieron nuevas manifestaciones promovidas por la Central Obrera Bolivia (COB) y por la Confederación Sindical Única de Trabajadores Campesinos de Bolivia, que también convocaron un paro general indefinido. El movimiento popular también fue catalizado por el MAS y por el Movimiento Indígena Pachakuti. La revuelta se extendió a las principales ciudades del país, donde el clima era prácticamente, de abierta insurrección. Antes esta situación, que produjo escisiones en el ejecutivo, Sánchez de Lozada dimitió el 17 de octubre.
En el 2003 tras una seria crisis política y económica que forzó la renuncia del presidente Gonzalo Sánchez de Lozada, y fue sustituido en la presidencia de la República por el vicrepresidente, Carlos Mesa, un notable historiador, el cual formó un gabinete integrado por políticos no adscritos a partido alguno, con la intención de poner fin al conflicto y alcanzar la reconciliación nacional. Poco después de su investidura, Mesa se comprometió a convocar un referéndum en el que los bolivianos deberián pronunciarse sobre la cuestión de la exportación de gas natural.
Para el año 2005, Bolivia ha vivido masivas protestas por la nacionalización de los hidrocarburos (gas y petróleo). La falta de una conciencia e identidad nacional ha hecho más evidente la fragmentación que la nación ha tenido históricamente. La respuesta del estado, para controlar las protestas, ha sido desmedida y violenta. Por otro lado, los departamentos periféricos, que aportan significativamente más al PIB de Bolivia han pedido su autonomía y liberación de la histórica hegemonía andina (que proviene de la época de la colonia). Para atender estas peticiones, Mesa ha ofrecido convocar a un proceso constituyente que debata estas cuestiones, pero ninguna de las partes parece convencida de que la oferta sea la más apropiada.
En 2005 el presidente constitucional Carlos Mesa renunció a la presidencia luego de distintos disturbios sociales. Su sucesor fue el presidente de la Corte Suprema Eduardo Rodríguez Veltzé, el cuál acordó llamar a elecciones en diciembre de 2005. Dichas elecciones se celebraron el día domingo 18 de diciembre.
Resultando ganador el líder de los cocaleros Evo Morales del partido MAS socialista. Asumió el poder el 22 de enero de 2006 como el primer mandatario boliviano en ser electo Presidente de la República por una mayoría absoluta del 54% de los votos en la primera vuelta y como el primer presidente indígena en un país en el que más de la mitad de la población lo es. Lo hizo prometiendo nacionalizar los hidrocarburos del país, combatir la corrupción y excesos de las multinacionales, permitir el mercado legal de coca e intervenir sin la ayuda de Estados Unidos, repartir mejor las tierras y gobernar para todos. Hasta la fecha Morales ha tenido varios enfrentamientos con petroleras y gobiernos de los países de los cuales proceden dichas petroleras, como el caso de Repsol. El tema de la nacionalización sigue pendiente en la agenda del presidente boliviano pero el 29 de Octubre de 2006 se firmaron como primer paso unas nuevas condiciones las petroleras.
En julio de 2006, se llevarón a cabo elecciones para elegir representantes para una asamblea constituyente, cuyo único objetivo debía ser redactar una nueva constitución para el país, el partido ganador fue MAS del Presidente Morales con 52% de la votación y logrando 142 constituyentes(de 255 posibles) pero lejos de lograr dominación ya que la ley especificaba que para aprobar la nueva constitución se necesitaban 2/3 de los votos de los constituyentes. La Asamblea Constituyente fue inaugurada el 6 de Agosto, ante un lento avance de esta, el Presidente Morales y su gobierno presionó para que el sistema de votación sea cambiado para que solo se necesite mayoría absoluta, esta medida encontro resistencia tanto en partidos de oposición como en la población en general, calificando esta medida de autoritaria y dictatorial, varios miembros de la oposición entraron en diversas huelgas de hambre a finales de Noviembre, lo que provoco nuevos enfrentamientos con violencia entre partidarios del MAS y opositores; los primeros acusando de golpistas a sus rivales y ellos acusando de que el MAS lleva acabo una dictadura. Esta confrontación avivo las diferencias regionales puesto que empezaron a aparecer abiertamente los pedidos de independencia de las ricas regiones del este del país ante la falta de acuerdo entre las partes en conflicto.